El pleno de Salud certifica el fin del consenso sobre el modelo sanitario
Boi Ruiz niega privatizaciones y corrupción
Ni el caso Innova de corrupción, ni el proyecto VISC+ de venta de datos de salud, ni el nonato de consorcio sanitario de Lleida, ni ningún tema que han puesto en cuestión la gestión de a la sanidad catalana en los últimos años fueron tratados ayer, pese a lo anunciado, en el descafeinado pleno monográfico de Salud celebrado en el Parlament. En un debate entre posturas irreconciliables, Gobierno y oposición solo demostraron estar de acuerdo en que el consenso político que otrora imperaba en la sanidad catalana está roto y que el modelo sanitario de los últimos 20 años necesita cambios.
Boi Ruiz y todo su grupo parlamentario defendieron el sistema, pero abogaron por sacar adelante reformas que flexibilicen la rigidez de entes como el Instituto Catalán de la Salud (ICS). El consejero pidió “no estigmatizar las reformas legislativas” y avanzó la necesidad de modificar las leyes que regulan el ICS. “Los gestores necesitan instrumentos para solucionar los problemas y no que los instrumentos le den problemas. y a veces, las normas para garantizar la eficiencia del funcionamiento, se deberían revisar”, manifestó. Ruiz insistió en la necesidad de “realizar reformas profundas” pero matizó que ello no implica “trasladarlo todo al derecho privado, sino incluir en el derecho administrativo formas del derecho privado”, para facilitar la gestión, explicó.
En el lado opuesto, la CUP apostó por ir más allá de meras reformas y remodelar el sistema desde la base. La diputada Isabel Vallet tildó de “feudal y clasista” el sistema de salud “porque hace aumentar las desigualdades”. “El modelo se está pervirtiendo. Necesitamos un nuevo modelo, sostenible, para garantizar universalidad y calidad”, apuntó por su parte Joan Herrera, portavoz de ICV.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, reivindicó por su parte el modelo sanitario catalán y defendió que las bases del sistema se han construido con aportaciones de todos los partidos con responsabilidades de Gobierno. “El modelo de salud se ha estado construyendo durante 35 años. Cuando ha habido alternancia en la Generalitat no se ha tocado ni un solo milímetro. El modelo funciona, y muy bien”, dijo el presidente.
Mas, que se ausentó durante largos periodos de tiempo de su escaño en la Cámara para solventar la crisis abierta en CiU, señaló a los exconsejeros de Salud presentes en el Parlament ayer (Ramon Espasa, Eduard Rius, Xavier Pomés, Xavier Trias y Marina Geli): “El modelo es el mismo. Cuando algunos acusan al actual Gobierno de que lo quiere es cargarse el modelo a base de privatizaciones y negocios, están faltando a la verdad”, espetó el presidente.
De los temas candentes de la sanidad catalana, apenas unas menciones en el argumentario del consejero para negarlo todo y de la oposición para atacar al Gobierno. Lo máximo que hicieron unos y otros fue retarse para convocar con la máxima premura otro pleno específico para tratar el caso Innova de presunta corrupción sanitaria con epicentro en Reus (Baix Camp), cuya investigación judicial acumula más de medio centenar de imputados.
El consejero Boi Ruiz, se parapetó desde primera hora de la mañana en negar cualquier tipo de privatización o corrupción dentro del sistema, reprochó a la oposición que se hubiesen ido de la mesa de negociación del fallido Pacto Nacional de Salud y justificó una vez más que los grandes problemas de la sanidad catalana están en el “subfinanciamiento crónico” del sistema. “Díganme una sola privatización, una entidad privada que se haya introducido en el sistema sanitario estos años que no estuviese cuando ustedes gobernaban”, retó el titular de Salud a la oposición.
Una ley propia para contratos públicos
La Generalitat impulsará, a través de una propuesta de resolución, una regulación propia de la contratación pública que afecta a los servicios a las personas. España ha empezado ahora a adecuar la recién renovada normativa europea (2014) al marco estatal y, en este contexto, el grupo de expertos que trabaja en esta transposición ha propuesto que la ley específica de contratación de servicios a las personas, se adapte desde los gobiernos regionales. Esta nueva ley permitiría vetar la entrada de entes privados a los concursos de servicios de atención a las personas o dar vía libre a que empresas con ánimo de lucro para acceder a estas licitaciones. Salud se posicionó ayer a favor de un modelo mixto, pero la decisión depende del Parlament
Para justificar la ausencia de corruptelas y tratos de favor de los que lo acusó la oposición, Ruiz enumeró los controles que pasan los centros sanitarios. “Afirmar sin ningún rubor que en las entidades proveedoras todo es un descontrol absoluto es injusto. Todos los hospitales de este país tienen auditorías y hay una Intervención General presente en todas y cada una de las entidades”, puntualizó. “El interés en el sistema público está blindado a través del SISCAT [la red pública de hospitales]“, añadió.
El titular de Salud afeó además a la oposición el uso de los informes de la Sindicatura de Cuentas para conseguir réditos políticos. “Que un informe diga que hay irregularidades no significa que haya corrupción, sino que se trata de correciones, muchas ya subsanadas. No son perseguibles desde el punto de vista legal”, matizó. La Sindicatura presentó hace unos meses un informe sobre las auditorías hechas a los consorcios sanitarios y reflejó que las empresas de sistema sanitario incurren en una serie de “irregularidades recurrentes”, como las adjudicaciones a dedos o pagos injustificados a directivos.
La oposición cargó contra el consejero por su “falta de autocrítica” y le echó en cara la falta de transparencia de su Gobierno. “Se les acaba el tiempo a todos ustedes. Se acaba el tiempo del gobierno de los mejores”, le espetó Marta Ribas, de ICV. “Lo que ha cambiado en el sistema sanitario es usted y usted a dejado al sistema sanitario peor”, añadió la diputada del PSC, Núria Segú.
El presidente de la Generalitat aprovechó su intervención para tirar balones fuera con respecto al caso Innova.Mas obvió hacer autocrítica y lanzó la pelota sobre el tejado de la oposición. En Reus retuvo la alcaldía durante 32 años el PSC, los últimos con ayuda de ERC e ICV. En 2011 un pacto entre CiU y PP desalojó al Tripartito del poder.
La tesis de Mas es que si ahora hay corrupción, cuando gobernaba la izquierda también. “Si nosotros (CiU) somos culpables de muchas cosas, el otro gobierno de antes también lo era. Porque lo de antes todo limpio y ahora no, no nos lo tragamos”, sentenció. “¿Por qué se creó el conglomerado de empresas públicas Innova y quién lo creo? Quiero nombres, apellidos y retribuciones. Pedimos información y datos”, remachó.
Tras 12 horas de maratoniano pleno, el consejero de Salud, muy alterado en su última intervención, aseguró que es necesaria “una reflexion profunda que no cabe en un debate”. “Estábamos como estábamos al principio. Fue un debate oportuno para volver al punto de partida”, sentenció.
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