La fiscalidad llega a las aulas vascas
Las haciendas forales detectan que hasta el 90% de los comercios y profesionales inspeccionados tienen software preparado para una contabilidad B
El fraude fiscal es una lacra. Eludir el pago del IVA, trampear las declaraciones de IRPF, camuflar ingresos en el caso de profesionales y autónomos y disponer de software en los comercios e industrias para discriminar ingresos y eludir una tributación plena, está a la orden del día. La comisión interinstitucional de lucha contra el fraude del País Vasco ha logrado meter en el currículo educativo del curso 2015-2016, una asignatura sobre concienciación fiscal y principios de tributación, con el objetivo de sembrar entre los alumnos de cuarto de la ESO unos principios que comiencen a invertir ese hecho.
El presidente de esa comisión, Antonio Perez, ha descrito en el Parlamento vasco una fotografía muy preocupante del contribuyente vasco, al asegurar que nueve de cada diez de los comercios inspeccionados, empresas y profesionales en busca de dobles contabilidades, utilizan este tipo de prácticas a través de programas informáticos diseñados o adaptados para ello. Según ha dicho, más allá de las inspecciones exhaustivas, de un mayor número de visitas y presión sobre el terreno, y de mejorar los convenios de intercambio de datos entre instituciones fiscales, no solo vascas sino también con la Agencia Tributaria y la UE, la vía con más futuro para minimizar este hecho es a base de educación, proporcionando formación específica a los más jóvenes con la esperanza de que empiece a cambiar su conciencia fiscal. "Estamos ultimando una asignatura de fiscalidad que vamos a impartir a los alumnos de cuarto de la ESO, a partir del próximo curso sobre concienciación de lucha contra el fraude y conocimientos tributarios", han precisado sus integrantes.
Las haciendas vascas
La asignatura va a incorporar además un módulo de formación para que los profesores dispongan de conocimientos y materiales específicos que les permitan explicar con propiedad el sistema tributario y sobre todo el destino de los impuestos como la principal vía para financiar los servicios públicos.
Los miembros de esta comisión, que nació tras el pacto tributario suscrito en 2013 entre PNV y PSE, ha decidido poner en marcha este programa escolar después de dos años de coordinar acciones de inspección más allá de las que desarrollan en cada provincia, y tras constatar que la práctica del fraude está mucho más extendida de lo que pensaban. Hasta 2013 las tres administraciones tributarias vascas, las de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava (que tienen competencias exclusivas en IRPF y Sociedades, además de en otros tributos concertados) trabajaban con un escaso intercambio de datos entre ellas y hacia el resto de las Haciendas, hasta el punto de que numerosos expertos fiscalistas y los inspectores de la Agencia Tributaria española han criticado más de una vez de los riesgos de resistirse a un intercambio fluido de información.
Pérez, ha precisado en la Cámara de Vitoria, que en los últimos meses se han encontrado con un "elevado porcentaje" de comercios en los que la contabilidad está trucada con software preparado para llevar dos tipos de ingresos y gastos, y ha apuntado a que los sectores en los que están poniendo la lupa son las empresas de rehabilitación de edificios y obras, los autónomos, y los profesionales, por su capacidad para no declarar ingresos. La bolsa de fraude aflorada en 2014 en Euskadi equivale a unos mil millones de euros, no llega al 10% de los 11.000 millones del presupuesto del Gobierno vasco, y supone el 1,5% del PIB. Las diputaciones forales no ofrecen el dato del dinero ingresado en las arcas públicas por ese concepto.
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