Ideas con vocación universal

Sevilla. 1910. Un día apareció una mujer con un canasto repleto de tortas de aceite colgado del brazo en la estación de trenes de Plaza de Armas, donde un trasiego permanente de pasajeros con hambre y tres perras gordas en los bolsillos encontrarían apetecible un dulce ligero para un viaje más agradable. Esa visionaria mujer, que se llamaba Inés Rosales, acudía a la estación y a cruces de caminos porque sabía que así abría las fronteras a su producto elaborado cuidadosamente con sus manos, aceite, harina, azúcar y especias hacia varios kilómetros más allá de su obrador de Castilleja de la Cuesta, (Sevilla). En 2015, las distancias se han multiplicado exponencialmente y los raíles de tren han pasado a convertirse en barcos y aviones para llevar la visión de esta sevillana a Estados Unidos, Canadá, Australia, Dubai o Japón, entre otros países. Inés Rosales fue la primera emprendedora de una firma que ha seguido su marcada iniciativa y que en 2014 facturó 14 millones de euros, un 20% proveniente de la exportación.

Vender productos al extranjero se ha convertido en un elemento clave para sortear la crisis en España. Andalucía presentó el 2014 el mejor registro exportador de la historia, con 26.512 millones de euros. Ha supuesto el quinto año consecutivo de crecimiento y un 83% de crecimiento sobre 2009. Para la empresa sevillana Genera Games, de creación de juegos para móviles, ha sido una salida fundamental. Facturó en 2014 cerca de 20 millones de euros, y un 90% de los beneficios se generaron en el extranjero. En 2008, el 90% venía de España.

“El mercado está fuera”, declara Enrique Tapias, consejero delegado de Genera Games, que cuenta con 145 trabajadores en Sevilla —casi el 100% andaluces— 16 en Rumanía y dos en Estados Unidos. Hacen juegos para Disney, Warner Bros, Dreamworks, Paramount y opera con Apple, Google o Amazon, entre otros. “Ahora planteamos abrirnos hacia Silicon Valley. Ahí es donde están la mayoría de nuestros clientes y nos conviene estar cerca”, detalla Tapias en su despacho compartido con otros dos directivos. Habla con un balón de baloncesto en la mano y su alrededor hay una canasta, dardos, muñecos, una estantería con premios... El edificio se complementa con una sala de esparcimiento con futbolín, consolas de videojuegos y fruta y cerveza gratis todos los días para los empleados, que gastan dos barriles a la semana. “Hemos comprobado que con el trabajo en equipo es como mejor se funciona”, dice Tapias, cuya empresa ha ganado entre otros galardones, el premio E-Commerce Internacional de la Consejería de Economía que se concede a la empresa que emplee de forma sistemática el comercio electrónico como método y fin de la comercialización.

La proyección de su empresa es prometedora. “Sabemos que vamos a seguir funcionando en el futuro porque ya tenemos encargos extranjeros”, apunta Jose Miguel López, presidente y creador de la empresa, que después de pasar seis años trabajando para un operador de telefonía, fue despedido y emprendió con una empresa para juegos de móviles en 2003, cuando apenas había teléfonos inteligentes.

Distinta trayectoria ha tenido la empresa onubense Seabery, que ha sido concebida para exportar, el 99% de su producción va al extranjero. En 2014 facturó 1,6 millones de euros, y en lo que va de año 2015 ya han alcanzado esa cantidad. “La economía nos hizo entender que nos quedábamos en España no habría salida”, declara Alejandro Villarán, consejero delegado de esta entidad, que desarrolla y comercializa una Plataforma Tecnológica Educativa con realidad aumentada y simulaciones para la formación de alumnos. Su proyecto más exitoso es un simulador de soldadura en realidad aumentada. “Esta ingeniería la han comprado hasta en 30 países, en Gobiernos como Tailandia o la India para incluirlos en sus ciclos de Formación Profesional, y empresas como Volkswagen para sus talleres. “Las ventajas fundamentales son que se ahorran miles de euros en material y se disminuye el riesgo de padecer accidentes durante la formación de los soldadores”, explica Villarán, cuya empresa ha ganado el premio de la Iniciación a la exportación de la Consejería de Economía.

En lo que han coincidido tanto Inés Rosales como Genera Games y Seabery es en destacar la utilidad de las decenas de ocasiones que han acudido a Extenda, el órgano de la Junta de Andalucía para la internacionalización. La red apoya con información y asesoramiento para elaborar planes internacionales; promociona productos y servicios y pone en contacto con clientes, ofrece apoyo en destino, oferta financiación y surte de personal cualificado en la exportación para dar salida a sus productos mediante becas y cátedras. El objetivo de la red exterior de Extenda para 2015 es prestar servicio en 34 países, a través de 28 sedes. De momento está en 32 países mediante 26 sedes.

En Inés Rosales destacan que prácticamente han utilizado todos los servicios de Extenda desde 1999. “Está muy cerca de la empresa andaluza y ofrece una gran diversidad de programas, da respuestas a necesidades muy diferentes y en distintas fases del proceso de internacionalización”, señala Marta Torres, que es comercial de exportación de Inés Rosales, estudió el curso de formación de Extenda y fue becaria en Marruecos para la entidad. “Nos han facilitado el trabajo de exportación mediante contactos con compradores, logística en ferias, asesoramiento en planes digitales, planes de desarrollo de mercado... El que no sale fuera es porque no quiere, porque medios hay de sobra”, añade Juan Carlos Espinosa, director de la empresa. En 2014 los servicios de Extenda fueron utilizados por 3.404 empresas andaluzas, un 26% más que el año anterior.

“Salir fuera también te hace ver la potencialidad del producto. Las tortas de Inés Rosales tenían en sí mismo valores universales de los que no éramos conscientes, es un producto natural, saludable, artesano... Todo ello está muy valorado en el extranjero y nosotros estamos abiertos a innovar permanentemente. Ahora las tortas se toman con queso, mermeladas, tomate... Hemos diversificado la producción con tortas saladas”, añade Espinosa que muestra decenas de premios en la larga trayectoria de la empresa. Méritos que alegrarían a Inés Rosales si además viese hasta dónde llegan sus tortas desde Sevilla, en 2015.