Bilbao se lleva los aplausos

La alargada figura política de José Luis Bilbao se hace presente en sus ausencias y en sus asistencias. Hace cinco días, al no comparecer por primera vez en años en la asamblea de los empresarios vizcaínos se le echó en falta y, de paso, propició las lógicas especulaciones en favor de no restar protagonismo en la campaña electoral a su previsible sucesor, Unai Rementeria. Esta mañana, a seis días de acudir a las urnas, Rementeria ha provocado que los asistentes al desayuno informativo con los tres candidatos del PNV a diputado general le tributaran la mayor salva de aplausos de la mañana.

Rementeria, segundo de a bordo en el gobierno foral de Bizkaia y portavoz tras la marcha de Juan Mari Aburto al Gobierno vasco, buscó intencionadamente este reconocimiento a Bilbao. En el cierre de su intervención, y con una dedicatoria íntegramente en euskera, el previsible futuro diputado general recordó cuánto le tiene que agradecer a Bilbao, de quien ha elogiado el trabajo desplegado desde esta institución. Le ha dado las gracias en más de una ocasión hasta arrancar en su despedida el unánime aplauso de una salida con invitados identificados mayoritariamente con el PNV.

Bilbao, sentado en la mesa presidencial junto al alcalde de Bilbao, Ibon Areso, y varios miembros del Gobierno Urkullu y dirigentes nacionalistas, se viene mostrando en un intencionado segundo plano en favor de Rementeria. Consciente de la apuesta de su partido por una figura todavía desconocida por el gran público a pesar de su trayectoria como alcalde de Mundaka, exjuntero y diputado foral, Bilbao no ha quitado una foto a su relevo en esta campaña, en la que ha venido colaborando para proyectar una cuidada transición.

A la espera después de las elecciones del domingo para conocer su futuro profesional, Bilbao ha sentido de manera espontánea el primero de los reconocimientos a su trayectoria. Le quedan varios para poner a prueba esa timidez personal que ahora disimula el ejercicio del poder.