El Mar Mediterráneo visto como una gran fosa común

"Las políticas migratorias europeas han convertido el Mediterráneo en una enorme fosa común". Es la lapidaria frase con la que el coordinador del área de solidaridad internacional de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Rafael Lara, sentencia las catástrofes de inmigrantes en las costas entre África y Europa. "Las medidas adoptadas durante los últimos años son la mejor evidencia para demostrar que las políticas migratorias de la Unión Europea no funcionan, que tienen que cambiar", ha añadido Lara este lunes durante la presentación del informe anual Derechos Humanos en la Frontera Sur elaborado por la entidad.

Ha sido casualidad que hayan convocado la presentación del informe este lunes, unas horas después del naufragio este fin de semana de un barco con 700 inmigrantes a bordo, pero desde la asociación ya vienen alertando un incremento del fenómeno migratorio. Según los datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), recogidos en el informe, 4.868 personas fallecieron en 2014 intentando cruzar diversas fronteras en el mundo. De ellas, 3.224, en el Mediterráneo, un 66% del total. "Pero estos datos están obsoletos después de lo ocurrido en estos últimos días", ha señalado Lara, que destaca que además la OIM alerta de que por cada cuerpo encontrado podría haber dos que no se encuentren nunca.

Las últimas cifras redimensionan los datos de 2014 con los registrados en este trimestre. Según Apdha, al menos 1.650 personas han fallecido este 2015 intentando entrar en Europa por el Canal de Sicilia, casi 100 veces más que el año pasado en el mismo período. Añaden además que 13.000 personas han sido rescatadas en los últimos 10 días, en lo que califican como una "emergencia humanitaria nunca vista". "No se están activando operaciones urgentes de salvamento y socorro", detalla Lara.

La asociación no tenía esperanzas en los resultados del Consejo que ha reunido este lunes a 41 ministros de Exteriores y de Interior en Luxemburgo, donde se ha decidido reforzar los recursos destinados a la misión de vigilancia marítima Tritón. "Las políticas europeas se basan en tres ejes: impedir que salgan, evitar que lleguen y repatriarlos lo más pronto posible. No hay nada de humanidad en las medidas", resume Lara. Si la asociación pudiese estar presente en esa reunión propondría para resolver el problema las medidas acordadas en la Red Migreurop, que están basadas en procurar la reagrupación familiar, cumplir con los programas de asilo, facilitar los visados y garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos en los países de salida.

En el informe se detalla también el cambio de perfil de los inmigrantes indocumentados. "Ya no vienen tanto a buscar trabajo, ahora son refugiados. Están huyendo del yihadismo, de la guerra de Malí, de la insostenible situación en Eritrea y Somalia, de Siria, del Sahél. Son millones de personas desplazadas por los conflictos y en Europa se están saltando la normativa internacional", considera Lara, que asegura que también han cambiado las rutas de las migraciones, en las que España, Italia o Grecia solo son países de paso. "El destino final son los países del norte de Europa, pero son a los nuestros a los que se exije todo el control. Por esto deben estar todos implicados por igual", ilustra Carlos Arce, coordinador de inmigración de la asociación, que apunta a que las políticas actuales potencian el poder de las mafias para traficar con personas.