La Xunta presume de parques eólicos sin ayudas tras vetarlos por ley
Una sentencia del Tribunal Superior destaca que el PP “no quiso permitir” en 2009 los aerogeneradores sin primas
El pasado 17 de marzo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, participó en la inauguración de un parque eólico entre los municipios de Aranga (A Coruña) y Guitiriz (Lugo) que destacó como el primero que comienza a operar “sin subvenciones, sin primas y sin dinero público”, como exige la nueva legislación estatal. Su promotora, admite la Xunta, pidió el permiso para construirlo antes de que en 2009 el actual Gobierno gallego aprobase una legislación autonómica que, cuando la estatal aún las permitía, vetó levantar aerogeneradores sin primas. Así lo dice una sentencia ahora desvelada por un particular al que la Xunta denegó montar un solo molino para el que no pedía ayudas. Una paradoja que evidencia los bandazos del sector, con los que el propio Feijóo se ha mostrado muy crítico.
El parque eólico de 14 megavatios sin primas de Aranga y Guitiriz, puesto por la Xunta como ejemplo de iniciativa sin ayudas públicas, lo pidió la ahora Gas Natural Fenosa hace una década, según el Gobierno gallego, cuando la legislación autonómica permitía ambos tipos de instalaciones, con y sin subvenciones. La legislación estatal siguió contemplando primas a las energías renovables hasta 2012, cuando el Gobierno del PP las prohibió. Un año antes una pequeña empresa, Sociedad Eólica Lucense, SL, pidió permiso a la Xunta, amparándose en la legislación estatal, para instalar un aerogenerador de dos megavatios en Pol (Lugo) sin recurrir a subvenciones o primas de ningún tipo. Pero la Xunta se lo denegó porque para entonces ya hacía dos años que la ley gallega había cambiado y vetado las instalaciones sin prima.
Así lo dice el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en una sentencia en la que da la razón al Gobierno gallego frente al recurso interpuesto por la empresa, que apelaba a un supuesto vacío legal entre la norma estatal y la gallega. “El legislador autonómico, dentro de sus competencias, no ha querido permitir que se pueda acceder a una instalación eólica sin el apoyo de la correspondiente prima o subvención”, sentencia el TSXG. El tribunal argumenta que aunque la legislación estatal contemplaba el tipo de permiso al que aspiraba el particular para su molino de Pol, la legislación gallega, más restrictiva, debía prevalecer.
“Mi pecado fue no pedir subvenciones”, lamenta Juan Martínez, propietario de Sociedad Eólica Lucense. El empresario, que ha recurrido al Tribunal Supremo, destaca que con su decisión de vetar instalaciones sin ayudas, como la que él propuso, “la Administración ha dejado de cobrar los impuestos que habría generado la actividad” y “se encarece el precio del kilowatio”.
La Consellería de Economía e Industria insiste en la legalidad de sus decisiones, ratificada por el TSXG, y destaca que su objetivo político es defender la energía eólica sea cual sea la legislación estatal, “antes con primas y ahora sin primas”. Pese al fallo, la Xunta sostiene que “en ningún momento veta ni vetó los parques sin primas”.
La postura pública de Feijóo en defensa de un marco energético “estable” viene siendo más beligerante, hasta el punto de recurrir al Constitucional el fin de las primas a las energía renovables aprobado por su propio partido en Madrid, decisión que estancó el desarrollo del sector y, en particular, del Plan Eólico impulsado por el Gobierno gallego desde 2009. Pese a ese recurso, ahora la Xunta hace de la necesidad virtud y elogia las instalaciones sin ayudas que vetó en 2009.
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