Industria levanta recelos entre las empresas por las ayudas de I+D
La consejería replica que la reordenación de las subvenciones busca la excelencia
La reordenación aprobada por el Gobierno vasco de los diversos programas de I+D ha provocado malestar en algunos de los agentes que componen la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación. En concreto, representantes de las Unidades de I+D empresariales consideran que la desaparición de dos programas específicos supone “una regresión sin precedentes en la política de incentivación del desarrollo tecnológico empresarial”, según apuntan fuentes del sector. Un extremo que desde el Departamento de Desarrollo Económico y Competitvidad rechazan.
La consejería que dirige Arantza Tapia anunció el pasado 10 de febrero la modificación de la arquitectura del programa de ayudas a la Inversión y el Desarrollo. Un cambio provocado tras “analizar detalladamente la situación” de la Red de Ciencia y “contrastado” con los agentes, explican desde el Departamento, que este año ha presupuestado un total de 133,6 millones por este concepto, un 7% más respecto a 2014.
El Departamento ha presupuestado para 2015 un total de 133,6 millones
Los cambios introducidos persiguen la “especialización, la transferencia al mercado, la excelencia y se crea un nuevo modelo de relaciones, donde se establecen indicadores, pesos y en algunos incluso metas a alcanzar”, como es el caso de los Centros Tecnológicos y los Centros de Investigación Cooperativa (CICs), añaden desde la consejería.
“Una nueva arquitectura de los programas que intensifica en todo momento los criterios más orientados a resultados, en línea con la demanda de la empresa, con lo establecido por la Unión Europea y con el deseo de ganar eficiencia de los recursos tanto públicos como privados, ya que la inversión pública debe estimular y catalizar una mayor inversión privada”, explicó Tapia.
La desaparición de los programas SAIOTEK y NETs, los específicios diseñados para las Unidades de I+D empresariales, suponen “primar la investigación báscia por delante del desarrollo tecnológico aplicado, aquel que precisamente ofrece resultados y repercute en un mayor bienestar para el conjunto de la sociedad”, apunta el director gerente de una empresa perteneciente a uno de los mayores grupos industriales del País Vasco que prefiere mantener el anonimato.
El sector y la innovación
El 12,7% de las empresas vascas desarrollan actividades de innovación tecnológica, según los datos recogidos en la encuesta sobre Innovación en Euskadi de 2013 del Eustat. El grueso de la inversión en I+D en las empresas corresponde al propio sector, según BANTEC Estudios, que señala que por cada euro subvencionado por la Administración las compañías han invertido 3,85 en proyectos de estas características. Las firmas vascas invierten en I+D un 1,57% del PIB, un porcentaje superior al de la media europea, que se sitúa en un 1,27%, recoge el Eustat.
Pero también los datos muestran las dificultades de las empresas para la inversión en estos programas. El Instituto de Estadística Vasco señala en el mismo estudio que el 55% de las empresas experimentan dificultades para el desarrollo de actividades de innovación tecnológica. Además, un 39,8% de las compañías considera que son excesivos los riesgos económicos, un 44,4% señala los elevados costes de invertir en estos programas, mientras que un 41% apunta a la falta de fuentes de financiación.
Un total de 64 Unidades de I+D forman parte de la Red de Ciencia, Tecnología e Innovación, y entre las que se encuentran empresas como CAF, CIE Automotive, Orona, Tubacex o Ibermatica, que además han tenido que hacer frente a los sucesivos recortes provocados por la crisis desde 2010. Si en 2013 la inversión pública total en I+D suponía un 1,99% del PIB, que entonces ascendía a 62.780 millones, el porcentaje se ha reducido a un 1,93% en 2014, según una estimación de Bantec Estudios.
El directivo señala que se ha producido un cambio de tendencia en el diseño de las políticas de I+D ya que la mayor parte del gasto público por este concpeto en Euskadi ya no se destina al apoyo de proyectos empresariales “como muestra el hecho de que en 2013 la inversión destinada a la Enseñanza Superior fuera de 194,7 millones frente a los 190,4 que recibieron las compañías”. Mientras los programas de ayudas a las empresas “reducen su entidad presupuestaria o simplemente se amortizan, las convocatorias destinadas a los Centros Tecnológicos y CICs incrementan de forma significativa su dotación”, subraya el empresario.
El reparto presupuestario entre los diversos programas de ayudas, un total de cinco en la actualidad, arroja que los destinados a las empresas han sufrido una reducción respecto a 2014. Así, el programa GAITEK pasa de contar con 40,1 millones a 34,5, mientras que la línea de ayudas EMAITEK, de apoyo a los Centros Tecnológicos y CICs se incrementa desde los 35,6 millones a los 49,5.
“Las Unidades de I+D tendrán acceso a todos los programas de Financiación Pública Competitiva como hasta ahora”, destacan desde el Departamento, que además añaden que “no hemos recibido quejas directas de ninguna unidad de I+D, pero sí alguna felicitación por el modelo establecido en el decreto”.
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