Sant Pau corre con el corazón
Las endorfinas, una agradable ayuda para la mente que facilita el aprendizaje en los niños
Tres años después, la Cursa Científica, que cada año por estas fechas organiza el servicio de Cardiología del Hospital de Sant Pau, volvió ayer a sus orígenes: recuperó el recorrido por los pabellones del monumental recinto modernista diseñado por Doménech i Muntaner. 150 corredores –la inscripción está limitada- subieron y bajaron por las pendiente del hospital durante dos horas, cada uno al ritmo que le marcaba su cuerpo y condición física, ya que no se trata de competir, sino de demostrar que el deporte controlado es una parte fundamental en la terapia de las enfermedades del corazón, señala el cardiólogo Ricard Serra, alma de la organización de una carera que este año ha llegado a su XXVII edición.
Que el ejercicio moderado y controlado no solo es bueno, sino necesario para los enfermos coronarios es cosa sabida, estudiada y demostrada científicamente. Pero ahora la ciencia ha ido un paso más allá, explica Ricard Serra. Estudios recientes demuestran que el deporte, en concreto las endorfinas que se liberan con su práctica, facilitan en los niños y en los preadolescentes el aprendizaje y la memorización de las materias escolares, por lo que el deporte a estas edades tempranas añade otra cualidad: la de coadyuvar a la enseñanza.
Las endorfinas, una especie de droga natural –es un péptido opioide que fabrica el cerebro- se generan a consecuencia, entre otras causas, del ejercicio físico y, como los narcóticos, proporcionan una sensación analgésica y de bienestar.
Esta droga que genera el organismo, al activar la función neuronal, además, confiere a la persona una especial lucidez mental. Un ejemplo empírico de ello lo daba, sin ser consciente de las causas, el juez José Villodre, quien en el reportaje 16 Jutges, emitido por TV-3 el pasado martes explicaba su experiencia con el deporte y su profesión.
Decía Villodre, juez de Vilanova i la Geltrú, runner y debutante en maratones: “He puesto muchísimas sentencias corriendo. Sentencias que se me han atravesado en el despacho, las he resuelto saliendo a correr”. Lo hace muchas veces a punta de día por la playa y el puerto de Vilanova.
En el reportaje, Villodre no sabe qué es, y lo dice claramente, pero intuye que hay algo que corriendo le hace ser más lúcido, son las endorfinas, precisa el cardiólogo Ricard Serra. “A la hora de correr”, continúa en juez, “alguna sustancia se libera que es como si tuviera mayor claridad mental. Cuando alguna sentencia se me ha enclavijado como decimos en Albacete, he salido a correr y se me ha ocurrido la solución a esto y a muchísimas otras cosas”, sentencia el magistrado.
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