El turismo le cuesta la segunda reprobación al Gobierno de Trias
Los votos del PP y PSC permiten desautorizar la gestión realizada por el consistorio
El Gobierno del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha sufrido en el pleno de este viernes su segunda reprobación: los votos de los grupos del PP y PSC han permitido desautorizar la gestión realizada del turismo por el Consistorio. La otra única ocasión en la que el pleno ha reprobado al alcalde (a título individual, no el Gobierno en pleno) fue en junio pasado, a propósito de la crisis por el intento de desalojo de Can Vies, en Sants, y los graves disturbios que se produjeron.
El Gobierno no solo ha recibido la reprobación de la oposición en el pleno municipal. Durante la comisión de Hábitat Urbano del pasado septiembre, PSC, PP e ICV-EUiA reprobaron al Consistorio por su "retraso" en la gestión de la crisis desatada en la Barceloneta como consecuencia del turismo masivo en el barrio.
Durante el pleno también se ha aprobado definitivamente la ordenanza de circulación que sacará las bicicletas de las aceras dentro de 18 meses y rescata la Oficina de la Bicicleta. Y se ha vivido una votación nominal, una circunstancia poco habitual: ha sido por la proposición de ICV que rechaza la Ley del Aborto del PP, cuando el grupo de CiU la ha pedido argumentando que es una cuestión que “afecta a la consciencia”. Los cuatro concejales de Unió (Sònia Recasens, Raimond Blasi, Gerard Ardanuy e Irma Rognoni) votaron en contra del rechazo, como los ocho del PP presentes en el pleno (el noveno no ha acudido por estar enfermo). El resultado ha sido de 25 votos a favor, 12 en contra y una abstención.
La reprobación de la gestión municipal del turismo, como en el caso de Can Vies, ha sido iniciativa del PP, en una proposición que también reclama la presentación de un Plan de Turismo. Como era de esperar, el debate ha evidenciado las diferencias de opinión sobre el modelo turístico entre los grupos (CiU y ERC han votado en contra de la reprobación), además de provocar situaciones curiosas. Como la abstención de ICV: Janet Sanz ha explicado que su grupo está en contra de la gestión de Trias pero se ha abstenido porque la propuesta venía de PP, a quien ha acusado de ser “cómplice” del actual modelo.
En su defensa de la reprobación, el líder popular en el Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz, ha repasado los buenos datos del turismo en Barcelona (14 % del PIB y 120.000 empleos) para afirmar que “el turismo es un éxito para Barcelona, pero Barcelona puede morir de éxito si no se toman medidas para conciliarlo con las necesidades de los vecinos, seguridad o limpieza”. Ha reprochado además a Trias que no haya presentado un plan sobre el turismo.
Desde el PSC, la concejal Sara Jaurrieta afirmó que “este mandato será recordado como el peor en la gestión turística” y recordó que el anterior gobierno municipal redactó un plan de turismo con amplia participación ciudadana “que el actual guardó en un cajón”. Jaurrieta ha acusado al ejecutivo de “inacción y de haber tomado medidas contrarias a lo que pide la ciudadanía, en proyectos como la Marina de Lujo”.
ERC, por boca de Jordi Portabella, ha votado negativamente: “Somos poco proclives a reprobar”; y como ya hizo en la Audiencia Pública del pasado martes la teniente de alcalde de economía, Sònia Recasens, ha negado que el turismo sea un monocultivo, ha subrayado que Barcelona “está gestionando un éxito, no un fracaso”, ha admitido que este éxito tiene “externalidades negativas” que hay que gestionar y ha negado que el Ayuntamiento no haga nada. “Me sorprende que algunos grupos renieguen de un éxito”, ha lamentado.
El turismo ha vuelto a aflorar en el tramo final del pleno, cuando en un ruego ha instado al consistorio a extender la moratoria de licencias a cualquier establecimiento turístico: sean pisos turísticos (suspendidas), hoteles, hostales, albergues, pisos, pensiones, “para ver qué tiene cabida y qué no”. Trias no ha admitido la petición y la concejal Sanz le ha recordado que durante su mandato se han aprobado 16 hoteles en Ciutat Vella. “Usted está al servicio de los hoteleros y los vecinos no se lo pueden permitir”, ha dicho Sanz. Trias ha respondido: “Necesitamos el turismo, pero hay que gestionarlo. El modelo no lo he inventado yo; mejorar se puede hacer desde la bronca y el electoralismo, o desde la colaboración”.
La ordenanza de la bicicleta ha sido aprobada con los votos de CiU, PSC, ICV y ERC. Además de la controvertida cuestión de las bicis en las aceras (prohibido circular a no ser que tengan más de 5 metros) contempla sancionar a los vehículos que asedien o presionen a los ciclistas que circulen con calzada y fija un límite de 10 en los grupos de bicicletas turísticas.
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