20.000 alegaciones contra la pérdida de huerta en Valencia
Per l’horta recaba apoyos en las universidades de Berkeley, Boston, Harvard o Edimburgo para detener el plan de Barberá
Decenas de colectivos, liderados por la plataforma cívica Per l’horta, han registrado en el Ayuntamiento de Valencia más de 20.000 alegaciones contra la destrucción de huerta prevista en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). “No nos podemos permitir el lujo de perder más hectáreas del cinturón verde que rodea la capital”, enarboló Enric Navarro, portavoz de Per l’horta y productor ecológico.
El número de colectivos conservacionistas que alegan contra la reclasificación de 415 hectáreas de huerta —más de 700, según la oposición— es amplio. La Denominación de Origen de la Xufa, organizaciones agrarias como la Unió de Llauradors, Acció ecologista-Agró, las asociaciones vecinales Salvem El Cabanyal, Salvem el Botànic y numerosas asociaciones de vecinos de Benimaclet, Castellar, Campanar y Natzaret-La Punta, además del colegio de Ingenieros Agrónomos. El Tribunal de les Aigües, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, también ha alegado por las acequias afectadas por este nuevo bocado a la huerta, que son las de Mislata, Rovella y Mestalla.
Las acciones para proteger el paisaje de huerta del avance del cemento no acaban ahí. Navarro avanzó que han recabado apoyos en defensa de la huerta de reputados académicos de universidades extranjeras por Berkeley, Boston, Harvard o Edimburgo. Pronto harán públicos los apoyos. Per l’horta tiene constancia del envío de alegaciones procedentes de países como Inglaterra, Escocia, Alemania (Asociación de Paisajistas alemanes) e incluso de China. Navarro lo atribuyó, sobre todo, al amplio número de valencianos repartidos por el mundo.
Los tres partidos de la oposición han enmendado la totalidad al plan de Rita Barberá. PSPV y EU las han presentado y Compromís llevó ayer su 800 alegaciones. Podem València presentó un día antes otras 500 y Ciudadanos formalizó también las suyas. “No hace falta usar huerta para construir porque no son necesarias más viviendas nuevas. Tenemos el mismo número de habitantes que hace 29 años”, argumentó Joan Ribó, portavoz de Compromís.
La regresión de la huerta en los años del desarrollo urbanístico es importante. Según un estudio del geógrafo valenciano Víctor Soriano, en el último medio siglo este suelo de alto valor agrícola —capaz de ofrecer hasta cuatro cosechas en solo un año— ha retrocedido en un 64%. Navarro estimó ayer que en Valencia y sus pedanías han sobrevivido unas 12.000 hectáreas de huerta.
El portavoz de Per l’horta puso algunos ejemplos del daño que causaría la pérdida de más hectáreas de un suelo “que es cultura”. La huerta de Vera es una de las zonas más esquilmadas por la reserva de suelo solicitada por la Universidad Politécnica de Valencia. “El 35% de la superficie de la DO Xufa València está en esa zona”, advirtió Navarro. Pero también se destruyen hectáreas en la pedanía de Mahuella “en una operación urbanística que estamos investigando porque nos parece oscura”. En Campanar se reclasifica la conocida como partida de Dalt “un espacio clave para la conectividad del parque fluvial del Turia con las extensiones de huerta del sur y el norte”.
“Esta señora”, dijo Navarro, “ha puesto en todos sus programas electorales que iba a crear una marca de calidad para los cultivos de la huerta. ¿Dónde está?, le pregunto”, criticó. Los defensores de la huerta cuestionaron el proceder del equipo de gobierno con la revisión del PGOU. Lo aprobaron deprisa y corriendo a finales de año y ahora en menos de dos meses tenemos que preparar y registrar las alegaciones a un plan que sale adelante cuando ya está prácticamente agotado el mandato.
La alquería y el estadio
Enric Navarro, portavoz de Per l’horta, conoce de primera mano lo que significa que te desalojen de la huerta. Su familia poseía una alquería en el solar de Benicalap donde se levanta el nuevo estadio del Valencia CF. En la improvisada conferencia de prensa que ofreció ayer a pie de calle recordó aquellos días tan duros para una estirpe de agricultores. Labrador y productor ecológico, Navarro, de 41 años, subrayó como el Ayuntamiento de la ciudad expropió la alquería de Benicalap donde nació su madre. “Nos ofrecieron doce millones de pesetas por una alquería de 800 metros cuadrados”, apuntó. La alquería centenaria sucumbió a los nuevos tiempos y hoy ocupa su lugar un estadio de futbol a medio edificar.
En la improvisada conferencia de prensa que ofreció a pie de calle, Navarro tuvo palabras de cariño para otros desalojados como los de la pedanía de La Punta, donde se perdieron hectáreas de cultivo para la Zona de Actuaciones Logísticas (ZAL) junto al puerto de Valencia. “Hoy vemos para qué sirvió”, agregó en alusión al espacio muerto en que se ha convertido.
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