CiU y PP se alían para erigir un nuevo edificio en la torre Deutsche Bank

LLa torre Deutsche Bank tiene los días contados. Los fondos de inversión KKH Capital Group y Perella Weinberg Partners quieren sustituirla por otro edificio más alto para convertirlo en un hotel de cinco estrellas gran lujo y no tendrán problemas para sacar adelante sus planes: CiU y PP se han puesto de acuerdo en el Ayuntamiento de Barcelona para hacerlo posible. Los populares presentarán el próximo jueves en la comisión de Urbanismo una propuesta para modificar el Plan General Metropolitano con la que el actual edificio, de 14.000 metros cuadrados, podrá tener en el futuro 19.000. Ese incremento se deberá, en parte, a que el nuevo edificio pasará de los 71 metros de altura actuales hasta un máximo de 98 metros, según la documentación del Ayuntamiento.

El presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, anunció ayer el acuerdo que desencalla el proyecto del nuevo hotel de lujo. Y lo hizo ante el edificio con forma de templo construido a finales del siglo XIX por la familia Masriera en el número 72 de la calle Bailén. Ese inmueble es uno de los elementos imprescindibles que permitirán que el futuro hotel gane más de un 35% de techo disponible. Porque KKH se lo ha adquirido a su propietario, la Fundación Pere Relats, para trasladar la edificabilidad del terreno donde se situará (4.500 metros cuadrados) el futuro establecimiento hotelero.

El fondo pagará a la entidad social 10,6 millones de euros por el edificio, que después será transferido al Ayuntamiento para convertirlo en equipamiento y abrir los jardines posteriores al público. Para ganar más edificabilidad, KKH pagará otros 1,02 millones de euros para comprar los derechos de edificabilidad de un edificio que la entidad Els Lluïsos de Gràcia tiene en propiedad en la calle Verntallat. Entre las dos operaciones, la sociedad inversora gana 5.000 metros para ganar espacio en el nuevo hotel. Además, el Ayuntamiento de Barcelona ingresará cerca de 10 millones de euros por los derechos de aprovechamiento urbanístico del edificio.

Fernández Díaz destacó que, además de crear equipamiento público, la operación permitirá crear 400 empleos, 300 directos y otros cien indirectos. El dirigente popular restó importancia al hecho de que se incremente el espacio del edificio para construir un nuevo hotel, sobre todo cuando está suspendida la concesión de nuevas licencias de alojamientos turísticos en el distrito de Gràcia.

Según fuentes conocedoras del proyecto, la intención es aprovechar para construir un nuevo edificio singular en una zona de fuerte centralidad de Barcelona. Después de haber pagado 90 millones de euros por el actual inmueble, los fondos propietarios sopesan destinar otros 75 millones en la construcción del nuevo edificio, que tendrá una capacidad para albergar 200 habitaciones.