Bocados de lujo en Serrano

David Muñoz (Madrid, 1980) lo tiene claro: “El sabor es lo más importante”. Sin embargo, no olvida que ser arriesgado y agresivo son dos factores que caracterizan su cocina. Pero el riesgo no solo lo asume a la hora de preparar sus platos, también en los negocios. Hace ocho años el chef de la cresta mohicana abrió el restaurante de alta cocina DiverXO, y es ahora, en 2015, cuando “será rentable por primera vez”, dice. Y ello gracias al éxito que ha tenido con el local de StreetXO, sumado a los acuerdos con marcas comerciales de las que ha sido imagen. Ahora el cocinero tres estrellas Michelin inaugura una nueva sede, de 200 metros cuadrados, un local de comida callejera con una oferta gastronómica “un poco punki”, en el espacio Gourmet Experience de El Corte Inglés de la calle de Serrano en Madrid.

Muñoz es atrevido y, a pesar de que aún se encuentra en números rojos, no deja de soñar. Y soñar en grande. Tras ver el éxito que ha tenido StreetXO en la capital, ha decidido volver a la zona “de no confort” y cruzar las fronteras con este nuevo proyecto. Y qué mejor ciudad que Londres para salir de casa. Las obras están casi a punto de terminar, aunque a causa de su agenda, muy ocupada, ha tenido que retrasar la apertura seis meses —estaba previsto abrir en septiembre de 2014 y será en marzo de este año—. El StreetXO de la capital inglesa “triplica el espacio” de su “hermano” madrileño y ha requerido una inversión de dos millones de euros, frente a los aproximadamente 800.000 del español. “Estará ubicado en el barrio de Mayfair, que es uno de los más esnobs y caros”, anuncia el cocinero.

Entre los tres cocineros suman siete estrellas Michelin

Pero conquistar Londres es solo el primer paso. A finales de 2015 tiene previsto tomar Nueva York, mientras que en 2016 apuntará a Asia. “Tenemos varias propuestas en Macao, Hong Kong y Singapur. Las estamos analizando”, puntualiza.

El nuevo StreetXO de la Milla de Oro posee una barra grande. “Es para comer de pie y pasarlo bien. No es un restaurante porque no hay camareros. Este proyecto es una forma distinta de alta cocina, pero pretende que sea asequible al bolsillo de todos”, explica David Muñoz. El precio medio de la carta ronda los 30 euros por persona. A diferencia del que tiene en Callao, este local cuenta con una coctelería, que llega de la mano de Carlos Moreno, “el número uno de España”, según el propio chef madrileño.

Muñoz tendrá nuevos vecinos. Además de la propuesta gastronómica de StreetXO, la Milla de Oro contará con una típica antojería (tapeo) mexicana, que llega de la mano de Roberto Ruiz (una estrella Michelin). Y del calor de la cocina mexicana al frío de Rocambolesc, del mejor repostero del mundo Jordi Roca, en un espacio culinario dedicado a los helados.

Los inquilinos de la séptima planta de El Corte Inglés de la calle de Serrano, además de compartir una terraza, comparten la idea de hacer accesible la alta cocina a todos los bolsillos.

Salón Cascabel ofrece una carta con precios variados que arrancan desde los ocho euros. El chef Ruiz (México DF, 1975), la mente detrás del local, importa el concepto de antojería de México DF. “Hoy mientras caminaba vi un local que decía comida texmex. Y me di cuenta de que lo que yo hago es cocina iberomexicana. Aquí reinterpretamos lo mejor de la cocina de mi país con los mejores ingredientes de España. En Salón Cascabel queremos enchilar Madrid”, explica el mexicano.

Degustar un antojito será una experiencia de película, pues el espacio ha sido diseñado por Eugenio Caballero, ganador de un Oscar por la dirección artística de la película El laberinto del fauno. Además, ofrece una exclusiva variedad de cócteles con licores mexicanos como el mezcal y el tequila, “ideales para beber con los amigos en la terraza”, asegura Ruiz.

El toque dulce llega con acento catalán. Jordi Roca (Girona, 1978) convierte en helados algunos de sus más emblemáticos postres, creados en El Celler de Can Roca, el tres estrellas Michelin en Girona.

Esta es su primera experiencia fuera de Cataluña. Ofrecerá helados de seis sabores con 34 tipos de aderezos. Su creatividad no solo es ingeniosa, sino también divertida. Un ejemplo: el rocatocha, un helado con la forma de su nariz. El repostero además ha creado para la ocasión un sabor dedicado a Madrid: un polo con forma de oso y sabor a madroño. La oferta también incluye bollería y café.