La paralización de la incineradora puede costar otros 68 millones

El presidente de la Mancomunidad de San Markos, Denis Itxaso, advirtió ayer que la política en materia de residuos de Bildu en el territorio puede suponer un “cataclismo económico”. Itxaso, también candidato del PSE a la Diputación, explicó en las Juntas Generales que la paralización de la incineradora puede suponer un coste de 68 millones. A tal cantidad tendría que hacer frente el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) si el tribunal que estudia la legalidad de unos créditos contraídos para la construcción de la planta falla a favor de las entidades que los concedieron.

GHK decidió llevar ante los tribunales unos créditos swap, firmados en la pasada legislatura, cuando el PNV gobernaba la Diputación, por considerarlos un producto financiero “tóxico y especulativo”, que supone el pago de una serie de intereses al mes. En concreto GHK paga 670.000 euros al mes, algo más de ocho millones al año, por asegurar unos créditos para la construcción de una infraestructura que decidió no levantar.

Itxaso detalló que para el territorio, si finalmente se ve obligado, es “inasumible” pagar tal cantidad. La Diputación, como miembro de GHK, entre otros, tendría que abonar unos 20 millones y el Ayuntamiento de San Sebastián, 12, ejemplificó.

Itxaso además recordó que a estos 68 millones habría que sumar los 13 que GHK pactó con las empresas adjudicatarias de la obra tras la paralización de la misma, ocho en concepto de indemnización, y la cantidad restante por los trabajos ya hechos. “Durante tres ejercicios consecutivos GHK no ha superado la auditoría contable”, remarcó Itxaso, que volvió a denunciar el estado financiero del Consorcio.

El presidente de San Markos también remarcó que los guipuzcoanos pagan 145 euros por tonelada tratada, una cantidad fijada para hacer frente al pago de la construcción de la planta y que sin embargo no ha sido revisada a pesar de que finalmente no se construirá.