Los socialistas piden al Consell que no participe en una sociedad en crisis
El Instituto de Finanzas ejecuta una opción de compra por 20 millones de euros en Desarrollos Urbanísticos Aguamarga, propietaria de los terrenos de Kelme
Los socialistas desaprueban que el Consell autorice al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a comprar por 20 millones de euros una participación en una empresa en concurso de acreedores desde hace más de un año. El brazo financiero de la Generalitat no ha ejercido en años la opción de compra sobre la participación que Bankia y el Sabadell-CAM tienen en la sociedad Desarrollos Urbanísticos Aguamarga, propietaria del suelo de los antiguos dueños de la zapatera Kelme. Pero ahora, cuando la sociedad está en concurso de acreedores, se ha decidido a hacerlo. “Estamos ante una nueva socialización de las pérdidas como el Consell de Fabra hizo con la innecesaria compra de Valmor”, denuncia el diputado socialista Francisco Toledo.
Según el informe de la Sindicatura de Comptes, el Instituto de Finanzas y uno de los socios de Aguamarga formalizaron el pasado 23 de octubre una escritura de opción de venta y compraventa de participaciones y crédito por 20,1 millones de euros, más 2,5 millones de euros por intereses acumulados desde noviembre de 2011. Esta operación se realiza al amparo de una cláusula firmada por el IVF en 2008 por la que aceptó la posibilidad de recomprar a dos de los socios —entonces Bancaja y CAM— de su participación en la firma que compró los terrenos a los dueños de Kelme. El plan de viabilidad de la sociedad zapatera establecía que el IVF y las dos cajas de ahorros reestructuraban la deuda de 47 millones de euros de la empresa de ropa y calzado deportivo, compensado los créditos con participaciones en la sociedad Desarrollos Urbanísticos Aguamarga, que pasó a ser propietaria de 121 hectáreas en el enclave alicantino del mismo nombre. Eran terrenos no urbanizables sobre los que no existían posibilidades de promoción urbanística al estar protegidos por su alto valor medioambiental, pero sí había un compromiso de permuta del Ayuntamiento de Alicante por otros terrenos urbanizables, resumen los socialistas.
“El Consell diseñó un cuento de la lechera para socializar las pérdidas de Kelme, y además aceptó una opción de recompra, con lo que si el cuento llegaba a buen término, se hacía la permuta y acababa teniendo beneficios Desarrollos Urbanísticos Aguamarga, las entidades financieras salían ganando y si no, como ha ocurrido, todas las pérdidas acababa pagándolas la Generalitat”, resume Toledo.
La operación está pendiente de que el Consell la apruebe y los socialistas no tienen constancia de que eso se haya producido, por lo que solicitan al presidente Alberto Fabra que reflexione y no autorice una operación ruinosa para el erario público. Piden al Gobierno valenciano que busque responsabilidades en la firma de aquellos acuerdos “draconianos” y “enormemente gravosos” para las arcas públicas y no asuma la ejecución de la opción de compra sin más.
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