Una Ertzaintza de intrigas

Fernando García (Irún, 1968) comenzó hace dos años una "aventura", un "experimento" que se saldó a finales de noviembre con la publicación de su primer libro, 3 Korapilo (3 Nudos). Una novela negra protagonizada por ertzainas y con diversos municipios vascos como telón de fondo (Hondarribia, Vitoria, Eibar, Bilbao...), amén de comisarías o de la Academia de la Ertzaintza, en Arkaute.

El libro arranca con el asesinato de un agente para dibujar en los sucesivos capítulos la relación de este y otros dos compañeros, un hombre y una mujer. Un triángulo que vertebra las pesquisas de la sargento Sorondo, la protagonista, y a la que espera un nuevo libro en el que García ya está trabajando.

3 Korapilo, autoeditada y a la venta en las librerías Elkar, además de suponer un reto para su autor, persigue otros muchos objetivos, como el de mostrar una imagen del cuerpo y de los agentes "normal". "Me apetece que se normalice la situación en muchos sentidos, y ese es uno de ellos, los ertzainas también son personas y tienen relaciones, tendrán sus líos, sus cosas, como personas normales", enumera.

El autor, apasionado de la novela negra -entre sus referentes se encuentran Sherlock Holmes y Philip Marlowe-, se decantó por el género por ser "quizás el más realista. Es un poco como la vida misma. No es perfecto, los héroes no son completamente héroes, al igual que los antagonistas".

García sólo se atrevió a publicar la novela tras participar en un taller de escritura en Irún y ver que al leer algunos fragmentos en clase sus compañeros le pedían que siguiera con el relato. Una reacción positiva al igual que la que obtuvo cuando una vez terminado el libro se lo dio a diferentes personas para que lo leyeran, entre ellos escritores, y, por supuesto, ertzainas. "Las opiniones han sido buenas y eso fue lo que al final me animó", cuenta al ser preguntado por la reacción de los agentes tras leer el libro.

Si bien la novela retrata con detalle y precisión determinadas unidades de la Ertzaintza, los cargos y grados de los agentes o la Academia de Arkaute, ningún personaje es real. "Todos tienen cosas de personas reales y mías porque al fin y al cabo yo les doy vida. Pero real no hay ninguno, nadie que la lea puede decir, '¡Ah!, este es fulanito", se defiende García. Y, ¿cómo se ha documentado?, "tengo muchos amigos ertzainas", se justifica con media sonrisa.