Los pasajeros menguantes del aeropuerto de Castellón
SNC-Lavalin reduce fuertemente la previsión de pasajeros de todos los estudios previos
El aeropuerto de Castellón, una de las infraestructuras más fuertemente reivindicadas por el sector empresarial y turístico de la provincia en la última década, ya está operativo y listo para la llegada de los ansiados turistas. Los empresarios castellonenses han fiado el desarrollo de la provincia a la denostada instalación de Vilanova d'Alcolea. Pero las expectativas de ahora distan mucho de las grandes cifras que se barajaron hasta hace no mucho. El aeropuerto de Castellón ha sido objeto de hasta seis informes de viabilidad (sin contar el último encargado por el Consell para su licitación) y en todos ellos la cifra de pasajeros previstos para el primer año se aleja mucho de la anunciada por SNC-Lavalin, la empresa encargada de su explotación.
Alain Russel, presidente y director general del aeropuerto, manifestó el pasado jueves que en 2015 esperan recibir 35.000 pasajeros (son datos sumando la ida y la vuelta). El dato ya es inferior al que expuso el día que se firmó el contrato por el que la Generalitat pagará 24,5 millones de euros en nueve años para que el grupo canadiense explote el aeropuerto durante 20. Aquel día se habló de algo menos de 50.000 pasajeros en el primer año operativo. La gran diferencia, no obstante, se da en las cifras fijadas en los años en los que Carlos Fabra estaba al frente del aeropuerto.
El plan director de 1998 presentado al Ministerio de Fomento estableció que en el peor escenario posible pasarían 190.000 pasajeros y, en el mejor, 320.000. La previsión media se fijó en 255.000. Cinco años después, los números se dispararon.
En 2003 se redactaron las condiciones para la construcción y explotación del aeropuerto de Vilanova d'Alcolea y se encargó un nuevo estudio (a Mott McDonald) que contempló para el primer año el paso de casi 600.000 pasajeros. Fue con este documento (realizado sin visitar Castellón y con búsquedas por Internet) con el que el Consell fijó la cuota de rentabilidad en ese número y se comprometió a pagar a la concesionaria seis euros por cada pasajero de menos. Este informe marcó que en solo cinco años se llegaría al millón (SNC-Lavalin no lo prevé hasta dentro de quince años). Según el documento, en el primer año el aeropuerto ingresaría 6,7 millones de euros.
El Ministerio de Fomento aprobó en 2006 el plan director que dejó en 255.000 el número de viajeros en el primer año y cerca de 900.000 en el quinto. Tres análisis posteriores volvieron a incrementar las previsiones. Uno de 2007 planteó 300.000 el primer año y un millón al cuarto. ASA Consulting subió a 500.000 el primer año y 1,15 millones al quinto en un estudio de 2010. En julio de 2011, tres meses después de que Carlos Fabra inaugurara el aeropuerto de Castellón, la empresa que debía explotarlo (Concesiones Aeroportuarias) hizo una última previsión: el primer año pasarían 309.140 pasajeros y un millón al quinto.
La Generalitat valenciana encargó un nuevo informe después de que Fabra dejara la presidencia de Aerocas, la empresa pública del aeropuerto. En esta ocasión no se habló de previsiones pero se fijó como cuota de rentabilidad 360.000 pasajeros al año. Una cifra que Lavalin prevé alcanzar en 2018.
Las primeras previsiones se hicieron contando con construir 12 campos de golf, Mundo Ilusión y 40.000 viviendas.
Las previsiones actuales de la empresa que explotará el aeropuerto de Castellón son las más modestas. Las primeras se hicieron contando con que se haría realidad el sueño completo de Carlos Fabra: construir 12 campos de golf, el parque temático de Mundo Ilusión y hasta 40.000 nuevas viviendas. El aeropuerto se pensó para dar soporte a estos proyectos que no han visto la luz. Y ahora hasta el sector opina que la oferta hotelera de la provincia (unas 24.000 plazas) es escasa.
Según los últimos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referentes a 2013, los hoteles de Castellón alojaron 953.412 turistas. De ellos solo 170.938 fueron extranjeros, franceses sobre todo. Otros 125.000 turistas se quedaron en apartamentos turísticos. Alain Russel manifestó la semana pasada que esperan captar a turistas del norte de Europa y de Francia. Pero admitió que atraer al mercado ruso, uno de los que se fijaron como preferentes, es "más complicado". "Un aeropuerto no crea mercado", dijo Russel.
Los empresarios de Castellón creen que la instalación no solo será buena para el turismo, sino que es la infraestructura que necesitaban para captar inversores extranjeros que desarrollen los planes urbanísticos que se quedaron en el camino. Todas las previsiones son ahora papel mojado. 2015 será el año en el que el aeropuerto tome el pulso real a su viabilidad.
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