El húmero de Lezetxiki tiene una antigüedad de 164.000 años
De todos los restos hallados en la península, solo los de Atapuerca son anteriores
A finales de agosto de 1964, el equipo del sacerdote y antropólogo José Miguel Barandiarán halló un húmero en la cueva Lezetxiki, en Mondragón. Un resto, que hoy, 50 años después se ha conseguido datar su antigüedad, 164.000 años. De todos los vestigios encontrados en la península, solo los de Atapuerca son anteriores. Los resultados del estudio han sido presentados esta mañana en San Sebastián por la catedrática de antropología de la UPV, Concepción de la Rúa, el paleoantropólogo y una de las personas que encontró el resto Jesús Altuna, y el viceconsejero de Cultura, Joxean Muñoz.
Altuna ha apuntado que aunque hasta ahora no se haya datado la antigüedad, el hecho de que en la misma cueva, en un nivel superior, se encontraran trozos del cráneo de un oso previo al de las cavernas, que despareció de Europa hace 120.000 años, indicaba que el resto humano era anterior, como precisó Barandiarán en su diario.
"Día 20. Por la tarde a San Sebastián, a bautizar a la hija de Jokin Intxausti. Entretanto, en Lezetxiki mis compañeros han descubierto un hueso humano de época musteriense o anterior", escribió el antropólogo.
De la Rúa ha detallado que los análisis que han podido determinar la antigüedad del húmero, series de uranio, no se han hecho hasta ahora porque no existían las técnicas precisas. La catedrática ha puntualizado que a finales de los años 60 se intentó datar el hueso con este método, pero los resultados no fueron concluyentes.
El Centro Goaz, donde se han conservado los restos y estudiado, creyó oportuno someterlos a un nuevo análisis al cumplirse el 50 aniversario del hallazgo. Los especialistas se pusieron en contacto con Rainer Grün, experto en Geocronología de la Universidad Nacional de Australia, y la persona que ha determinado la antigüedad, con un margen de error de más, menos 9.000 años.
Además, los especialistas han conseguido extraer ADN del húmero. El siguiente objetivo, como han explicado los expertos, es analizar estas muestras para comprobar a qué especie perteneció el resto y, si como se cree, perteneció a una mujer.
El experto australiano además realizó un análisis morfométrico del hueso y que ha arrojado que el húmero tiene "una gran afinidad" con los fósiles del Pleistoceno Medio encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca, poblaciones anteriores a los neandertales.
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