Envío sorpresa de ‘papeles de Salamanca’

A las 19,30 horas de este jueves llegó al Arxiu Nacional de Catalunya de Sant Cugat la furgoneta procedente de Salamanca cargada con parte de la documentación que ha permanecido fuera de Cataluña más de 80 años, tras ser requisadas por las tropas franquistas al finalizar la guerra civil. En su interior 238 cajas, 350 libros, 10 carteles, dos láminas, tres mapas y planos, cuatro banderas, diez panfletos y ocho tarjetas postales que han salido a las 7.30 horas del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.

“A media mañana hemos tenido notificación de que estaban viajando los documentos”, explicó el consejero de Cultura Ferran Mascarell junto a las cajas. “La primera impresión es que no ha llegado todo lo que se esperaba, aunque no hemos podido verificarlo. Celebro la llegada, pero no puedo estar satisfecho, teniendo en cuenta que la última Comisión Mixta se celebró en abril de 2013, no hay razón para hacer una selección del material”, prosiguió. “La ley es la ley. Verificaremos los documentos con lo acordado en la comisión, y si no se ha devuelto todo se habrá cometido una ilegalidad. Seguiremos reclamando. Es indignante e injustificable. No dudaremos en adoptar medidas legales”, apostilló Mascarell.

Josep Cruanyes representante de la Comisión de la Dignidad, entidad que desde hace años ha luchado por la recuperación de los documentos, que no dudó en acercarse a Sant Cugat para asistir a la llegada de los documentos, confirmó la falta de información. “La prueba es que teníamos programado un acto de protesta por el retraso”.

Sin embargo, fuentes del Ministerio de Cultura, Educación y Deportes aseguran que la sorpresa no es tal, porque "dentro de las relaciones cordiales y fluidas se han ido manteniendo reuniones entre el director general de Patrimonio catalán Joan Pluma y el director de Bellas Artes y Archivo, Miguel Ángel Recio. La última este martes en la que se le dijo que la entrega era inminente y se les informó de que la documentación que se enviaría sería la anunciada en junio tras la reunión del Patronato", explican.

Por lo tanto, inferior a las que reclama la Generalitat: 300 cajas y 3.000 libros y publicaciones periódicas que se sumarían a otras 1.439 cajas y 579 libros ya enviados desde 2006. La diferencia entre unas cifras y otras está en que el Ministerio considera que esta documentación que retiene es la que no podrá devolverse a sus dueños por no existir ya.

El Ministerio insiste en que el envío representaba el cumplimiento de la ley estatal 21/2005 de 17 de noviembre y que se trataba del último pendiente. “Con este acuerdo se cierra todo”, dijeron en julio y volvieron a repetir este jueves desde el Ministerio. “La entrega que hacemos a la Generalitat es para que restituya esta documentación a los propietarios originales o sus sucesores, y no tiene sentido que se haga una entrega de una documentación de la que fehacientemente sabemos que ya no existen esos propietarios originales o sucesores”, aseguran. Entre estos papeles están los del Socorro Rojo Internacional o Solidaridad Internacional Antifascista, por no existir, aseguran, estas instituciones.

Además, el Ministerio sigue reclamando que se cumpla con la sentencia del Constitucional de 2013 que establece que los documentos que no se puedan retornar a sus dueños deben volver a un centro estatal, que no es otro que el de Salamanca. La Generalitat alega que el proceso no ha acabado, y que ya ha retornado el 80% de los papeles y se han identificado a muchos del 20% restante.

José Antonio de Santiago-Juárez, portavoz de la Junta de Castilla y León afirmó que no le gusta que sigan saliendo papeles del centro y pidió que se cumplan otros acuerdos del Patronato. “Siempre hemos estado en contra de que saliese cualquier documento, no nos ha gustado nada, eso no es nuevo, lo hemos denunciado siempre". Por su parte, Policarpo Sánchez, presidente de Salvar el Archivo que asistió a la salida de la documentación fue el que informó de la cantidad enviada antes de que lo anunciara el Ministerio o lo supiera la Generalitat. Lo han hecho a “escondidas y de madrugada”.