“No me avergüenzo de 30 años de lucha ni desprecio a mis mayores”
“Podemos igual responde a algún interés por fracturar el voto de izquierda", señala López
“A mí no me sacan en la televisión pero estoy todos los días en la calle con los trabajadores”, se reivindica Raquel López (Madrid, 1979), concejal desde 2007, miembro de la dirección del Partido Comunista y aspirante a ser elegida el próximo domingo como candidata de Izquierda Unida al Ayuntamiento de la capital. Critica “la osadía” de su rival Mauricio Valiente por presentarse a las primarias “sin tener mucho conocimiento de la ciudad”, y añade: “Me molesta profundamente que afirme que estoy concentrada en el trabajo institucional y no en la calle, cuando, a día de hoy, no hay ni un trabajador de los servicios públicos que no me conozca: he estado en la huelga de limpieza viaria del año pasado, en las manifestaciones, con el movimiento vecinal para frenar que el PP regalara la finca de Torre Arias al Opus Dei…”.
Pregunta. ¿Qué puede aportar usted frente a sus rivales?
Respuesta. Muchísimo conocimiento de la ciudad, algo que no creo que tengan las otras candidaturas, y muchísimo trabajo previo. Para mí es muy emocionante que los barrenderos y el resto de trabajadores públicos se estén volcando conmigo de manera abrumadora. Llevo ocho años como concejala, y peleando por esta ciudad desde 2003. Tengo 35 años, cuando mi rival me critica por ser continuista me da la risa…
P. ¿Cree que se han hecho bien las cosas en IU de Madrid en los últimos años?
R. Seguramente habremos hecho muchas cosas mal, hay que hacer autocrítica y mejorar. Pero todos hemos formado parte de la dirección de IU desde hace mucho tiempo, y todos debemos hacernos corresponsables de las decisiones tomadas en los órganos de gobierno. Y no ahora, como se presentan a unas primarias, intentar cambiar el rumbo de la dirección política de IU. Somos candidatos al Ayuntamiento, no a ser coordinadores. Ahora existe una estabilidad importante en la dirección, por mucho que se esté escenificando que hay dos partes. Mi candidatura representa a IU, no a una familia o a una tribu. Las primarias tienen que constituir un antes y un después, antes guerras internas y después unidad, porque lo que queremos es un gobierno de izquierdas en Madrid. Tenemos que dejar de mirarnos el ombligo.
P. ¿El después incluye presentarse a las elecciones primarias de Ganemos?
R. Los órganos de dirección, por unanimidad, acordamos converger con todas las fuerzas de la izquierda, porque es imprescindible la unidad de la izquierda. Hay una voluntad de confluir con Ganemos en torno a un programa concreto. Ese escenario se va a dar, pero en torno a una coalición electoral porque nosotros no renunciamos a nuestra identidad política. Las identidades enriquecen, negarlas sería un error. No pasará esa convergencia si no es en torno a un programa y a esa coalición que respete las identidades políticas de cada cual, no vamos a renunciar a 30 años de lucha. Hay otras candidaturas que tiene facilidad a renunciar a esos 30 años como si les avergonzase, a mí no me avergüenza lo que han hecho mis abuelos, mis padres, no desprecio a mis mayores porque mis mayores son patrimonio de esta organización. Y espero que quien quiera esa unidad de la izquierda no ponga obstáculos en algo tan ridículo como que nadie renuncie a su identidad política.
P. ¿Y cómo se defiende esa identidad dentro Ganemos?
R. No nos vamos a diluir en Ganemos. No es un empecinamiento en no renunciar a las siglas, es no renunciar a la identidad política que tiene que ver con la lucha de 30 años. Y somos muchos los que vamos a pelear porque no ocurra. Hay otra candidatura que está empeñada en otra cosa...
P. ¿Sería un problema para usted que un miembro de Podemos terminara encabezando Ganemos?
R. Para nada, lo que estamos planteando es que hace falta un gobierno de izquierdas, da igual quien lo encabece. En torno a un programa, generosidad absoluta; yo quiero ser solución, no problema.
P. ¿Le consta que haya simpatizantes de Podemos apuntados como simpatizantes?
R. Se han detectado que algunos compañeros de Podemos que se han apuntado, pero no podrán participar pese a su buena voluntad. Espero que sea minoritario, porque eso desvirtuaría el resultado. Pero me parece un error de bulto que otros candidatos aplaudan eso. Esto no son unas elecciones municipales, donde se busca que nos voten las bases electorales del PSOE y de Podemos, esto son unas primarias para decidir a nuestros mejores hombres y mujeres, y tienen que participar los votantes y simpatizantes que conocen nuestra trayectoria y política. Sería muy extraño que al presidente del Barça lo eligieran los del Atleti.
P. ¿Pactaría con el PSOE para apartar al PP de la alcaldía?
R. Tenemos que tener memoria, el PSOE ha hecho mucho daño a este país, y cuando han tenido oportunidad de mejorar las condiciones de la clase trabajadora no ha movido un dedo. ¿Va a haber pactos postelectorales? La pregunta es: ¿están dispuestos a hacer políticas de izquierda? Si no, ni nos sentamos.
P. ¿Y con UPyD?
R. Radicalmente no.
P. ¿Aunque sean necesarios para desalojar al PP?
R. Radicalmente, no. ¿Cómo se puede pactar con una fuerza de derechas para echar a otra fuerza de derechas? No nos podríamos poner de acuerdo en nada.
P. ¿Qué ha podido pasar para que surja Podemos con tanta fuerza y a costa de su base electoral?
R. Hay una situación de descontento muy comprensible. Tenemos que estar satisfechos de que en el resto de Europa se han impulsado fuerzas de ultraderecha y en España no, aquí se ha canalizado hacia una fuerza que se llama de izquierdas pero aún estoy esperando a que se definan ideológicamente y concreten un programa. Es muy bueno lo que está pasando, pero sin duda hay un impulso de los medios de comunicación que no habíamos visto en muchísimo tiempo. Eso debe responder a algún tipo de interés, igual hay alguien que está pensando en fracturar el voto de la izquierda, porque IU tenía unas expectativas importantes y no surge como consecuencia del malestar de la crisis sino para combatir el sistema, aunque a nosotros no nos hayan apoyado tanto mediáticamente. Nosotros siempre hemos sido antisistema. Creo que es un error que Podemos rechace concurrir a las municipales, el municipio es fundamental, despreciar eso es no saber lo que es la política, la cercanía.
P. ¿Qué es lo más urgente para la ciudad, su principal propuesta?
R. Fortalecer los servicios sociales ante una situación de emergencia social en Madrid. Hace falta otra política de ingresos y gastos, cobrar más a los que más tienen mediante el IBI, imponer una tasa turística y a los cajeros automáticos… Todos los años hacemos una enmienda a la totalidad a los presupuestos explicando cómo se podrían obtener 500 millones más. Hace falta una fiscalidad progresiva y una política de gastos que se centre en las necesidades más inmediatas. Estamos en una economía de resistencia en el Ayuntamiento. Nos han endeudado a más de dos generaciones para dar de comer al ladrillo y la especulación.
P. ¿Qué haría con la deuda?
R. Hay que renegociarla y auditarla. El PP lleva ganando por mayoría absoluta muchísimo tiempo, parte de ese gasto ha sido refrendado por los vecinos. Pero es ilegítima toda la parte de la deuda que tiene que ver con las obras que el PP dijo que iba a costar cinco y han costado 150. Las grandes constructoras se lo han llevado crudo a costa de los madrileños.
P. ¿Y con los servicios públicos?
R. Tengo la obsesión de sacar a las constructoras de los servicios públicos, llevan muchísimos años chupando la sangre a los vecinos. El PP sabe que les vamos a echar del gobierno y han atado muy bien los contratos, a ocho o 10 años. Revertirlos con el pago de indemnizaciones es imposible porque serían millonarias. Así que fortalecería el cuerpo inspector para hacerle la vida imposible a las empresas, para que cumplan de verdad el pliego de condiciones. No va a ser al día siguiente, pero me voy a convertir en su dolor de cabeza, les voy a echar de la ecuación. Los servicios públicos gestionados desde lo público son lo único que garantiza la calidad y la dignidad de los trabajadores. Y además, son más baratos, aunque su objetivo sea social y no de rentabilidad económica.
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