“No pagaremos la deuda de Madrid a los bancos porque es ilegítima”
Valiente promete subir el IBI a los pisos vacíos y quitar la exención a la Iglesia católica
Desde su despacho en la Asamblea, presidido por un póster de Lenin, Mauricio Valiente (Madrid, 1966), doctor en Derecho, abogado en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y desde 2011 diputado regional, desgrana sus razones para aspirar, en las primarias del próximo domingo, a ser el candidato de Izquierda Unida al Ayuntamiento de Madrid. Censura con nombres y apellidos cómo han venido haciéndose las cosas hasta ahora en su formación, que ve “encerrada” en sí misma, aislada de la calle. Y defiende “una transformación radical” en el Ayuntamiento que incluya el impago de la parte “ilegítima” de la deuda municipal. “Madrid va a ser un Ayuntamiento de resistencia, muy basado en el poder popular. Nos vamos a mover en una delgada línea roja porque nos han dejado muy poco margen de maniobra. Vamos a cuestionar la deuda y los contratos de servicios municipales, y vamos a jugar fuerte. No estamos para gestionar los recortes”, explica Valiente.
Pregunta. ¿Por qué habría de votarle un militante de Izquierda?
Respuesta. Represento una forma de hacer política en IU muy pegada a los movimientos sociales, lo que supone un cambio en la orientación que pretendemos dar a la labor institucional. Una propuesta de continuidad nos condenaría a un continuismo que no nos podemos permitir.
P. ¿Se refiere a sus dos rivales, Raquel López y Lali Vaquero?
R. Por quiénes las apoyan, representan una forma de hacer política que prioriza la acción institucional, no el poder social en las instituciones, que nos aísla de nuestra fuerza para articular luchas desde cada barrio, cada empresa, cada centro educativo… Creo que hemos estado muy encerrados e incluso el portavoz municipal, Ángel Perez, se ha permitido unas críticas al 15-M que no ayudan nada al momento político.
P. ¿Por qué habría de votarle un simpatizante?
R. Porque el perfil que represento yo o Tania Sánchez en la Comunidad es el que nos puede situar en las mejores condiciones para la unidad de la base social que se ha movilizado, un discurso basado en la perspectiva de transformación radical y no en la propia identidad es lo que más puede ayudar a la confluencia de los miles de ciudadanos que queremos que construyan con nosotros un instrumento político para el cambio.
P. ¿Se presentará usted a las primarias de Ganemos?
R. Ese es mi compromiso y la decisión política de los órganos de dirección de IU. Hacemos unas primarias para luego concurrir en el proceso que organice Ganemos.
P. ¿Sería bueno que Podemos se integrara en Ganemos?
R. Por supuesto. Todas las fuerzas políticas y sociales que han luchado durante estos años contra los recortes tienen que estar. Es más, si no estamos todos, perdemos. Si no aprovechamos la oportunidad histórica, por un espejismo de encuestas o una obsesión electoralista, perderemos la oportunidad. Tenemos que hacer el esfuerzo para que todo el mundo pueda participar, respetando señas de identidad. No vamos a cuestionar cómo se organizan otros, y los debates de cómo nos organizamos nosotros los tendremos nosotros.
P. ¿No teme que, con su pujanza actual, Podemos pueda instrumentalizar a IU en favor de sus intereses legítimos como partido diferente que es?
R. Temor, ninguno, mi confianza en IU es fundamentalmente en su composición social, en su estructura basada en cada barrio, y eso no se improvisa. Somos muy plurales y vamos a estar cómodos en un espacio plural. La gran dificultad es acordar unas normas y procedimientos donde todo el mundo se sienta cómodo. Lo más sencillo es darse golpes de pecho, las retóricas identitarias para reforzar lo propio, y no entender el momento histórico que se vive. Pero eso nos lleva a la división y a la derrota. Y yo no estoy en política para perder sino para aprovechar este momento claro de cambio en profundidad.
P. ¿Si Ganemos terminara siendo encabezado por un miembro de Podemos cambiaría en algo su apoyo o actitud?
R. IU se integraría con su presencia social y política desde cada barrio y nivel, no sería un obstáculo, como espero que no lo fuera a la inversa. Eso es lo de menos. Yo en IU muchas veces he tenido que hacer campaña por compañeros con los que no estoy de acuerdo políticamente y con los que he confrontado muchos planteamientos. Una de las cosas que aporta IU, a pesar de nuestras disputas internas, es la disciplina, aquí estamos por ideas y con un proyecto, y te puede caer mejor o peor un candidato, pero eso es un aspecto secundario.
P. ¿Hay un número relevante de afiliados de otros partidos en el censo de simpatizantes de IU o es algo episódico?
R. Lo que es cierto es que hemos multiplicado por tres el número de simpatizantes respecto al de militantes [unos 5.000], y que hemos sido capaces de movilizar a mucha parte de nuestro entorno. Que haya una infiltración es radicalmente falso. Hemos sido capaces de recuperar lo que tradicionalmente había sido nuestro y que perdimos por muchos errores. Entiendo que en un proceso de disputa interna, aunque sea amigable, se produzcan estos roces o se creen fantasmas para ayudar a las candidaturas que se oponen a nosotros, que están en una posición más difícil porque no han sido capaces de movilizar tanta simpatía como nosotros. Pero tiene una importancia marginal.
P. ¿Cree que esos 15.000 simpatizantes apoyan mayoritariamente a usted y a Sánchez?
R. Creo que sí, es mi percepción, por los debates, los actos y el impacto en redes. Creo que hemos sido capaces de recuperar la ilusión en un momento muy difícil. Sería una locura enturbiar esto que hemos conseguido por un temor inexistente.
P. ¿Pactaría usted con el PSOE para desalojar al PP de la alcaldía?
R. Vamos a luchar por una mayoría política y por pilotar la gestión del cambio político. Nunca vamos a permitir que gane la derecha como consecuencia de nuestras decisiones políticas, rechazo tajantemente un escenario como el de Extremadura. Si tuviéramos mayoría simple, propondría abrir un proceso de negociación y, en base al programa, llegar a acuerdos puntuales. Si no, mi opinión sería no participar en un gobierno conjunto pero tampoco favorecer en ningún caso un gobierno de la derecha.
P. ¿Pactaría con UPyD?
R. No. Tienen dos planteamientos que nos separan: una obsesión contra los organismos públicos, para ellos la recuperación de lo público es identificable con burocracia; y una forma de hacer política que no tiene nada que ver con la consulta ciudadana y la ruptura con el modelo institucional.
P. Si fuera usted alcalde, heredaría una deuda de 5.969 millones de euros, con un pago que supone uno de cada cuatro euros del presupuesto anual. ¿Cómo lo gestionaría?
R. Lo primero sería hacer una auditoría ciudadana para clarificar el origen y quiénes son los beneficiarios de la deuda, y establecer qué parte es ilegítima.
P. ¿Qué significa ilegítima?
R. Deuda motivada por decisiones políticas ajenas a la función social del Ayuntamiento y por una connivencia entre el poder político y privado que ha permitido, por ejemplo, sobrecostes en las grandes obras. Esa auditoría no la harían cuatro profesionales encerrados en un despacho sino con participación del conjunto de la ciudadanía. Si lo hiciéramos con un procedimiento meramente técnico, podríamos ir a los bancos y decirles: ‘Oye, aquí hay una parte que no podemos asumir’. Pero si lo hacemos con la fuerza social de la mayoría de la ciudad diciendo que hay cosas que no se pueden asumir, eso nos dará fuerza para cuestionar y negociar en mejores condiciones.
P. ¿Negociar implica quitas o aplazamientos?
R. El objetivo evidente es una quita de toda la parte de la deuda que no es legítima. Y habrá otro componente de reestructuración. Pero hay un componente que hay que cuestionar, y ese es nuestro primer elemento programático porque permite romper con el capitalismo de amiguetes.
P. ¿Y si los bancos no acceden a la quita?
R. Nos pondremos firmes y habrá que ver qué medidas se pueden adoptar de presión. Si el Ayuntamiento corre el riesgo de dejar de cumplir su función social, dejaríamos de pagar. Depende del nivel de ahogo y la inflexibilidad de los bancos. Todavía no hemos alcanzado ese nivel, pero la deuda es impagable, no es asumible a medio plazo por parte del Ayuntamiento.
P. La deuda se ha invertido en la ciudad, y obtuvo el refrendo de los ciudadanos en las elecciones de 2011, que dieron mayoría absoluta al PP. ¿Qué legitimidad tiene para cuestionar cómo se gastó ese dinero para ahora no pagarlo?
R. Debemos determinar qué parte de la deuda no es legítima por sobrecostes, connivencias entre la Administración y las empresas…
P. ¿Le costa que eso haya pasado?
R. Es nuestra convicción política, pero para eso vamos a hacer la auditoría.
P. ¿Devolvería al Ayuntamiento servicios públicos que ahora prestan empresas privadas? ¿Cuáles?
R. Fundamentalmente la limpieza viaria. Eso permitirá concebir los servicios públicos de otra forma.
P. ¿Cree que es jurídicamente posible con contratos firmados a 10 años sin tener que pagar fuertes indemnizaciones?
R. Evidentemente, no va a ser de un día para otro. No vamos a tomar decisiones unilaterales que supongan una obligación de indemnización. Pero hay cláusulas de rescisión, y como en cualquier ámbito del derecho todo depende de cómo se aborde la interpretación del texto. El Ayuntamiento ha construido connivencias y nosotros queremos acabar con ellas.
P. ¿Hay alguna prueba de esas connivencias?
R. Las puertas giratorias [políticos contratados por empresas privadas y directivos de éstas en puestos públicos].
P. ¿Qué puertas giratorias ha habido en el Ayuntamiento?
R. Ahora no le sé citar ninguna en concreta, no sé, pero seguro que las habrá.
P. ¿Cómo incrementaría los ingresos para financiar todo esto?
R. El margen es muy pequeño. Con el IBI se puede apostar por combatir las exenciones, fundamentalmente de la iglesia católica, y hay que llevar a cabo una política muy ambiciosa de penalización de las viviendas vacías. La propiedad tiene una función social que se recoge en la Constitución, y en ese estrecho margen se puede incidir de una forma socialmente justificada. Es difícil establecer cuándo una vivienda está vacía, pero es jurídicamente posible. Además, sería fundamental para liberar vivienda para fines sociales, para construir un parque de pisos en alquiler realmente operativo.
P. ¿Contempla otros cambios fiscales?
R. Veo razonable, una vez que se ha dado marcha atrás con la tasa de basuras, que sangraba indiscriminadamente a los vecinos, imponer a las grandes empresas una tasa como grandes generadoras de basura.
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