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Bizkaia investiga al dueño de los caballos abandonados en Gordexola

Equo ha denunciado en el juzgado de guardia de Bilbao la muerte y el estado los animales

Una mujer señala los restos de los animales hallados junto a otros en estado de abandono en Gordexola.
Una mujer señala los restos de los animales hallados junto a otros en estado de abandono en Gordexola. LUIS TEJIDO (EFE)

La Diputación Foral de Bizkaia ha iniciado el proceso para abrir expediente sancionador al dueño de siete u ocho caballos muertos, de momento se desconoce la cifra exacta, y diez en estado de desnutrición que estaban en una finca en lo alto de un monte en Gordexola. Los diez animales vivos han sido trasladados este jueves a una cuadra foral en Galdames, donde se les atenderá hasta que se recuperen, y en ese momento se valorará de nuevo qué hacer con ellos, según ha informado la institución foral.

La misma fuente ha indicado que este organismo tuvo conocimiento este miércoles de este suceso tras una denuncia anónima al número de emergencias 112. Tras esta comunicación, se presentaron en el lugar, ubicado en el barrio Aretxederra, representantes del Ayuntamiento y la Diputación y una patrulla de la Ertzaintza, que identificó a los propietarios, según ha explicado la Policía Vasca.

También durante la mañana de este jueves, Equo ha denunciado en el juzgado de guardia de Bilbao la muerte de los animales y el estado de abandono de los que aún están vivos. Según ha relatado la militante de Equo Ana Moreno por medio de un comunicado, los cadáveres, algunos de ellos pequeños potros, están esparcidos entre las zarzas y los hoyos, uno de ellos encima de una alambrada, y los animales vivos se acercan una y otra vez a un recipiente vacío, posiblemente esperando encontrar agua en su interior.

Al conocer la noticia, también se han acercado al lugar dos jóvenes, Judit Portillo y Maialen San Pelayo, que han proporcionado a los caballos agua y heno, y han comentado que se habían quedado "impresionadas" al ver los cuerpos muertos, principalmente el de un caballo que se había caído en una hondonada y no había sido capaz de levantarse y salir. Ambas han comentado a Efe que no podían precisar el número de cadáveres que había porque, al llevar un tiempo muertos, quedan pocos restos, ya que han servido de alimentos para otros animales.

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