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Los furtivos de Ferrol salen a flote

Casi un centenar de mariscadores sin permiso se concentra ante el Ayuntamiento para reclamar trabajo y ayuda social

“Somos furtivos por obligación, no por devoción”. Con este mensaje pintado en letras negras y rojas sobre una tela blanca, se plantaron hoy bajo la lluvia al pie del Ayuntamiento de Ferrol, para ponerle cara un problema endémico de la ría de Ferrol que pasa por el saqueo sistemático de los bancos de bivalvos, fundamentalmente almeja y berberecho.

Recurrieron a las redes sociales para forjar su autoconvocatoria y acudieron muchos -no todos- de los mariscadores furtivos que esquilman prácticamente a diario los bancos de la orilla norte de la ría, desde el castillo de San Felipe hasta O Couto (Narón), en la cara más interna y contaminada de una ribera todavía sin depurar y cargada de bacterias fecales y residuos industriales que se vierten sin tratar.

Fueron unos 70 los que hoy dieron un paso al frente y salieron del anonimato en la céntrica plaza de Armas pero estiman que el colectivo suma varias docenas más, con muchas caras nuevas en los últimos años y sin contar a otro medio centenar de furtivos “más agresivos”, apuntan, que faenan sin permiso en los recodos de la orilla sur, entre Maniños (Fene) y A Barca (Mugardos).

“Somos mariscadores: trabajamos, no robamos”, proclaman, para pedir una solución al limbo que les da de comer. El furtivismo es una actividad ilegal que lleva aparejadas sanciones como falta administrativa. Las cofradías presionan a la Xunta para que se modifique el Código Penal y se tipifique como como endureciendo el castigo. Casi todos los furtivos ferrolanos acumulan un libreto de multas. “Yo tengo 30.000 euros sin pagar y a ver de donde me los quitan”, se queja C. Su compañero de faena cuenta que tiene sus escasas posesiones a nombre de su madre para evitar que le embarguen el coche. Hace décadas que trabajan la marea, su única fuente de ingresos en una ría en crisis permanente. Son, sobre todo, hombres jóvenes con hijos a cargo, mujeres (pocas) y hombres de cierta edad. Dicen estar hartos de esconderse y de soportar los golpes que -afirman ellos- les atizan ocasionalmente los agentes de la policía autonómica que este verano los han freído a operativos especiales noche sí y noche también en un intento de atajar el repunte del furtivismo que denunciaban con insistencia desde la dirección de las tres cofradías que explotan la ría: Ferrol, Barallobre (Fene) y Mugardos, que se reparten unos 400 permisos de marisqueo (permex) que son el sustento de otras tantas familias.

Los furtivos ferrolanos se reivindicaron hoy como trabajadores del mar y llamaron a la puerta del alcalde ferrolano, del PP, para que los recibiese. José Manuel Rey se reunión a mediodía con una representación del colectivo -seis portavoces- a los que prometió, explicaron éstos al término, la ayuda de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. El regidor también se comprometió a mediar ante la Consellería do Medio Rural e Mar para estudiar otras alternativas que para el colectivo de furtivos pasa por un nuevo plan de explotación de la ría que les permita regularizar su situación. A cambio, les pide que aparquen agresiones y conflictos.

“Si se depura bien, esta ría es riquísima, da para todos”, insisten. Carlos tiene dos niños pequeños y pide un trabajo. “Si es en el mar, en el mar. Si es limpiando montes pues también. Lo que sea”, terminan. Los grupos de la oposición municipal -PSOE, IU y BNG- también les han brindado hoy su apoyo. Si los políticos no cumplen, advierte Amador Vázquez, las movilizaciones continuarán. Están decididos, dice, a salir a flote y a reivindicarse como trabajadores del mar que quieren dejar de ser furtivos.

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