CiU amenaza con unas elecciones plebiscitarias si Rajoy no negocia
Mas ve inevitables los comicios, pero busca aplazarlos a la espera de un pacto con Esquerra
Artur Mas comenzó a administrar ayer el capital político conseguido en la consulta del pasado domingo. El presidente de la Generalitat, a través de varios portavoces de Convergència i Unió, dibujó un escenario para Cataluña en el que unas elecciones en clave plebiscitaria sobre la independencia serán ineludibles si el Gobierno no negocia un referéndum oficial. Los nacionalistas catalanes establecieron dos premisas que buscan dar aire a Mas para negociar con Mariano Rajoy por una parte y con el líder de ERC, Oriol Junqueras, por la otra. El mensaje para el presidente del Gobierno fue que, si no mueve ficha sobre Cataluña en un plazo “razonable”, las elecciones serán la opción más factible. A Esquerra Republicana, CiU la presionó negándose a poner fecha concreta para estos comicios mientras no acceda a formar una lista conjunta soberanista.
“Ayer [por el domingo] ganamos la semifinal por goleada, y jugaremos la final cuando sea el mejor momento para ganarla”, dijo el portavoz de CiU, Jordi Turull. El escenario que dibujó CiU sitúa ahora el balón en el terreno del Gobierno de Rajoy y permitiría dar tiempo a Mas para recuperar la popularidad perdida antes de ir a unas elecciones. La legislatura catalana no se agota oficialmente hasta 2016.
El primer paso se dará hoy. El presidente catalán enviará este martes una carta a Mariano Rajoy en la que, entre otras cosas, le pedirá la apertura de una negociación para celebrar un referéndum oficial de independencia como el que celebró Escocia el pasado septiembre. La respuesta del presidente del Gobierno marcará el desarrollo de los acontecimientos en Cataluña en las próximas semanas.
“No se puede alargar excesivamente en el tiempo, hablamos de una semana o dos como mucho para esta respuesta”, dijo el coordinador de Convergència, Josep Rull. Por la tarde, y en un intento de darle aire a la negociación, el secretario general de CiU, Ramon Espadaler, flexibilizó ese aparente ultimátum. “No ponemos ningún tipo de plazo; no hablamos de dos semanas ni de dos meses, pero esto no se puede eternizar”, dijo. Eso sí, Espadaler no descartó las elecciones anticipadas: “Cuando tengamos la respuesta a la carta, o la no respuesta, actuaremos en consecuencia”.
CDC busca un programa con la independencia como único punto
El coordinador de Convergència, Josep Rull, afirmó que la negociación con el Gobierno es su opción favorita, pero también admitió que las posibilidades de éxito son “muy bajas” y que el escenario de un referéndum pactado es “muy improbable”.
La advertencia de CiU al Gobierno es que unas elecciones anticipadas configurarían en Cataluña un panorama aún más endiablado que el actual. En caso de candidatura conjunta de los nacionalistas, CiU da por hecha una amplia victoria de esta opción. Si la lista conjunta no es posible, ERC ganaría, según los sondeos. Ninguno de los dos escenarios apunta, pues, a que la crisis independentista catalana vaya a solucionarse en breve.
La dirección de CiU, reunida ayer en hasta tres ocasiones y en diferentes formatos, llegó a la conclusión de que le conviene apurar la negociación con Rajoy. “El Gobierno tendría la oportunidad de ofrecer una solución, pero debe ser consciente de que otro no a las peticiones de Cataluña aumentará aún más el número de independentistas”, decía por la tarde un alto dirigente de CDC. Rajoy, sin embargo, tiene el problema añadido de que en su partido crecen las voces que reclaman más contundencia para abortar cualquier plan secesionista de Mas.
Rull no escondió que lo que realmente pretenden los nacionalistas es convencer a los millones de personas que el domingo no votaron o rechazaron la independencia. “Ahora toca ganar la mayoría. Podemos hacerlo con el muy poco probable referéndum o en las más que probables elecciones plebiscitarias”, avisó. El dirigente de Convergència dibujó cómo deberían ser estos comicios: “Deben servir para emitir un mandato muy explicito, con una gran candidatura de país y un punto único en el programa electoral”, dijo. La “candidatura de país” sería una lista en la que hubiera personas no solo de CiU y de ERC, sino también de las entidades que han apoyado todo el proceso soberanista. El “único punto” del programa sería la declaración de independencia. Con todo, ERC y CDC discrepan sobre si puede o no declararse la independencia sin una larga y complicada negociación previa con el Gobierno.
Los Presupuestos catalanes pueden quedar en manos del PSC o el PP
Una de las novedades de ayer fue que Unió Democràtica, por primera vez, se abrió a la posibilidad de sumarse a estas elecciones plebiscitarias que hasta ahora rechazaba. “Si Rajoy cierra todas las puertas para la negociación, lo consideraremos”, respondió Ramon Espadaler, mano derecha de Josep Antoni Duran Lleida en Unió.
Si Rajoy o los socialistas quieren restar razones para evitar unas elecciones a corto plazo en Cataluña podrían intentar otra opción: dar estabilidad al Gobierno de Artur Mas facilitándole la aprobación de los Presupuestos para 2015. CiU insistió ayer en que Mas presentará estas cuentas en tres semanas y, hoy por hoy, no tiene mayoría para aprobarlas.
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