Un país por rehabilitar
La Universitat de València debate sobre la situación política, social y económica actual a propósito del ensayo 'España contra el Estado'
Crisis económica, corrupción política, recortes sociales y sentimiento independentista copan las portadas de los periódicos y las conversaciones en los bares españoles. El descrédito en las instituciones ha hecho mella en los ciudadanos y el modelo de Estado está en la picota. La Universitat de Valencia (UV) ha entrado en el debate España, el Estado y otras metáforas políticas con la participación de Ángel López García-Molins, catedrático de Lingüística de la UV; Andrés Boix, profesor de Derecho Administrativo de la UV; Jenaro Talens, catedrático de Comunicación Audiovisual de la UV y el periodista Josep Torrent. La cita, celebrada el martes en el marco de Claustre Obert, el espacio de debate de La Universitat y EL PAÍS, se planteó con motivo de la publicación del ensayo España contra el Estado (Uno y Cero Ediciones), de Ángel López García-Molins, y contó con la presencia del vicerrector de cultura, Antonio Ariño y con la del rector, Esteban Morcillo.
Si algo no hay entre España y Cataluña es diálogo
El periodista Josep Torrent destacó que será imposible solucionar la situación actual sin una "buena distribución de las competencias", un "adecuado diseño de la participación" y un "sistema de financiación basado en la autonomía fiscal y financiera", que no serán posibles si no existe una verdadera "cultura del diálogo". Para el exdelegado del diario EL PAÍS en la Comunidad Valenciana, "si algo no hay entre España y Cataluña es diálogo" y "tal vez el proyecto federal haya llegado tarde por la mediocridad de los políticos de la derecha española y de los nacionalistas catalanes".
"Los valencianos decidieron hace tiempo que preferían ser de la corte y al final Castellón, Valencia y Alicante se han convertido en tres barrios madrileños de espaldas a sus vecinos del norte", ha criticado Torrent. Para el periodista, "los catalanes también se han olvidado dels països catalans" y aunque valencianos y catalanes "podían haber establecido una competencia cooperativa" al final no ha ocurrido ni eso "porque siempre les ha interesado bien poco". A su juicio, "no parece que en este sentido se vayan a poner de acuerdo" porque la cuestión queda reducida a "dejar de ser un barrio de Madrid para ser un barrio de Barcelona".
El nacionalismo es una lucha de unas élites financieras contra otras
El profesor de Derecho Administrativo, Andrés Boix, ha destacado que el problema principal es que "España como Estado ha fracasado en su función básica: facilitar la vida a la gente, sobre todo a aquella gente que está peor". "El Estado no está tan desastroso porque Europa nos ha encargado algunas cosas aunque seguimos teniendo menos derechos que algunas ciudades europeas", ha apostillado. Para Boix, el problema catalán parte de que el federalismo español no es un verdadero sistema federal porque las comunidades autónomas no tienen "verdadera capacidad de decisión".
España ha fracasado en su función básica: facilitar la vida a la gente
El profesor explica que el movimiento independentista es "más de base, más de fuerza y más incontrolable de lo que estamos acostumbrados" y eso le ha convertido en un "proceso de conformación de la voluntad popular" en un país donde "el modelo de Estado está condicionado por las élites". Andrés Boix ha cuestionado las propuestas de reconstrucción del Estado porque existe "una confrontación entre el Estado y la realidad que hay detrás y yo no creo que se pueda hablar de un Estado que es un desastre y no está a la altura de los ciudadanos porque somos nosotros quienes lo hemos construido así porque somos así". Boix ha hecho autocrítica: "Tenemos un problema más allá del Estado porque lo que hay que hacer es cambiar España y probablemente a nosotros mismos".
El catedrático de Comunicación Jenaro Talens atribuye "las disfunciones del Estado" a la "incultura generalizada" que genera situaciones como que "el presidente del Gobierno solo lea el Marca o que se sustituya la educación para la ciudadanía por el catecismo". Para Talens "el nacionalismo es una lucha de unas élites financieras contra otras para ver quién se lleva más parte de la perdiz" y "aunque podría enseñarse las 4 lenguas cooficiales del Estado en los colegios, como en Suecia" las élites tratan de dividir "porque la cultura unifica y lo que buscan las élites financieras no es precisamente unificar".
La laxitud moral de los españoles propicia que se robe más cuantas más posibilidades haya de hacerlo
El autor del ensayo España contra el Estado, el catedrático de lingüística Ángel López García-Molins, apuntó que "la rebelión catalana se debe a un hundimiento general de la confianza en las instituciones". Pero López también culpa a la ciudadanía de este descrédito porque "tenemos nuestros pecados y esta laxitud moral de los españoles propicia que cuantas más posibilidades hay de robar, pues más se roba". "¿Quién no ha pagado alguna vez una factura sin IVA?", reconoció. Para el lingüista, "hay que cambiar España pero es más fácil cambiar el Estado, porque cambiar a toda la sociedad implica una inversión educativa que no se ha hecho ni se está en camino de hacer".
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