La RGI desciende en septiembre y lleva dos meses seguidos de caídas
En cinco años se ha duplicado la cifra de bneficiarios de estas ayudas
El número de perceptores de la renta de garantía de ingresos (RGI) descendió en septiembre en 29 personas acumulando dos meses consecutivos de caídas, según los datos publicados por Lanbide. Este descenso es inapreciable, pero consolida el freno a una tendencia creciente que parecía no tener fin.
La crisis económica y sus consecuencias en forma de desempleo y descenso brusco de los ingresos llevan a muchas familias vascas se vean obligadas a recurrir a la RGI como medio de subsistencia. Esta situación dio lugar a un aumento progresivo de los beneficiarios de esta prestación a partir del verano de 2013 que no frenó hasta el pasado mes de agosto.
Los datos de julio apuntaban ya a una ralentización en la intensidad de este crecimiento, con un aumento de sólo 69 personas en el conjunto de Euskadi frente a las subidas de varios cientos registradas a principios de año. Además, por primera vez en mucho tiempo, un territorio histórico, Bizkaia, veía bajar los beneficiarios. .
Sin embargo, no fue hasta agosto cuando tuvo lugar la primera caída general después de cerca de un año de continuos incrementos. La RGI cerró ese mes con 202 perceptores menos y septiembre confirma ahora este punto de inflexión con el descenso de 29 beneficiarios para un total de 65.337 frente a los 65.366 de agosto.
En Álava hay más beneficiarios extranjeros que nacionales
Con todo, es pronto para concluir que este parón en el crecimiento de la RGI sea consecuencia de la mejoría que se observa en la economía y el mercado de trabajo o sólo algo coyuntural.
La renta de garantía de ingreso es el principal instrumento público para luchar contra la pobreza en Euskadi. La cuantía mensual de la ayuda varía en función de si el perceptor tiene algún tipo de ingreso por trabajo o pensión o carece de rentas: en el primer caso recibe un complemento hasta alcanzar el nivel de la RGI, mientras que en el segundo la cantidad asciende a 619 euros. Esta cantidad se incrementa de acuerdo al número de miembros de la unidad familiar con un máximo de 939 euros.
Un análisis de la evolución de la RGI durante los últimos años permite certificar algo lógico: la demanda crece exponencialmente en tiempos de crisis. El número de perceptores a principios del año 2009, cuando los vascos sólo empezaban a sentir los primeros síntomas de la crisis, era de menos de 35.000, y cinco años después este número prácticamente se ha duplicado.
Seis de cada diez perceptores son mujeres comprendidas entre los 35 y 50 años, aunque cierre de empresas y el incremento del desempleo está obligado a cada vez más hombres recurrir a la renta de garantía de ingresos como medio de subsistencia, y cerca de un tercio son pensionistas que necesitan completar su pensión por ser muy baja. Más de 2.000 son universitarios.
Aproximadamente el 60% de los beneficiarios son españoles y el 40% extranjeros y entre estos últimos destacan por su número los sudamericanos y los procedentes del Magreb. Esta relación entre españoles e inmigrantes tiene como excepción el territorio histórico de Álava donde son ligeramente más los segundos que los primeros.
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