Las feministas ganaron una batalla, pero no la guerra por el aborto libre
Manifestación en Valencia para celebrar la dimisión de Gallardón y presionar al Constitucional
La Catedral de Valencia estaba ayer de bote en bote, con numerosos feligreses despidiendo al hasta hace poco arzobispo de la ciudad. El papa se lo lleva a la capital porque es uno de esos pastores que "huelen a oveja", que están tan cerca del rebaño que entienden mejor sus problemas. Sin embargo, el aborto no es uno de esos problemas a los que los obispos más progresistas se han abierto. Dos señoras que cejaban en su empeño de entrar al templo lo dejaban bien claro: "Estamos en contra, y bien en contra, de que se aborte. Y, por lo tanto, muy descontentas con la decisión del Gobierno". Frente a ellas, escenificando la división social en torno al debate, una procesión de cientos de personas tocaba tambores, entonaba consignas y, en definitiva, celebraba la reciente dimisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ante la imposibilidad de sacar adelante su Ley de Protección del Concebido (en su denominación oficial).
A los ya clásicos "Nosotras parimos, nosotras decidimos" o "Aborto legal, libre y gratuito" se sumaba esta vez el "Lo hemos conseguido, Gallardón ha dimitido". La satisfacción entre los asistentes era manifiesta, y muchos dibujaban la uve de victoria con sus manos.
"Sí, venimos a celebrar", concedía María Angeles Bustamante, perteneciente a la convocadora de la marcha, la Coordinadora Feminista pel Dret a Decidir de València, para matizar a continuación: "Pero todavía tenemos mucho por lo que luchar. El Gobierno del Partido Popular odia a las mujeres, y todos son cómplices, tanto del proyecto de ley retirado, como del recurso al Constitucional. Exigimos que lo retiren".
Todavía hay asuntos pendientes
Caminando triunfal desde la Plaza de la Virgen en dirección a la Plaza de Toros, donde debía terminar la acción con un flashmob consistente en cantar todas juntas una canción, Bustamante dejó claro que todavía quedan batallas que librar por la igualdad de las mujeres, y que el enemigo es el Ejecutivo popular: "Están las cifras de paro femenino, mayores que en el caso de hombres, la violencia contra las mujeres, la situación incierta de las que ejercen la prostitución, la mayor exposición a la exclusión social... Todo esto solo se soluciona de una manera: con políticas de igualdad".
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