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Asedios post Google Hearth

El CCCB analiza esta estrategia bélica desde el arte contemporáneo

Fotograma de 'Five Thousand Feet is the Best', de Omer Fast.
Fotograma de 'Five Thousand Feet is the Best', de Omer Fast.

Un asedio bloquea las líneas de abastecimiento de una ciudad, con el objetivo de desgastar la población civil antes de conquistarla mediante la fuerza. Surgida en épocas remotas, paralelamente al desarrollo de los asentamientos humanos, esta estrategia bélica no sólo mantiene toda su vigencia, sino que adquiere nuevas dimensiones gracias a los avances tecnológicos. De ahí que 300 años después del sitio de Barcelona el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) proponga una reflexión sobre la noción de asedio en la actualidad y los espacios de resistencia que se generan desde el ámbito artístico, a través de un proyecto de Chus Martínez, nuestra comisaria más internacional, directora del Instituto de Arte de la Academy of Art and Design de Basilea (Suiza) y encargada del comisariado del Pabellón de Cataluña para la próxima Bienal de Venecia.

Bajo asedio consiste en un diálogo audiovisual entre dos instalaciones, que ocupan el hall del CCCB hasta el 9 de noviembre y un ciclo de conversaciones, que cuenta con personajes destacados por su acceso a documentos clasificados, que raramente llegan al público. Es el caso del ex soldado israelí Ahron Bregman, autor del libro La ocupación (Crítica, 2014) sobre el eterno cerco de Gaza y el periodista Chris Wood, especializado en técnicas de guerra a distancia, como el manejo de drones, vehículos aéreos no tripulados, pilotados desde bases militares a miles de kilómetros de distancia de los objetivos a destruir.

En A brief history of collapses (Una breve historia de ruinas), la artista de origen afgano Mariam Ghani (Nueva York, 1978) despliega en dos grandes pantallas, sendos recorridos visuales simultáneos y especulares, que exploran las conexiones históricas, míticas y arquitectónicas, entre dos edificios emblemáticos para sus respectivos países: el palacio Darul-Aman de Kabul, actualmente en ruina por los bombardeos y el museo Fredericianum de Kassel, que tras ser destruido por las bombas aliadas en 1955, se convirtió en sede central de la Documenta, que produjo la pieza de Ghani para su 13ª edición.

“Nos interesaba reflexionar sobre el papel del arte y la creación en una ciudad asediada. Así que, cuando fuimos a rodar en Kabul, intentamos actuar como si no estuviéramos en una ciudad bajo asedio, rodeados por una situación inusualmente peligrosa y excepcionales medidas de seguridad”, explicó Martínez, que viajó en numerosas ocasiones a la capital afgana. “La investigación realizada se plasma también en un libro, que propone una historia no lineal del siglo XX en Afganistán, a cargo de la artista y de su padre, Ashraf Ghani, un filósofo y antropólogo, que los demócratas afganos esperan se convierta en el próximo primer Ministro de Afganistán”, aseguró la comisaria.

La segunda obra, Five Thousand Feet is the Best (Mejor a milquinientos metros) del cineasta israelí afincado en Berlín, Omer Fast (Jerusalén, 1972), es un relato de ficción, formado por rápidos flashbacks y angustiosas reiteraciones, basado en la historia real de un piloto de drones Predator, los pequeños aviones a control remoto utilizados en todos los conflictos recientes. La rutina diaria de este piloto, los aspectos técnicos de su trabajo, los incidentes recurrentes y los problemas psicológicos que generan, confluyen en una narración no lineal, que consigue trasladar al espectador lo extraño y contradictorio de una situación que se ha convertido ya en habitual. “La obra visualiza esta nueva ofensiva colonial post Google Hearth, en la que la geografía es totalmente deconstruida y el terror se escenifica para la cámara”, concluyó Martínez.

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