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“El papanatismo cultural de valorar más lo de fuera no me interesa”

El nuevo responsable pasa página y propone potenciar la colección y girar hacia el Mediterráneo

Ferran Bono
José MIguel Cortés, en el IVAM.
José MIguel Cortés, en el IVAM.TANIA CASTRO

Su primera charla concluyó ayer con los aplausos espontáneos de los trabajadores del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). Se notan las ganas de pasar página de la última y polémica etapa dirigida por Consuelo Ciscar. El nuevo responsable del museo, José Miguel García Cortés, de 59 años, propone potenciar la especificidad de su valiosa colección de arte moderno y contemporáneo —que se expondrá de manera permanente—, girar el museo hacia el Mediterráneo, abrirse a todo tipo de colectivos, museos y universidades y programar menos exposiciones pero más elaboradas. “No se trata de dar la vuelta a la tortilla; es que no nos gusta la tortilla. Vamos a hacer un revuelto donde no haya ni míos ni tuyos”, afirma el profesor valenciano de Teoría del Arte y exdirector del Espai d’Art Contemporani de Castelló, dos días después de ser nombrado director por el consejo rector y de cambiar a la mayor parte del equipo directivo heredado.

Pregunta. ¿Comparte la crítica sobre el descrédito y la deriva del IVAM en los últimos años?

Respuesta. Me gustaría mirar al futuro. Y la deriva siempre me ha interesado y la he trabajado desde que la internacional situacionista de Guy Debord hizo sus derivas por París, me pareció fascinante.

P. En náutica significa desviarse, perder el rumbo…

R. Y yo me refiero al deseo de perderse para encontrar nuevas situaciones, que es lo que el arte posibilita…

P. En su obra escrita y en sus exposiciones se ha interesado por las minorías. Se abrirá el IVAM a ellas?

R. Trabajamos para inmensas minorías. El mundo digital plantea que hay muchas minorías. Todo el mundo pertenece a una minoría. El IVAM es un museo de arte moderno y contemporáneo con cabida para todos. Mi propósito es sustituir siempre la y por la o; no más disyuntivas. No es lo moderno o lo contemporáneo, ni lo valenciano o lo internacional. Sn las dos cosas. Hay que acabar con las exposiciones excluyentes, con visiones de ver el mundo como binomios de opuestos.

P. ¿Mantendrá las exposiciones previstas?

R. 2014 será todo un año de la antigua dirección. Se van a respetar las que están firmadas y no representen una descapitalización del museo, como proyectos faraónicos.

P. ¿Cuál será su línea, su programa expositivo?

R. La línea de Cortés se está viendo ya. Podemos ser pobres económicamente de presupuesto pero estamos llenos de ideas. Lo importante no es sólo el programa expositivo, sino la manera de relacionarse, la complicidad y la creación de un proyecto común y de un foco de cultura plural, abierto a todos. Dennos 100 días de gracias y presentaremos la nueva programación.

Insisto: un centro no pertenece a ningún partido político. Es de la comunidad, de los ciudadanos. Soy un profesional que tiene un proyecto que sacar adelante y quiero que sea lo más representativo posible, que la gente vuelva estar orgullosa del museo

P. Citaba a los situacionistas. ¿Cuáles son sus referentes intelectuales?

R. Es complicado. Esa idea que todavía emana de la tradición moderna de que hay rupturas, un antes y un después… Pero para mí no se puede entender lo que estamos haciendo hoy sin entender lo que se hacían en los años 60 o 20. Si hablo de un pensador actual, tengo que hablar de cómo tiene una referencia en los 70 o en los 30. No me gusta decir que me represento en este artista.

P. ¿Qué lecturas recomienda a sus alumnos?

R. Recomiendo lecturas que recogen aspectos parciales, visiones alternativas, por ejemplo, de la ciudad contemporánea. Es el foco de atención en los últimos años. La ciudad no sólo como fenómeno urbanístico y arquitectónico, sino como foco de relaciones sociales, políticas, económicas, de ocupación del espacio. Es un tema complejo. ¿Me puedo reconocer en lo que dicen Manuel Delgado o Henri Lefebvre, por ejemplo? Sí y no.

P. Se puede seguir el rastro de sus exposiciones: Boltanski, Gilbert&George, Jeff Wall...

R. Sí pero una cosa es ser comisario y otra, director de museo. Por cierto que la exposición de Boltanski que hizo a propósito para Valencia creo no fue valorada como se merecía. Para Boltanski es uno de los importantes artistas… Y si ‘Malas calles’ (expuesta en el IVAM) se hubiera hecho en Madrid, podría haber sido la exposición del año. Tenemos que reivindicar lo que se hace aquí. Y no tener ningún complejo. En Valencia se han hecho, y se están haciendo, cosas de igual importancia o interés que en Madrid o Barcelona. Estoy en contra del papanatismo cultural de valorar más lo de fuera, no me interesa. Eso de que artistas o comisarios por ser de fuera son mejores... Hay gente en España y Valencia de mucho valor.

P. En 1994 hubo una agria polémica, con denuncia por “escándalo público” incluida, con motivo de la exposición en la sala Parpalló, de la Diputación de Valencia, dedicada a Araki y Larry Clark, de la que usted fue el comisario. El PP fue especialmente crítico con la muestra que consideraba pornografía. Ahora, con el PP en el gobierno, ha sido elegido director del IVAM a través de un concurso internacional, ¿programará exposiciones potencialmente polémicas como aquella?

R. Le enmiendo la plana. Rechazo cualquier vinculación velada: ni el concurso es del PP, ni el IVAM es del PP. Una prueba de cómo se ha organizado el concurso internacional reside las personas de prestigio que formaban parte de su jurado, que jamás hubieran aceptado participar de otra manera…

P. No iba por ahí la pregunta…

Contactaré con los rectores de las universidades valencianas. Me encantaría una cátedra del siglo XX y XXI. ¿Por qué no estudiamos los siglos XX y XXI a partir de la colección?

R. Lo digo en general. Pero insisto: un centro no pertenece a ningún partido político. Es de la comunidad, de los ciudadanos. Soy un profesional que tiene un proyecto que sacar adelante y quiero que sea lo más representativo posible, que la gente vuelva estar orgullosa del museo. Vamos a hacer exposiciones importantes, polémicas o no. A exponer artistas nacidos en la Comunidad Valenciana integrados en un discurso más genérico. ¿Por qué no relacionamos y confrontamos valencianos con internacionales? Lo que tiene el arte y la cultura no es el ánimo de ser polémico sino descubrir nuevos mundos. La del 1994 fue una gran polémica. Pero tampoco está mal que los jóvenes conozcan que un loco con un gestor cultural que me apoyó el 100% [Artur Heras] apostaron por dos artistas, que no eran unos guarros, sino artistas que se han revelado como fundamentales de la fotografía contemporánea.

P. Aboga por que el arte vaya más del acto de la contemplación de la obra. Pero la gente sigue siendo muy remisa, ¿no? Prefiere contemplar obras y si pueden ser de Picasso o Dalí, mejor

R. La verdad es que me hubiera encantado poder hacer la exposición del Reina Sofía de Dalí… Hay que contextualizar, como planteamiento metodológico e ideológico, como elemento transversal. El museo tiene que dar cabida a exposiciones de gran calado, desde estudiosos de alto nivel que buscan la obra específica de un artista austrohúngaro de entreguerras, hasta los nanos que vienen al museo a meter las manos en una obra. Déjeme que le cuente una anécdota. Este verano, estaba en Londres, en el British Museum. En una sala enorme, en un rincón, una señora mayor con una mesita tenía una serie de piezas. Era una voluntaria del museo y estaba ahí para que la gente se acercara y tocara las piezas mientras ella las explicaba. Hay diferentes niveles de conocimiento. Tendrá cabida los dos. Publicaciones y seminarios de altísimo nivel con especial atención a las actividades didácticas y pedagógicas

P. ¿Y cómo articulará la relación con las universidades?

R. Contactaré con los rectores de las universidades valencianas. Me encantaría una cátedra del siglo XX y XXI. ¿Por qué no estudiamos los siglos XX y XXI a partir de la colección?. Desde las vanguardias históricas, la abstracción geométrica, hasta todo el pop art; en todo eso somos punteros en España y también una colección de importancia internacional muy válida.

P. Con lo ajustado del presupuesto, ¿explora establecer relaciones con otros museos para intercambiar obras con otros?

R. La relación es fundamental. No sólo institucional, sino con personas y colectivos de todo el mundo. También es fundamental centrarse. Dos palabras son muy importantes: contextualización y especificidad. El IVAM lo consiguió en sus primeros años. Debemos establecer contactos con museos con colecciones similares o complementarias, como el Colonia o el museo de arte moderno de París.

P. ¿Y la relación con Latinoamérica?

R. Tenemos en España un museo, el Reina Sofía, que en vacas flacas tiene 33 millones de euros de presupuesto, que tiene una relación magnífica y que lleva muchos años trabajándola muy bien. ¿Qué sentido tiene que el IVAM compita en la misma área con el Reina? Igual que comprar arte chino, que ahora está de moda. Eso lo puede hacer todo el mundo. El IVAM va a girar hacia su contexto. Es una ciudad mediterránea, abierta al mar, con una conexión con un riquísimo pasado y un muy interesante futuro. Vamos a trabajar con artistas y profesionales de ciudades como Nápoles. Marsella, Argel... Vamos a crear una red enorme en el Mediterráneo de intercambio de opiniones, seminarios, talleres. Lo peor es que alguien quiera ser lo que no se es. Lo digital cambia nuestras relaciones. Pero no haremos exposiciones con artistas de Nápoles; no estamos en los 90, con opiniones, seminarios, talleres, contactos. Otros parámetros. Lo digital cambia nuestras relaciones.

Debemos ser realistas. El proyecto me parece muy atractivo, ¿conveniente? No, ahora. Hay otras prioridades.

P. ¿Mantendrá la sala permanente de Miquel Navarro?

R. Dentro de 100 días hablamos

P. ¿Y de Pinazo?

R. Todo lo que está firmado lo voy a respetar. Esto no quita para plantearnos una reflexión a largo plazo, no necesariamente sobre el caso de Pinazo, sobre las relaciones entre el Museo de Bellas Artes San Pío V y el IVAM, dónde acaba uno y empieza otro. Ojalá el museo de San Pío V tenga pronto una directora elegido en concurso.

P. ¿Se plantea recuperar la ampliación del IVAM o parte del Centre del Carme?

R. Debemos ser realistas. El proyecto me parece muy atractivo, ¿conveniente? No, ahora. Hay otras prioridades. Ahora bien si llegara el momento… Posiblemente.

P. Usted no firmó ningún manifiesto a favor o en contra de Consuelo Ciscar, con la que colaboró en exposiciones y proyectos. ¿Por qué?

R. Menos palabras y más hechos. No me arrepiento de ninguna exposición ni de ningún libro. Y aquí no se va a juzgar a nadie por sus ideas.

P. Determinados sectores locales del mundo del arte se ha sorprendido de que haya cambiado la cúpula de Consuelo Ciscar pero ha mantenido y promocionado como responsable del área artística a Raquel Gutiérrez, cuya trayectoria profesional siempre ha estado ligada a ella. ¿Por qué?

R. Me alegra que se sorprenda. Es una buena profesional, y personalmente me encuentro cercana a ella. No se trata de cambiar la tortilla si no de que no me gusta la tortilla, vamos a hacer un revuelto. No había míos y tuyos

P. ¿Hacen faltan más revueltos?

R. Creo que sí. En la sociedad, nos iría mucho mejor si estuviéramos un poco revueltos. Y esto tiene mucho que ver con lo que hemos hablado de las minorías con el arte. Ya está bien de visiones unidireccionales. Hay que sumar. Todo el mundo que tenga algo que decir de interés estará en el IVAM. A nadie se le va a pedir algún tipo de carné.

P. ¿Usted hubiera programado una exposición como la que dedicó el IVAM a la exdirectora general de RTVE y eurodiputada popular Mónica Ridruejo?

R. No, pero no por quien es, sino porque su obra me parece que no tiene el interés suficiente para ser expuesta en el IVAM.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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