Hallados los restos de tres niños soldados de la Guerra Civil
El Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica concluye en Teruel un campo de trabajo de arqueología forense
El Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica (GPRMH) ha hallado los restos de cinco soldados que combatieron en la Guerra Civil, tres de ellos niños que, según sus investigaciones, murieron en el frente de Levante en el verano de 1938 a la edad de 15 años. Este hallazgo, sorprendente por la juventud de los combatientes, se ha producido en el marco de un campo de trabajo sobre arqueología forense promovido por el Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica (GPRMH) de la Comunidad Valenciana y la Universidad Complutense de Madrid. Los investigadores aseguran que la presencia de estos niños abre un campo de posibilidades de investigación historiográfica sobre los alistamientos en el frente.
"Los restos han sido encontrados junto a una trinchera que por su disposición, enfrentada a la dirección desde la que venía el ataque franquista, indica que los soldados eran republicanos", ha explicado Matías Alonso, miembro del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valencia. El hallazgo, realizado en la partida de Peña Salada en el término municipal de Abejuela (Teruel), ha sido posible gracias a que el campo de trabajo ha sido costeado por los propios alumnos con sus matrículas.
"Según nuestras investigaciones, los cadáveres fueron enterrados en el verano de 1938 junto a la trinchera para evitar la generación de olores que podían producir si yacían a la intemperie. En caso de que estos soldados hubieran sido franquistas, el avance de estas tropas habría permitido recuperar sus cuerpos que habrían sido enterrados, como ha ocurrido otras veces, en el cementerio municipal", detalla Alonso.
De las cinco personas que han sido halladas en esta fosa, dos eran mayores de edad (entre 20 y 25 años) y tres son menores según las investigaciones de los arqueólogos, que han determinado que se trata de dos niños de 15 años y uno menor de esta edad.
"Este es un hallazgo insólito porque no es normal encontrar a niños en el frente. No encaja con las exhumaciones realizadas hasta ahora porque, en la época en la que datamos esta fosa, el ejército popular de la República ya estaba estructurado, no salían al frente las milicias, ni las mujeres y las personas más jóvenes tenían al menos 17 años y eran de la llamada quinta del biberón", explica el portavoz del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Entre los restos han aparecido elementos que demuestran que llevaban uniforme, como hebillas, botones y balas. Para los investigadores esto puede abrir una nueva vía de investigación historiográfica. "¿Qué hacían en primera línea de combate tres niños uniformados? ¿De verdad los combatientes más jóvenes fueron los de la quinta del biberón?", se pregunta Alonso.
La zona en la que se han realizado los trabajos es un espacio muy transitado y los arqueólogos se han mostrado sorprendidos por el mal estado de los restos. Huesos revueltos, materiales rotos e incluso ausencia de algunos de ellos. "Se ha profanado una zona que tiene al menos 25 fosas y este es el principal motivo de indignación del equipo. Los arqueólogos sospechan que faltan cráneos y huesos que podrían estar ahora en alguna colección particular de algún coleccionista o algún estudiante de medicina", explica Matías Alonso.
El Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica critica que el mal estado de los restos se debe a la "crónica" falta de voluntad política por realizar un mapa de fosas y un banco de ADN de familiares de desaparecidos para que los restos que se localicen puedan cotejarse para ser identificados. "Afortunadamente tenemos algún molar y algún hueso del que todavía se puede extraer ADN pero a estos chavales les han robado la identidad", critica Alonso. El equipo pone ahora sus esfuerzos en terminar los análisis de los restos y comunicar sus hallazgos para que las familias cuyos familiares hubieran combatido en esta zona puedan localizar a sus desaparecidos.
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