‘Okupas’ y de ultraderecha
Un grupo fascista monta un ‘hogar social’ solo para españoles en Tetuán
En la esquina de la calle de Juan Olías con la calle de Lérida, en el distrito de Tetuán, hay una pintada de una esvástica tachada. Subiendo a la derecha, otro mensaje en la pared del número 11: “Nazis, fuera de mi barrio”. Las pintadas señalan a los nuevos inquilinos del barrio, un grupo de 30 jóvenes ultraderechistas que ha okupado un edificio en el que dicen haber creado un hogar social para gente necesitada, siempre que sean españoles.
“En este país, se hace una discriminación positiva con los extranjeros”, asegura una de las okupas, de 25 años, que prefiere no dar su nombre. “Si le das ayudas públicas a un extranjero, mañana va a venir a pedir más. Habría que destinar ese dinero a apoyarles en su país”, dice esta estudiante de filosofía y madre de un hijo.
Hay discriminación positiva con los extranjeros Una de las okupas
De los 150.000 habitantes de Tetuán, el 17% son inmigrantes. “Nos acusan de haber venido a este barrio a provocar. ¿Y no es una provocación que haya asociaciones solo para extranjeros?”, se pregunta para explicar por qué asisten solo a españoles. Se refiere a La Enredadera, un centro social a cuatro calles de allí y okupado por grupos de izquierda. Este sábado, una manifestación que acabó sin incidentes movilizó a 1.000 personas —según la policía— ante el edificio okupado por los ultras que asomaron la cabeza por las ventanas cubiertos con máscaras.
“Me duele ver a cualquier persona buscando en la basura, pero el sentimiento de impotencia, de rabia y las ganas de llorar son para con tu pueblo. Los dominicanos tienen hijos como conejos y acaparan las ayudas”, afirma la joven.
El edificio, de tres plantas, albergaba oficinas. Ahora es un lugar lleno de escombros, polvo, con restos de hogueras. Los okupas llevan dos semanas acondicionándolo para convertirlo en un comedor social al que también se puede acudir para dormir. En una de las plantas, sin paredes, los jóvenes han montado un pequeño salón con los muebles que quedaban en el edificio: un sofá, una decena de sillas, una mesa…, y lo han decorado con una bandera de España, carteles de CasaPound—movimiento social fascista italiano— y una pancarta en la que se lee “Palestina libre”. “Los judíos explotaron a los alemanes tras la Primera Guerra Mundial, luego ellos sufrieron mucho, y ahora parece que puedan hacer lo que quieran con los palestinos”, reflexionan.
Los vecinos tienen miedo a los ataques de otros grupos de izquierda
Las reparaciones y los productos de limpieza los pagan con donaciones o de su propio bolsillo. “Animamos a cualquier español que necesite ayuda o que quiera colaborar a pasarse por aquí”, publicita la joven.
Los miembros de este grupo dicen que eligieron el inmueble “por casualidad”. La misma chica explica que siempre había tenido ganas de okupar de un modo diferente del de los grupos de izquierda. Al pasear por el barrio con una amiga, se fijó en el edificio abandonado. Buscó información en Internet y descubrió, según la joven, que pertenecía a Gao Ping, el empresario chino acusado de blanqueo de capital en el caso Emperador. Entonces, tomaron la decisión: “Al propietario no le conviene denunciarnos para que nos expulsen porque utilizaba el bloque de oficinas para limpiar dinero”, explica.
Los 30 jóvenes se turnan para limpiar el edificio. Durante los dos primeros días entraban y salían a hurtadillas para que otros grupos de “extrema izquierda", según dicen ellos, no les vieran. Pero “un antifascista” vio acceder al inmueble a uno de ellos y le identificó porque llevaba una camiseta en la que se leía Brotherhood (hermandad, en inglés) junto a una cruz celta, símbolo vinculado popularmente a la ideología nazi. A raíz de ahí, las redes sociales difundieron la noticia de que un grupo de nazis se habían instalado en el barrio de Tetuán.
Vamos a ordenar primero España y después ayudamos a los de fuera
“Hemos tenido amenazas de muerte muy chungas por Twitter”, cuenta el grupo. Internet no ha sido, sin embargo, la única vía por la que se les ha atacado. En la acera, todavía hay cristales de las botellas que han tirado para romper las ventanas del edificio; intentaron quemar la entrada; sellar la cerradura con silicona; y el pasado jueves, los encerraron en el edificio poniendo un pistón en la puerta. “Fueron los de extrema izquierda”, insisten los okupas.
Los vecinos tienen miedo de que haya un conflicto entre estos jóvenes de ideologías enfrentadas. “Son dos o tres. Vienen, tiran piedras o botellas y echan a correr”, cuenta una mujer que se queja de los ruidos que la despiertan a las tres de la mañana. Manuela, que vive en esa misma calle, protesta por la inseguridad que siente por la noche.
El grupo okupa se queja de que se les vea como “nazis comeniños”. Aseguran que no son racistas. “Vamos a ordenar primero España y después ayudamos a los de fuera”, dice una de ellas. Prefieren definirse como “socialpatriotas”. Han bautizado el lugar como Hogar Social Ramiro Ledesma, fundador del movimiento nacionalsocialista, porque le consideran un referente ideológico. “Era un gran intelectual en la época, vivía en el barrio y creemos que es un gran olvidado”, exponen.
Aunque el centro no está abierto todavía, hay un español viviendo allí. José lleva siete años en paro y ahora duerme en un colchón sobre el suelo, lo más lejos posible de las ventanas para protegerse de los ataques.
“Queremos hacer una lista de recursos para extranjeros, para que sepan a quien pedir ayuda cuando vengan aquí”, señalan. Esta joven considera muy injusto que las cotizaciones de los nacionales sirvan para ONG estatales que “dejan de lado a los españoles” y prestan ayuda a inmigrantes. “Una cosa es ser bueno y otra es ser tonto”, afirman. Mientras, en la calle, una patrulla de policía pasa por tercera vez por delante del inmueble para vigilar que no haya trifulcas entre los dos grupos radicales.
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