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El Sergas indulta a las goteras

Se multiplican las protestas por la decisión de Sanidade de aplazar la rehabilitación del hospital Meixoeiro de Vigo con graves defectos estructurales

Ventanas del Meixoeiro de Vigo, con desprendimientos y filtraciones.
Ventanas del Meixoeiro de Vigo, con desprendimientos y filtraciones.Lalo R. Villar

La fuerte lluvia que cayó en Galicia este invierno tuvo consecuencias muy directas en el envejecido hospital público de O Meixoeiro, en Vigo. En febrero, humedades y goteras obligaron a cerrar hasta 41 camas del centro, una situación que no se normalizó hasta pasadas varias semanas. La consellería de Sanidade reaccionó con el anuncio de una renovación completa cuando el tiempo lo permitiese, pero ya ha desistido, lo que ha generado una oleada de protestas en la ciudad.

El último episodio del malestar que ha generado el retraso sin fecha de las obras lo protagonizaron ayer sindicalistas de Comisiones Obreras y la CIG en el vestíbulo del propio hospital, al que acudieron disfrazados de albañiles para proponer irónicamente llevar a cabo ellos mismos los trabajos. Y días atrás, el alcalde, el socialista Abel Caballero, citó el caso de O Meixoeiro como un “ejemplo de la desatención del área sanitaria viguesa”, en efecto la que padece los mayores problemas de Galicia. “No es un hospital digno ni del país más atrasado del planeta”, lamentó.

El anuncio de que la reparación de las graves deficiencias estructurales del hospital se llevaría a cabo “cuando las condiciones meteorológicas lo permitan” lo realizó la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, en pleno conflicto por el cierre de camas que provocaron las goteras. Pero cuando junio finalizaba sin que se volviera a saber nada de esas obras, fue la gerente del Sergas, Nieves Domínguez, la que tuvo que admitir en una comisión del Parlamento gallego que esa gran rehabilitación quedaba aplazada.

Nieves Domínguez anunció una reforma menor, la de la fachada sur, con un presupuesto estimado de 240.000 euros, como primera fase del proyecto conjunto, pero reconoció que no podía dar fechas para sucesivas obras. Caballero criticó que la respuesta a un problema que afecta a decenas de habitaciones se reduzca a una operación “de chapa y pintura”. El alcalde cifra en cinco millones de euros el presupuesto necesario para la rehabilitación, cantidad que el gerente de la Gestión Integrada de Vigo, Mario González, reduce a cuatro, según afirmaron ayer los sindicatos.

La portavoz de la sección de la CIG en el hospital, María Xosé Rodríguez, asegura que González reconoció en una reciente reunión con los sindicatos que la partida está habilitada, pero que no se va a ejecutar. “No sabemos por qué, porque no nos lo explicó, aunque intuimos que forma parte de la política de degradar la sanidad pública para facilitar su privatización”, acusa.

En sus 25 años de existencia, el Hospital do Meixoeiro, el de mayor tamaño del área viguesa tras el Xeral, ha sufrido una degradación espectacular, con fachadas desconchadas y filtraciones por numerosas ventanas y en el vestíbulo principal, en el que un invierno tras otro es necesario poner cubos para evitar que se encharque. Y en las habitaciones, los familiares de los pacientes cubren las ventanas con toallas para impedir que se cuele en ellas agua y viento. Pero aunque esta situación se repite desde hace años, en este los efectos fueron mayores y obligaron a cerrar decenas de camas durante semanas. El 17 de febrero, una anciana falleció en una camilla de urgencias tras pasar 20 horas en espera de habitación.

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Los sindicatos recuerdan que, aunque en los próximos años se abrirá el nuevo hospital, O Meixoeiro seguirá siendo un centro de referencia, en el que incluso se ubicará el laboratorio central del área de Vigo, otra medida que también ha provocado numerosas protestas, entre ellas la del Colegio de Médicos de Pontevedra. Los médicos de la provincia critican el “traslado continuo de muestras a una distancia significativa”. Pero el amplio rechazo a esta medida no tiene demasiadas posibilidades de modificar las intenciones de la conselleira, que esta misma semana afirmó en el Parlamento que la ubicación del servicio en O Meixoeiro permitirá un mejor aprovechamiento de las instalaciones remodeladas. Lo que no aclaró es cuándo se producirá esa remodelación.

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