Apartamentos y hoteles entran en guerra
La patronal de pisos turísticos acusa a la Administración de ceder a las presiones del 'lobby' hotelero
La patronal de los apartamentos turísticos dio ayer un paso más en la guerra que mantiene el sector por repartirse el pastel del mercado turístico de Barcelona. Los empresarios de los pisos destinados a albergar viajeros arremetieron contra el “lobby hotelero” por querer eliminarlos del mapa y anunciaron que están negociando con el Ayuntamiento de Barcelona el fin de la moratoria que impide conseguir licencias para comercializar un piso turístico en el Eixample y una parte de los distritos de Sarrià-Sant Gervasi, Sant Martí, Sants-Montjuïc, Les Corts y Gràcia. Todos estos distritos tienen en vigor la moratoria desde el pasado mes de mayo. Para una segunda fase, afirmaron, quedará Ciutat Vella.
El presidente de la Federación Catalana de Apartamentos Turísticos (Federatur), Lluís Torrent, aseguró que cuenta con el apoyo del Departamento de Empresa y Empleo. “La moratoria de Barcelona no es de recibo. No nos merecemos que exista. El motivo que da el lobby es el de las molestias que provocan los apartamentos a las comunidades de vecinos, cuando solo hay seis quejas en toda la ciudad. Me gustaría saber cuántas hay en el resto de actividades”, lamentó Torrent, quien acusó al Ayuntamiento, y en concreto al grupo municipal del PP, de haber sucumbido a las presiones del “lobby hotelero” que, según dijo, “vienen de Madrid”. Además, ha agregado Torrent, con sus declaraciones “incendiarias y llenas de demagogia” solo demuestran “miedo a tener que repartirse el pastel”.
Los representantes de la patronal fueron especialmente duros con los hoteleros, a quienes acusaron de estar detrás de las moratorias. Lluís Torrent, jefe de la patronal Federatur, se quejó de que los proyectos hoteleros sigan creciendo cada día mientras las posibilidades de crecimiento de las plazas de apartamentos son nulas. La patronal rechaza, además, que solo se otorguen licencias a apartamentos que estén agrupados en bloques enteros, donde no hay posibilidad de quejas de los vecinos del edificio. “Eso es sacarse de en medio al pequeño propietario para favorecer al gran capital”, denunció Torrent.
El jefe de la entidad criticó a los hoteleros por no aceptar “competencia” y recordó que “el mercado es libre”. “No puedo aceptar que un grupo de doce pueda manejar una ciudad y una comunidad”, afirmó tras sacar un recorte de diario que apuntaba que algunos hoteles también están sacando al mercado habitaciones compartidas. Esa injerencia que, a su juicio se produce en Barcelona, supone que la oferta legal esté a años luz de la “real”, de modo que en la Barceloneta, por ejemplo, solo hay 50 licencias de apartamentos turísticos.
El sector no quiso entrar en la polémica generada por la multa a la plataforma de Internet Airbnb, a la que la Generalitat ha impuesto 30.000 euros por comercializar apartamentos ilegales y habitaciones en domicilios particulares, lo cual está prohibido por la ley catalana. “No tengo nada que decir. Las cosas han de hacerse legalmente, pero debe darse la posibilidad de que sean legales. Y extendemos la mano para ayudar a que se solucionen”, dijo Torrent. David Riba, presidente de la patronal barcelonesa Apartur, afirmó que Airbnb marca “un cambio” en las “preferencias de los turistas”, que quieren alquilar “un piso, una parte de una vivienda o una habitación”. Los hoteleros pidieron la semana pasada mano dura a las Administraciones contra los pisos ilegales.
Riba anunció que el sector empezará en breve una campaña de recogida de firmas a través de las empresas, que se dirigirá “tanto a propietarios como a vecinos y turistas”. “El 23% de los turistas si no tuvieran como oferta las viviendas de uso turístico se hubieran repensado venir a Barcelona, según un estudio que hemos elaborado”, afirmó Riba. Los empresarios de apartamentos turísticos están especialmente preocupados de los movimientos que se producen en Barcelona porque temen que la regulación pueda extenderse luego a otros municipios y ciudades de Cataluña.
La ocupación en los apartamentos turísticos de Barcelona este verano ha caído, según la patronal, hasta el 70%, diez puntos porcentuales menos que el año pasado. Riba explicó en rueda de prensa que la ocupación en julio está siendo del 76% y se prevé que en agosto se quede en el 67%. El precio por noche, afirmó, es de 39 euros de media, con un ligero aumento en julio y descenso en agosto. La estancia media es de 4,5 días. Este año, afirmó Riba, se ha producido un “fuerte incremento” de turistas franceses, británicos y rusos. Riba detalló que el perfil de turista que se aloja en un apartamento turístico de Barcelona es el de “una mujer de 43 años, europea, y un alojamiento medio de 5,8 días”, según un estudio de la Universidad de Barcelona.
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