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Rota, a la espera de los beneficios del escudo antimisiles

Los empresarios confían en que este verano suban las ventas

Maniobras de la Armada española y marines de EE UU en Rota.
Maniobras de la Armada española y marines de EE UU en Rota.r. ríos (EFE)

La Armada lo tuvo claro desde el principio. La llegada de los barcos que conforman el escudo antimisiles de la OTAN, con 3.000 personas entre militares y familiares, a la base de Rota (Cádiz) tenía que evitar a toda costa parecerse a Bienvenido, Mr Marshall. Por eso, a las dos ceremonias de recepción que ya se han celebrado no han acudido máximas autoridades políticas y no ha habido grandes fastos. Fuera de la verja de la base de Rota, sí se esperaba que el escudo trajese un pan bajo el brazo. Pero, de momento, las expectativas no se han cumplido. Aún así, en Rota, están convencidos de que los grandes beneficios están por venir.

El primer barco en llegar fue el USS Donald Cook. Llegó en febrero, pero apenas ha dado tiempo para que sus 338 tripulantes se dejen ver por los exteriores de la base. A las dos semanas de aterrizar, marcharon en operación al Mar Negro en plena crisis entre Ucrania y Rusia. Tampoco viajaron sus familiares. La mayoría ha preferido esperar a terminar el curso para organizar la mudanza. “De momento, no se ha podido sentir ninguna repercusión pero esperamos ver más movimiento a partir de este verano”, explica Juan Alberto Izquierdo, presidente de la Asociación de Empresarios, Comerciantes e Industriales de Rota (Aceiro).

El comité de la base denuncia la contratación de estadounidenses

Este colectivo lleva meses preparándose para la llegada de los nuevos vecinos. El Ayuntamiento está con ellos. Abrió una oficina a las puertas de la base (Wellcome to Rota) para informar a los estadounidenses de la amplia oferta de recursos a su alrededor. Y también brindó contactos entre los comerciantes locales y los jefes de compra y contratación a modo de puente de colaboración. De momento, no hay grandes resultados. Es una petición que también han hecho otras asociaciones de empresarios de la provincia de Cádiz. Hay que convencer a los mandos americanos que muchas de las cosas que traen de fuera las pueden encontrar aquí.

En Rota viven 29.000 personas, 4.200 de ellas en paro. Estos 3.000 nuevos vecinos con empleo y alta capacidad de consumo son un auténtico maná que no se quiere desperdiciar. Izquierdo relata que en Rota se han abierto muchos negocios, sobre todo, bares, aunque él llama a la mesura. “Hay que conocer bien al cliente para saber qué es lo que quiere. Muchos van a seguir esperando cosas parecidas a las que tienen en su país, pero eso lo tienen dentro de la base. Otros esperan que en Rota puedan encontrar productos de aquí, un desayuno andaluz, por ejemplo”, explica.

La llegada esta semana de los efectivos del USS Ross y de los familiares de ambos barcos va a permitir calibrar en las próximas semanas la capacidad de consumo de los nuevos vecinos. En Rota ya tienen experiencia. Cuando algunos de los barcos de la sexta flota ha atracado en su base, todo el entorno lo ha notado. Los taxistas aseguran que incrementan un 50% sus servicios y que el 80% de los viajes que realizan son de personal del recinto militar. Por su parte, los comerciantes estiman que cuando atraca un barco estadounidense sus ventas se incrementan una media de un 20%.

Ha aumentado el número de negocios, sobre todo, bares

Uno de los sectores más interesados en la consolidación de estos vecinos es el inmobiliario. En la base hay 732 viviendas y algunos militares optan por vivir fuera. Dentro del recinto militar cuentan con una oficina de Housing, la inmobiliaria que cierra la mayoría de acuerdos. Hay 2.000 casas en oferta, aunque no todas son del gusto medio de estos inquilinos, que buscan viviendas de una sola planta, con garaje, jardín, climatización y mosquiteras. “Pago 1.600 euros. Prefiero estar fuera que dentro. Es mejor para toda la familia”, explicaba el pasado lunes Meredith, mujer de un marine, en la ceremonia de bienvenida del USS Ross. Los precios oscilan entre los 1.000 y los 2.000 euros.

Y aunque en Rota se froten las manos, no todo son buenas palabras hacia el escudo antimisiles. Hay especial preocupación por las denuncias del comité laboral, que representa a los algo más de 900 empleados civiles españoles dentro del recinto militar. “Desde que se anunció la llegada del escudo hemos perdido 120 empleos, mientras que han llegado 140 estadounidenses a hacer estas tareas”, se queja el presidente de este comité, José Sabido, apoyado por el secretario general de CC OO, Francisco Carbonero. “Nadie puede dudar del beneficio económico que este escudo trae al entorno de Rota”, defendió la semana pasada el almirante jefe de la flota, Santiago Bolíbar.

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