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Roca insiste en que no influía en las decisiones del gobierno de Marbella

El exgerente de Urbanismo solo reconoce gratificaciones para sostener el tripartito de Yagüe

El exgerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca, declara como testigo en el juicio al ex concejal Francisco Javier Lendínez por el 'caso Malaya'.
El exgerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca, declara como testigo en el juicio al ex concejal Francisco Javier Lendínez por el 'caso Malaya'.Daniel Pérez (EFE)

Juan Antonio Roca, exgerente de Urbanismo de Marbella y principal condenado del caso Malaya, intentó este miércoles no variar ni un ápice su declaración sobre su papel en el Ayuntamiento ante el tribunal que juzgó la trama de corrupción. Compareció como testigo en la vista oral que celebra la Audiencia de Málaga contra el exedil Javier Lendínez, que estaba en paradero desconocido cuando se celebró el macrojuicio, y aunque ha sido penado con 11 años de cárcel en primera instancia por el “poder de hecho” que ejercía sobre los concejales con el objetivo de enriquecerse, la sentencia está recurrida ante el Tribunal Supremo y no es firme. Por eso intentó no cambiar ni una coma de su relato e insistió en que no influía en las decisiones de la junta de gobierno local.

Un Roca algo más dubitativo que otras veces (se quejó de que en la cárcel no le permiten usar un ordenador y no ha podido revisar el procedimiento) precisó que las gratificaciones que dio a los exconcejales, negociadas con los portavoces de cada grupo, tenían como objetivo sostener el tripartito que encabezaba Marisol Yagüe. Esa es la responsabilidad que reconoció, nada más, como ya hizo cuando fue juzgado junto a otros 95 acusados. Dijo en varias ocasiones que ratificaba sus testimonios anteriores.

El ejercicio de memoria fue grande. Durante casi toda su comparecencia ante el tribunal, Roca defendió que creía que las iniciales LB que aparecen en su contabilidad B, que Anticorrupción identifica con el exconcejal acusado (Lendínez Bernal), son en realidad del exsecretario del Ayuntamiento de Marbella, Leopoldo Barrantes. Cuando el abogado de la Junta, que ejerce la acusación en este caso, le recordó que en noviembre de 2011 sí relacionó esas letras con Lendínez, Roca se remitió inmediatamente a lo que dijo entonces.

El exalcalde Julián Muñoz también declaró como testigo, igual que otros exconcejales. El exregidor, en prisión desde hace algo más de un año, está más desmejorado físicamente y en tres ocasiones pidió que le hablaran más alto porque, dijo, está perdiendo oído. Se desconoce si su relato apuntalará la tesis de la defensa del acusado, parte que lo había citado, pero sirvió para rememorar de nuevo la moción de censura que lo desbancó de la Alcaldía de Marbella en agosto de 2003 y derivó en el tripartito de Yagüe. Volvió a calificar ese pacto de “antinatura” y recordó las pugnas internas que existían en el GIL entre los concejales que lo tenían a él como referencia y quienes eran fieles al fallecido Jesús Gil.

Muñoz está pendiente de que el Gobierno resuelva su solicitud de indulto por la condena del caso Minutas (siete años de cárcel), justificada en motivos de salud y en su buen comportamiento en prisión.

El exedil Lendínez está acusado en Malaya de cobrar sobornos de Roca y de presunta prevaricación y malversación por el convenio de permuta de la operación Vente Vacío. En sus conclusiones finales, el fiscal modificó su petición de condena, que rebajó de 10 a ocho años de cárcel. La variación la introdujo en el delito de cohecho, motivada en que Lendínez no formaba parte del equipo de gobierno, y en vez de cuatro años de cárcel, reclamó dos. Las otras dos acusaciones (Ayuntamiento y Junta) se adhirieron a esta reclamación. El juicio quedará visto para sentencia el próximo lunes tras la exposición de los informes finales.

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