_
_
_
_
_

La reducción del déficit se ceba en funcionarios y servicios públicos

Mas-Colell aplicó en 2013 un ajuste de 2.278 millones Los empleados públicos asumen el 40% del tijeretazo Salud, Enseñanza y Bienestar pierden 952 millones

Lluís Pellicer
Andreu Mas-Colell, consejero de Economía de la Generalitat.
Andreu Mas-Colell, consejero de Economía de la Generalitat.CARLES RIBAS

El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, sigue pilotando las finanzas públicas con el objetivo de reducir el déficit público catalán. La Generalitat drenó el año pasado 2.273,8 millones de euros más, hasta situar el boquete de las cuentas catalanas en el 1,96% del Producto Interior Bruto (PIB). Lo hizo sin presupuestos y, por lo tanto, sin que pudieran entrar en vigor las medidas fiscales que en diciembre de 2013 firmaron CiU y ERC dentro de los acuerdos de estabilidad parlamentaria.

Más información
El Gobierno admite que el déficit ya ha alcanzado el 1,2% del PIB en agosto
La prórroga presupuestaria de Mas indigna a las entidades sociales
El endeudamiento de la Generalitat crecerá más de 6.000 millones este año

Esa situación supuso que el Gobierno se centrara de nuevo en recortar gastos, de modo que el 82,5% de los ajustes se realizaron mediante un nuevo tijeretazo, según un informe elaborado por el Ministerio de Hacienda sobre los planes de ajuste de las comunidades.

De los 2.273,8 millones de euros que la Generalitat logró reducir su déficit, 1.874,5 millones (el 82,5%) fue a través de disminuir los gastos, mientras que el resto, 399,3 millones, lo consigió vía nuevos ingresos. El Ejecutivo catalán fue riguroso con los dispendios, de modo que los recortes fueron incluso algo superiores respecto a las previsiones. Estas se realizaron con posterioridad a la fijación del límite de déficit, que para Cataluña se fijó en el 1,58% del PIB.

El nivel de ejecución se debe sobre todo a los frutos que dio el recorte en los sueldos y condiciones laborales de los funcionarios, que supusieron casi el 40% de todo lo ahorrado. Si a mitad del año pasado la Generalitat esperaba un ahorro de 461,4 millones de euros, este al final fue de 701,4 millones. Según el informe, ello se debe a medidas adoptadas en 2012 y sobre la no cobertura de plazas vacantes, cuyo efecto no se produjo hasta finales de 2013. El Departamento de Economía y Conocimiento esperaba que ese impacto fuera de 200 millones, pero finalmente ascendió a 255 millones de euros durante el ejercicio.

Dado el elevado grado de cumplimiento en el recorte a los funcionarios, la Generalitat se pudo permitir una rebaja de gasto menos drástica en algunas áreas especialmente sensibles. Si se observan consejería por consejería, los ajustes fueron prácticamente como se previeron en el segundo trimestre del año en Educación y Justicia, pero inferiores en Salud y Servicios Sociales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
La Generalitat elevó sus ingresos por debajo de las previsiones

En total, el Ministerio señala que el gasto en Salud se recortó en 399,4 millones; en Enseñanza, en 409,9 millones, y en Servicios Sociales, en 142,7 millones. En total, esos tres departamentos que gestionan el núcleo del Estado del bienestar sufrieron una merma de 952 millones de euros, lo cual supone la mitad de los recortes.

El Gobierno catalán, en cambio, no se aplicó tanto en los ingresos. Después de que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) dejara el objetivo de déficit en el 1,58% del PIB, la Generalitat previó que la recaudación de 2013 se incrementaría en 526,9 millones de euros. Solo lo hizo en 399,3 millones. El incumplimiento se debe sobre todo a que finalmente solo pudo realizar privatizaciones o concesiones por 155 millones de euros, cuando había previsto 250 millones, pero también porque las medidas en varios impuestos —Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y la tasa turística— tuvieron menos impacto de lo previsto.

El informe de Hacienda también refleja la cuantía del ajuste excluyendo los ingresos y recortes extraordinarios de 2012. Si se descuenta el efecto de la paga extra de Navidad y las ventas de Aigües Ter-Llobregat y Tabasa, el ajuste del año pasado respecto al ejercicio anterior fue de 923 millones. En 2012 la proporción había sido la inversa: los nuevos ingresos supusieron el 53% del ajuste.

Solo una de las comunidades que pasaron el examen del Plan Económico y Financiero, Baleares, realizó el ajuste mayoritariamente por la vía de los ingresos. El resto (Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia) lo hizo a través de los gastos y en una proporción similar a la de Cataluña.

El déficit fue del 0,63% hasta marzo, más de la mitad del 1% previsto para 2014

El Gobierno catalán no ha empezado bien el año para reducir el déficit hasta el 1% del PIB, según lo fijado por el CPFF el año pasado. Según el Ministerio de Hacienda, el desfase entre ingresos y gastos se situó en el primer trimestre en el 0,63% del PIB, lo cual supone haber sobrepasado más de la mitad del tope autorizado. Sin embargo, la Generalitat aclara que este año ha abonado los intereses del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) en febrero, cuando otros años se hacía en la recta final del año.

El informe de ejecución presupuestaria elaborado hasta el mes de abril también refleja una subida de la recaudación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales del 24,3% respecto al mismo periodo del año pasado, lo cual refleja la mejora en el mercado inmobiliario pero también la subida en el tipo impositivo que se realizó en agosto del año pasado.

Por último, los ingresos por privatizaciones y concesiones solo ascienden a 69,2 de los 2.320 millones previstos en los Presupuestos. Es decir, el 2,9%. Sin embargo, como avanzó EL PAÍS el domingo, la Generalitat está negociando una cesión de activos vinculados a la gestión del agua al Área Metropolitana de Barcelona que le permitirán ingresar entre 700 y 800 millones de euros antes de que concluya el año.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_