CDC arropa al diputado Crespo pese a la petición de cárcel de la fiscalía
El exalcalde de Lloret afronta dos años y medio de prisión por aceptar sobornos
El diputado autonómico Xavier Crespo (CiU) se sentará en el banquillo de los acusados por sus presuntos tratos con la mafia rusa. La Fiscalía Anticorrupción concluye que Crespo, en su condición de alcalde de Lloret de Mar (Selva), dio trato de favor a un empresario a cambio de viajes y regalos. Y exige que sea condenado a dos años y medio de cárcel. Pese a la petición de la Fiscalía, ni Crespo piensa dimitir ni su partido, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) le da la espalda.
Convergència defendió la inocencia del exalcalde y avanzó que pedirá al magistrado que archive la causa. En un comunicado, el partido afirmó que “respeta escrupulosamente las actuaciones judiciales” y pidió la “máxima celeridad” para aclarar los hechos. “Convergència está totalmente convencida de la inocencia de Xavier Crespo en sus actuaciones”, añade la nota, que lamentó que el escrito de acusación se filtrara a la prensa antes de llegar a manos de su defensa, que ejerce el penalista Manuel González Peeters.
Los fiscales le acusan de cohecho y prevaricación y piden para él una pena de dos años y medio de cárcel, además de 17 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos y el pago de una multa de 831.600 euros. En su escrito de acusación, los fiscales Fernando Bermejo y José Grinda solicitan que se abra juicio oral contra el diputado autonómico y contra otras cuatro personas, incluido el empresario ruso Andrei Petrov y el exconcejal de Lloret Josep Valls. Las relaciones de Crespo con Petrov —imputado en la Operación Clotilde por blanqueo de capitales procedentes, presuntamente, de las actividades criminales de la mafia rusa— nacieron en 2007 y se prolongaron, al menos, hasta 2010. Con sus decisiones, el exalcalde benefició económicamente a la empresa de Petrov, que como contraprestación le costeó un viaje a Rusia, le compró un reloj valorado en 3.000 euros por su cumpleaños y le obsequió con cestas de navidad y botellas de vino.
El fiscal acusa a Crespo de ofrecer ventajas al empresario ruso a cambio de favores
El caso gira en torno a la antigua plaza de toros de Lloret. En 2007, Development Diagnostic Company —DDC, la empresa de Petrov— se subrogó en un convenio firmado un año antes por el Ayuntamiento para convertir el espacio en un nuevo centro comercial. El proyecto preveía construir un aparcamiento y un equipamiento públicos y urbanizar la zona. Ese año, según el escrito del fiscal, Petrov mantuvo “reuniones” con los cargos públicos, que le “trasladaron la idea de que podría obtener facilidades administrativas en la construcción del complejo” a cambio “de determinados favores”.
El primero de esos “favores”, según Anticorrupción, fue un viaje a Moscú con todos los gastos pagados que disfrutaron Crespo y su familia. Petrov asumió el coste de los billetes, el alojamiento y la manutención: en total, 5.000 euros.
DDC sacó partido del soborno. Para empezar, “no presentó el aval de 1,9 millones de euros” pactado en el convenio y pudo empezar las obras “antes de haberse aprobado el proyecto”. La situación “era conocida y consentida” por el exalcalde y su concejal.
La iniciativa de cobrar sobornos, según la fiscalía, partió siempre de Crespo. El diputado dijo a Petrov que, “mientras durasen las obras” en la plaza de toros, podría seguir construyendo... si continuaban los “favores”. Crespo sugirió al empresario que patrocinase a los clubes de hockey sobre patines —que él mismo había presidido durante tres años— y de fútbol de la ciudad. Petrov accedió a ello y, durante cuatro temporadas, desembolsó 90.000 euros anuales. El exalcalde respondió al gesto y perdonó, mediante una decisión administrativa, 133.000 euros en impuestos de la licencia de obras a DDC.
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