El palacio de deportes de Móstoles acumula tres años de retraso
El Ayuntamiento no puede hacer frente al coste de 31,8 millones
El palacio de los deportes Andrés Torrejón nació para convertirse en “el icono de la fuerza económica de Móstoles” y en “centro de referencia del sur madrileño y del resto de España”, anunciaba un vídeo promocional del Ayuntamiento, gobernado por el PP. Las obras, con un presupuesto de 31,8 millones, se iniciaron en 2010. El plazo de entrega previsto era julio de 2011. A punto de cumplirse tres años de esta fecha, el pabellón se encuentra todavía a medio construir, debido a la situación económica en la que se encuentra el municipio.
El Ayuntamiento informa de que este año ha destinado 3,5 millones para la obra y que se está terminando el anillo exterior, que incluye el cierre y el aparcamiento del pabellón.
El edificio de 40.423 metros cuadrados de superficie construida, con capacidad para 9.500 personas, estaba destinado a albergar “eventos de primera magnitud” deportivos, musicales y culturales. El más grande de la región, solo superado por el Palacio de los Deportes, describían desde el Consistorio.
Al ralentí
Embrión del proyecto: En el programa electoral de 2003, el PP promete la construcción de un pabellón de deportes.
Presentación: En marzo de 2007, el entonces alcalde, Esteban Parro, presenta la actuación.
Firma del contrato: el 21 de enero de 2010, el Ayuntamiento rubrica el acuerdo con Ortiz Construcciones y Proyectos.
Finalización de las obras: El plazo previsto es de 13 meses, en julio de 2011
Modificación del contrato: En julio de 2013, se reprograma la obra que se ejecutará dependiendo de la disponibilidad de tesorería y financiación del Ayuntamiento.
Nuevo plazo: prevista la entrega en julio próximo, pero con el interior sin acabar.
La crisis aterrizó en las instalaciones arrasando las halagüeñas previsiones y muchas de los elementos del interior del edificio. También se llevó por delante el plazo de 13 meses que se había fijado con la empresa que ganó el concurso, Ortiz Construcciones y Proyectos, S. A., cuando se firmó el contrato en 2010. Y los sueños del entonces alcalde, el popular Esteban Parro, que esperaba atraer a la ciudad a un equipo de primer nivel, que podría pertenecer a la liga ACB de baloncesto.
El municipio no tenía capacidad para hacer frente al coste de la infraestructura. Las obras se ralentizaron. En julio de 2012 el concejal de Urbanismo declaró en una comparecencia que el estado de ejecución del pabellón era de un 62%. Nueve meses después, el concejal de Deportes dio la misma cifra. Avance cero. La situación provocó que el consejo de Administración del Instituto Municipal del Suelo (IMS) celebrado en julio del año pasado aprobara una modificación del contrato para reprogramar la obra. Se fijó una nueva fecha de apertura: julio de 2014. Plazo que está condicionado a la disponibilidad presupuestaria del Ayuntamiento.
En el mismo documento, el instituto reconoce que la situación de grave crisis económica que soporta el país ha obstaculizado el programa de financiación de la obra previsto en el momento de adjudicación del contrato. Para el grupo socialista, en la oposición, esta actuación es un ejemplo de la mala gestión del PP y de “una total falta de previsión para una inversión de esa magnitud”.
El portavoz socialista, David Lucas, duda que se cumpla la última fecha de finalización anunciada, debido a la falta de liquidez del Ayuntamiento. “En todo caso, se entregará un pabellón hecho por fuera, pero con un interior sin acabar”, comenta. En los cambios del contrato realizados el año pasado, se eliminaron las gradas telescópicas, el suelo de la pista, diferentes revestimientos o la sauna, entre otros elementos. El Instituto Municipal del Suelo tendrá que acometer este resto de obra. “Además, se ha anunciado su finalización en varias ocasiones, sin que se cumpla”, continúa.
En julio de 2012, visitó las obras el actual presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, entonces vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte. Le acompañaban el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y el alcalde de la localidad, Daniel Ortiz, que en ese momento prometió que estaría acabado a finales de ese año o a inicios de 2013.
La parte del pabellón que sí estará lista en poco tiempo para ser utilizada es que se cedió al contratista para explotar durante 30 años, a cambio de descontar siete millones del precio a pagar por el Instituto Municipal de Suelo de Móstoles. El espacio estará destinado a uso deportivo, usos complementarios y aparcamiento. Estas instalaciones dependen de la inversión propia de la constructora. “Así que se abrirá antes un gimnasio privado antes de que el propio pabellón esté finalizado”, advierte el PSOE.
El proyecto viene de lejos. El PP propone en el programa electoral de 2003 una ciudad deportiva en el barrio de El Soto en su programa electoral y se compromete a la construcción de un nuevo pabellón de Deportes. Así nació un proyecto estrella que se ha transformado en un agujero que ha atrapado a Móstoles.
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