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La Generalitat paga diez millones a Abertis por la caída del tráfico en la C-32

Suben un 2% las tarifas de la vía de pago pese a los descuentos anunciados en octubre

Dani Cordero

La Generalitat tendrá que pagar alrededor de diez millones de euros a Abertis por la caída del tráfico que sufrió la autopista C-32 entre 2008 y 2012, que tanto en su tramo norte como en el sur explota Aucat, una de las concesionarias del grupo de infraestructuras catalán. Un portavoz de este conglomerado empresarial controlado por La Caixa y OHL explicó que esa suerte de indemnización consta en el contrato de explotación de la autopista de pago de titularidad autonómica, según el cual al bajar por debajo de determinados niveles de ingresos previstos en el plan económico-financiero de la infraestructura, la Administración catalana tenía que asumir el pago del impuesto de bienes inmuebles (IBI) que cada año paga Aucat.

Y esos umbrales mínimos no se superaron en los años de la crisis, cuando el tráfico diario registrado en esa autopista cayó desde los 34.062 vehículos de 2007 a los 21.973 de 2012.

Aucat ha decidido apuntarse ese dinero como ingreso de explotación en las cuentas del primer trimestre del año, aunque todavía no los ha cobrado. Se basa en el convenio firmado en octubre pasado. Este creaba una nueva fórmula de descuentos y se comprometían inversiones por un importe de 93 millones de euros para mejoras y nuevos enlaces en la autopista. Ante la deuda que tenía la Generalitat con el grupo, el Gobierno catalán se decidió por incorporar esos diez millones de euros de deuda al saldo de compensación, al que también se irán sumando los descuentos aplicados, que de momento asume Abertis pero que acabará pagando la Generalitat. Al final, la Administración deberá decidir qué hace con esa deuda acumulada. Tiene dos opciones: pagar, si es que tiene capacidad para hacerlo; o prolongar la actual concesión de la autopista.

El acuerdo alcanzado con la Generalitat ha permitido que Aucat cerrara el primer trimestre con unos ingresos que se disparaban un 58,1% (hasta los 26 millones de euros) mientras que el resto de sus concesionarias españolas los reducían. Lo mismo sucedía con el beneficio de explotación (Ebitda), que entre enero y marzo dio un salto 77,3%, hasta los 22 millones. Esa evolución contrasta con la intensidad media diaria (IMD) registrada, de 17.145 vehículos, lo que supone una evolución plana (0,0%) respecto a un año antes. En todo caso, es una magnitud difícilmente comparable con la de un año antes, ya que en 2013 las vacaciones de Semana Santa fueron en marzo mientras que este año han sido en abril. En los cuatro primeros meses del año, con un contexto comparable, el IMD habría crecido un 3,7%.

Abertis reconoce en su informe trimestral la falta de coherencia entre la evolución del tráfico y los ingresos. Pero lo explica por la "aplicación del acuerdo alcanzado con la Generalitat de Cataluña en la que se comienza a aplicar determinadas reducciones tarifarias e inversiones que son compensados por la Administración". Lo cierto es que, según ese mismo informe, la tarifa media por kilómetro se sitúa en 0,223 euros (la más cara de todas las de Abertis en España), lo que refleja un encarecimiento respecto a un año antes del 2,1%.

Nada que ver con lo anunciado en octubre, cuando se señaló que en el caso de la C-32, en el peaje de Vallcarca —tramo entre Castelldefels y Sitges— la tarifa bajaría hasta un 30%. Entre Mataró y Palafolls, se preveía una bonificación de hasta el 10%. Esos descuentos solo se aplican los días laborables.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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