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Diego García, el guitarrista que amó a Yupanqui y Link Wray a los 10 años

Formado en Valencia y cultivado en América, El Twanguero presenta su 'Argentina Songbook' La gira en que muestra sus versiones de Gardel, Spinetta o Piazzola arranca en Alicante

El guirarrista valenciano Diego García, El Twanguero.
El guirarrista valenciano Diego García, El Twanguero.

"He estado diez años girando por América entera, veinticinco veces de arriba abajo", argumenta  Diego García (Valencia, 1974) para explicar que el mestizaje a este rockero de pura cepa le viene "de forma natural" y para contextualizar la elección del repertorio de su último disco, Argentina Songbook, que comenzará a presentar en directo en España a partir de este miércoles, con las primeras actuaciones en Ocho y Medio de Alicante, este miércoles, y en Black Note de Valencia, el jueves.

Las canciones elegidas, firmadas por autores tan diversos como Carlos Gardel,  Luis Alberto Spinetta, Astor Piazzolla, Fito Páez, Andrés Calamaro o Atahualpa Yupanqui, entre otros, fueron seleccionadas durante la estancia del guitarrista valenciano en Buenos Aires, donde se estableció en 2011. Pero la envoltura en que las sirve en su cuarto álbum como líder, tienen otros referentes geográficos y temporales.

"Un encuentro furtivo" con Spinetta, confiesa, le sugirió la idea de abordar ese repertorio desde la óptica del sonido twang de los años 50, guitarrero, instrumental y "nasal" si las guitarras pueden sonar con la nariz tapada. Por algo le llaman el twanguero. "Ya me gustaría ser el Link Wray valenciano", confiesa medio en broma, cuando se le menciona al gran guitarrista americano, inspirador de tantos amantes y practicantes del rock instrumental de todos los tiempos. 

"A Wray los escuché a los 10 años, más o menos", recuerda, "estaba entre los discos de vinilo de mi padre, con The Ventures, con los Shadows, y todo aquello me marcó". Antes incluso, Diego García entró en contacto con Atahualpa Yupanqui. "Hace por lo menos 30 años que le escuché Los ejes de mi carreta", precisa. Recuerda al gran músico argentino en la portada de la primera entrega de una colección de fascículos. "Lo miraba y pensaba que parecía Toro Sentado y nunca he podido olvidar el riff de la milonga que entonces escuché", afirma al recordar aquella colección titulada Héroes de la guitarra.

"Mi profesor del conservatorio me dijo 'todo lo que usted aprenda ante de los 10 años, se va a quedar para toda la vida", apostilla para proyectar aquellas músicas primigenias a los tiempos actuales.  Por medio están grupos como Rock &Bordes, que marcó estilo en la escena valenciana y el posterior salto a Madrid. "Me fui en el 98", recuerda, "y fue el principio de 10 años haciendo muchas cosas". Conoció a Jaime Urrutia, a Santiago Auserón, a Los Rodríguez, de donde le viene una espléndida relación con Calamaro.

"Tienes que hacer  un disco donde la guitarra sea la voz cantante, hay ya muchos cantantes", le dijo el músico argentino y El Twanguero le hizo caso. Luego vinieron los álbumes OctopusTwangueroThe Brooklyn Sessions, fruto de su estancia en Nueva York. Más reciente es, de 2013, el disco Romance de la Luna Tucumana de Diego El Cigala, donde El Twanguero es coprotagonista y productor, condición que le ha valido su primer grammy.

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Aunque el planteamiento del disco Argentina songbook fue inicialmente instrumental, al final se grabó con las voces amigas de Bunbury, Calamaro, Fito Páez, Ely Guerra y el mismo Cigala. En directo, Diego García lo defiende con su banda y se atreve a cantar, a pesar de la recomendación que le hiciera Calamaro. Y lo hace bien.  Tras Alicante y Valencia, seguirá por los escenarios de Murcia, Zaragoza, Salamanca, Pontevedra y La Coruña.

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