Barreiros ve legitimado su urbanismo y confía en otro ‘boom’ inmobiliario

La anulación por parte del Tribunal Supremo del decreto por el que en 2007 la Xunta bipartita paralizó el urbanismo desaforado del Ayuntamiento de Barreiros (Lugo) no tendrá repercusiones prácticas. Así lo aseguran expertos consultados, que advierten de que la ley no permite volver a construir las grandes urbanizaciones aisladas que se empezaron a levantar en su momento. Y así lo asume internamente la Consellería de Medio Ambiente.

Pero el Gobierno gallego no lo dice abiertamente, lo que ayer permitió que el alcalde popular de Barreiros, Alfonso Fuente, se ratificase en que en algún momento se volverá a construir masivamente en su municipio porque “todo el mundo quiere tener una vivienda en la costa”. De hecho, el plan de urbanismo que está redactando, llamado a resolver definitivamente los problemas de la localidad, recalifica más terrenos y prevé viviendas para más de 25.000 habitantes pese a que apenas tiene 3.200. Fuente fue arropado ayer en una comparecencia por el portavoz de urbanismo del PP en el Parlamento gallego, Román Rodríguez, y el número dos del partido en Lugo, José Manuel Balseiro. El Supremo anula el parón del bipartito por no haberlo expuesto al público, lo que supone que vuelvan a entrar en vigor las laxas normas locales de 1994. Ante ello, la Xunta se limita a decir que vigilará “el cumplimiento de la legislación”, leyes superiores a las normas locales que impedirán que se pueda construir donde se pretendía hacerlo hasta 2007.

La ley, destacan arquitectos y fuentes de la Xunta, establece que solo podrá edificarse en los terrenos clasificados como suelo urbano consolidado si efectivamente cumplen los requisitos exigidos. Esto es, que sean solares y por lo tanto cuenten con accesos por vía pública pavimentada y suministro de agua, saneamiento, electricidad y alumbrado público. De lo contrario, solo se podrá edificar en ese suelo si el terreno se convierte en solar “mediante obras accesorias y de escasa entidad”. Pero en Barreiros los terrenos en los que se pretendía construir antes de que el bipartito interviniese no cumplían esos requisitos. Así lo viene ratificando el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en sucesivas sentencias sobre casos particulares. El pasado 27 de junio establecía que la obra que habría necesitado un promotor para transformar su terreno en solar “excede claramente de la que mereciera entenderse como de pequeña entidad”. El 4 de julio ratificaba “la carencia de los servicios que requiere el suelo urbano”. El 26 de septiembre el propio TSXG recordaba haber declarado “en reiteradas ocasiones” que terrenos de Barreiros no reunían “por deficiencias de los servicios existentes” las características exigidas “para merecer la calificación de suelo urbano consolidado”. La última sentencia al respecto, del 14 de noviembre, volvía a recordar que “la insuficiencia de los servicios” de una finca hacía “patente que ese suelo no puede merecer el calificativo de urbano consolidado”.

Y aunque ahora los promotores afectados por la paralización amenazan con exigir indemnizaciones millonarias, el fallo del TSXG del 26 de septiembre sobre un caso particular rechazó esa posibilidad. Argumenta que, como el terreno no reunía las condiciones legales, el promotor recurrente “nunca podía obtener una licencia directa para edificar en las parcelas en las que pretendía hacerlo, y por lo tanto no concurre el presupuesto necesario para hacer posible una indemnización”. La Xunta asume implícitamente la envergadura de las obras necesarias para transformar en solares los terrenos de Barreiros al recordar su intención de acometer esos trabajos de alcantarillado o abastecimiento con un convenio que los valora en 14 millones de euros, acuerdo pendiente de otro recurso judicial.