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La Fiscalía de Tarragona investiga ataques a inscripciones romanas

Restaurados tres textos epigráficos que fueron rociados con cemento

La inscripción romana de la calle de la Mercería de Tarragona, una de las afectadas por los ataques con cemento.
La inscripción romana de la calle de la Mercería de Tarragona, una de las afectadas por los ataques con cemento. josep lluis sellart

La fiscalía ha abierto diligencias para esclarecer ataques a inscripciones romanas en Tarragona, informó ayer el fiscal jefe de la Fiscalía Provincial de Tarragona, Xavier Jou. Un vándalo, o varias personas, durante las últimas semanas rociaron con cemento tres textos epigráficos romanos.

Las inscripciones deterioradas, de gran valor histórico, están situadas en las piedras del casco antiguo de la ciudad, en la Parte Alta. En concreto, una se encuentra en la calle del Pare Iglesias y las dos restantes en la calle de la Merceria. En este último punto las escrituras salpicadas con cemento están situadas en dos piedras que en su origen habían sido pedestales de las estatuas del foro romano de la localidad. En la actualidad forman parte de la antigua Casa Corderet, donde en su fachada se encuentran cuatro lápidas con inscripciones romanas, una de ellas dedicada a Fabia, una patricia muy venerada por su esposo Caius.

Una restauradora devolvió las inscripciones a su aspecto original, ya que en varias ocasiones cuando los ataques fueron descubiertos el cemento aún estaba fresco, explicó ayer el Ayuntamiento de Tarragona. Fuentes del Consistorio creen que el presunto vándalo podría ser una persona con problemas mentales que efectuó los ataques al patrimonio en noches sucesivas.

El Ayuntamiento ha elaborado un informe sobre los sucesos, detallando los daños y las labores de rehabilitación. El documento ha sido entregado a la Guardia Urbana, con el objetivo de hallar al autor de los actos vandálicos, añadió el Consistorio.

Además, a finales de enero otras dos inscripciones también fueron dañadas en la fachada del Colegio de Ingenieros Industriales, aunque en este último extremo las piezas no son auténticas, sino réplicas, con lo que carecen de valor histórico.

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