Un órgano administrativo que define el catalán

La consejera de Educación pasó este viernes verdaderos apuros para defender el contenido del dictamen elaborado por el Consell Jurídic Consultiu sobre la definición de valenciano de la Acadèmia. A continuación se señalan los principales escollos a los que se enfrentó Català.

1. La definición de catalán del Diccionari —lengua románica hablada en Cataluña, así como en las Islas Baleares, el departamento francés de los Pirineos Orientales, el Principado de Andorra, la franja oriental de Aragón, la ciudad sarda de L’Alguer y la Comunidad Valenciana, donde recibe el nombre de valenciano— no ha sido cuestionada por el Consell. La consejera se limitó a señalar: “Lo que hemos querido saber es si la definición de valenciano —lengua románica hablada en la Comunidad Valenciana, así como en Cataluña, las Islas Baleares, el departamento francés de los Pirineos Orientales, el Principado de Andorra, la franja oriental de Aragón y la ciudad sarda de L’Alguer, lugares donde recibe el nombre de catalán— se adecua al Estatut”. Ello supone que, aunque se modificase la definición de valenciano, el Diccionari seguiría recogiendo la pertenencia de valenciano y catalán al mismo sistema lingüístico.

2. Una Acadèmia ¿administrativa? La consejera tuvo serios problemas para defender un dictamen que considera que la potestad académica para equiparar valenciano y catalán es solo de las universidades. “La Acadèmia es un órgano administrativo conformado por académicos”, dijo Català. ¿Entonces por qué le pusieron Acadèmia? ¿Puede un órgano administrativo confeccionar un diccionario normativo?, le preguntaron. “Yo solo hago referencia a la norma”, esquivó Català, que pasó un mal rato.