El presidente de la CEA aboga por la regeneración, la ética y la humildad
González de Lara se ofrece a la Junta para “recuperar el diálogo perdido”. "Hay que recuperar el prestigio social", afirma el nuevo jefe de la patronal
Como también ha ocurrido con la nueva secretaria general de UGT, el flamante jefe de la patronal andaluza, Javier González de Lara (Málaga, 1963), no ha sido propuesto de abajo arriba. Fue señalado por el presidente saliente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, quien deja una organización muy maltrecha económicamente y cuya cúpula ha sido imputada por estafa por unas viviendas de protección oficial promovidas por la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, vinculada a la CEA.
No obstante, González de Lara empezó a recorrer ayer su propio camino tras ser elegido con el apoyo del 93% de la asamblea de la patronal, aunque su secretario general sigue siendo Antonio Carrillo, también imputado por estafa. Su mensaje sonó muy distinto del de todos sus predecesores, a veces rupturista, muy probablemente porque el prestigio de la CEA no pasa por su mejor momento. Está por ver si lo que ha dicho lo hace.
Por ahora, el nuevo presidente de la patronal no tiene información (al menos eso dijo a los periodistas) de la deuda que acumula la principal organización empresarial de la comunidad. Tampoco tiene una opinión sobre el lucrativo negocio que directivos de la CEA, compañeros suyos en la junta directiva, han hecho con los cursos de formación financiados con fondos públicos adjudicándolos a sus propias empresas. “Es legal, pero éticamente reprobable”, admitía recientemente una fuente de la patronal.
De Lara habló una y otra vez de “regeneración”, de recuperar los valores éticos, de transparencia, de rigor, de austeridad y humildad. Lo dijo durante su toma de posesión ante una amplia representación empresarial, en un acto al que no fueron invitados ni el Gobierno andaluz, ni los sindicatos mayoritarios UGT y Comisiones Obreras, ni los partidos políticos. Sí estuvo la vicepresidenta del BEI, Magdalena Álvarez, el presidente de la CEOE, Joan Rosell, quien destacó el balance global positivo que deja “Santi”, y el presidente de Unicaja, Braulio Medel.
El nuevo presidente de la CEA detalló una especie de decálogo de prioridades. Se detuvo y subrayó el último punto. “Sin ética no hay éxito económico y empresarial”, destacó González de Lara, quien en su intervención en lugar de citar a economistas, optó por los filósofos Friedrich Nietzsche y Julián Marías. Abogó por inyectar “elevados niveles éticos de actuación” tras “recientes comportamientos que dejan mucho que desear”, que no especificó ni aclaró.
Para De Lara, la CEA necesita “regenerarse” y hacer un equipo “más eficiente”, “más humilde” y “más austero” para recuperar “el prestigio social”. En ningún momento su discurso fue interrumpido por los aplausos, como sí lo fue el de Santiago Herrero, más que nada para darle tiempo a recomponerse, ya que se emocionó mucho en algunos momentos de su discurso de despedida.
El nuevo jefe de la patronal deberá afrontar en lo interno, además de un nuevo diseño organizativo, una situación económica muy complicada. La CEA acometió en 2013 un ERE por el que despidió a la mitad de su plantilla (de 70 trabajadores han pasado a 34), que ocupa un enorme edificio en el norte de la Isla de la Cartuja. El ejercicio de 2012, lo cerró con 12,4 millones de euros de pérdidas, a causa de la disminución de los ingresos por cuotas empresariales y por la inexistencia de convenios con la Junta de Andalucía. Pero la deuda acumulada es bastante mayor, aunque la CEA nunca la ha facilitado.
En el plano institucional, González de Lara deberá afrontar el inicio del diálogo social, al que se incorporarán “nuevos actores y protagonistas”, según dijo el pasado miércoles la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Esta ya ha puesto fecha a la nueva concertación, finales de marzo, aunque no está nada claro qué modelo se va a seguir. Hasta ahora la concertación ha estado cerrada a UGT, CC OO y CEA. Para estar en esa mesa, los sindicatos están obligados a tener al menos el 15% de la representación sindical. Ningún límite se le exige a la CEA, que siempre se ha opuesto a la presencia de la economía social. De Lara dijo estar dispuesto a “tender la mano” a la Junta de Andalucía para “recuperar y reeditar el diálogo perdido”. “Intentaré ponerme a disposición de la presidenta de la Junta para luchar codo con codo contra el desempleo”, afirmó.
El presidente de la CEA se mostró cauto con los datos que apuntan a la recuperación económica porque la “realidad microeconómica” de las empresas andaluzas es otra.
Donde por el momento no se aprecia ningún cambio en la CEA es en la presencia de mujeres. De los 20 miembros del comité ejecutivo, solo hay una.
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