El juez investiga a Esther Pastor por malversación

La justicia investiga si la mano derecha del presidente popular Alberto Fabra, la secretaria autonómica de Relaciones Institucionales, Esther Pastor, cometió un delito de malversación de caudales al cargar a las arcas de la Generalitat ocho noches de hotel por 671 euros. El juzgado de Instrucción número 4 de Valencia admitió el pasado jueves una querella de Manos Limpias que atribuye a Pastor el uso de fondos públicos entre enero y julio de 2012 para costear estancias personales en establecimientos de tres, cuatro y cinco estrellas de Madrid, Altea, Alicante y Xàbia.

Sostiene Manos Limpias que Pastor “abusó” de su cargo y desliza que podrían aflorar nuevas facturas comprometedoras. Apunta que la secretaria autonómica “careció” de actividad oficial en el periodo bajo sospecha. Y que sus gastos de alojamiento superaron los 65,97 euros diarios que fija un decreto de mayo de 2011. La minuta del hotel de cinco estrellas SH Villa Gadea de Altea ascendió a 161 euros.

Ampliación de querella

El presidente de Manos Limpias, Miguel Bernard, indicó ayer a este periódico que ampliará “en dos o tres días” la querella para que recoja un posible delito de malversación de caudales vinculado a la compra de alimentos. Pastor firmó decenas de facturas entre 2012 y el primer trimestre de 2013 por casi 3.000 euros en la carnicería de Valencia Charcutería José Palmero. Este dinero sirvió, según el sindicato, para la adquisición de arreglo de cocido, pollo, tabletas de chocolate, quesos, pasas, natillas, alcachofas, según reveló ayer Estrella Digital.

Las compras serían anteriores a la contratación de un cocinero para Fabra, según este medio. Presidencia anunció ayer que demostrará ante el juez “todos los gastos” bajo sospecha que, dijo, se produjeron en el marco de las funciones institucionales de Pastor. Reveló que ampliará su denuncia ante la fiscalía para detectar al presunto topo del Palau y mantendrá una investigación interna para averiguar qué funcionario está tras las controvertidas filtraciones. La Generalitat atribuye la ofensiva a la denominada Asociación contra la Corrupción, una organización que colabora con Manos Limpias. Compromís y EU pidieron ayer explicaciones.