El Ayuntamiento deberá cambiar los dispositivos o dejar de utilizarlos

“Es un procedimiento rutinario”, se defendió el concejal de Movilidad donostiarra, Jon Albizu, de Bildu, el pasado mayo, cuando los socialistas desvelaron en una rueda de prensa que la Agencia de Protección de Datos investigaba un entonces supuesto mal uso de las cámaras de dBus. El Ayuntamiento ha alegado a lo largo del procedimiento que los dispositivos utilizados por los autobuses de San Sebastián se emplean también en la mayoría de ciudades españolas, además de supuestos fallos de forma.

Con la resolución de Protección de Datos en la mano a la Compañía del Tranvía, y por tanto, al consistorio, no le queda más remedio, según el presidente de la Agencia, Ignacio Pariente, que dejar de utilizar de forma definitiva los aparatos que enfocan a la calle o cambiar su ubicación y como obtienen las imágenes, de manera que sólo se capten las matrículas y las personas no puedan ser reconocidas.

El oficio de la Agencia ha concluido con una sanción de 20.000 euros a la Compañía del Tranvía y un procedimiento sancionador grave contra el Ayuntamiento, al que no puede imponer por ley una multa. El consistorio, según Pariente, alegó durante el proceso que desconocía la forma en que dBus recogía esas imágenes y el uso posterior que se le daba, argumento que la Agencia descartó porque “el consejo de dBus está formado por concejales. Por lo tanto, lo tenían que saber. Además, el propio Ayuntamiento a través del departamento de Movilidad utilizaba las imágenes para sancionar”.

Contra la resolución cabe presentar un recurso ante la propia Agencia o directamente recurrir ante los juzgados de lo Contencioso-Administrativo.