Un señor mayor toca Beethoven

Pasó por el Palau, convocado por Palau 100, el prestigioso pianista Stephen Kovacevich (Los Ángeles, 1940), con un programa dedicado totalmente a Beethoven, uno de sus autores de cabecera (tiene grabada la integral de sus 32 sonatas) compuesta por una vigorosa sonata de juventud para ir poniéndose en forma, la Número 5 en Do menor Op.10 núm. 1, seguida por obras de más enjundia procedentes del Beethoven más maduro y solipsista, las Sonatas núm. 30 y 31 Op. 109 y 110 respectivamente y cuatro de las seis Bagatelas Op.126.

Compositor y pianista llevan más de medio siglo juntos y eso se nota. El de Kovacevich es hoy un Beethoven de señor mayor reposado, querido, basado en la franqueza y el afecto; un Beethoven cómodo que no tiene nada que ver con el farragoso e indigesto Beethoven de tanto pianista joven que utiliza al sordo para abrirse paso a codazos entre la élite de las teclas, demostrar que es el primero de la clase y que plantea la relación con las obras como una lucha en la que hay que vencer.

Medio siglo de convivencia con Beethoven se nota en la fluidez natural del fraseo, en la flexibilidad del tempo, en el placer de alargar algunos silencios hasta conseguir que hablen, en la intimidad que se alcanza en los movimientos lentos, en la absoluta despreocupación por si una semifusa en medio de un pasaje vertiginoso se engancha un poco con la siguiente.

La belleza de los Beethoven de señor mayor (o señora) es que tienes la sensación de que no vienen a enseñarte Beethoven sino a compartirlo.