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El ansiado regreso de los pescadores a Marruecos

Los pueblos marineros de Andalucía saludan la vuelta al caladero norteafricano como la salvación del sector pesquero El tratado del Parlamento Europeo permitirá faenar a 20 barcos de Barbate

Trabajadores preparan los aparejos en el puerto de Barbate.
Trabajadores preparan los aparejos en el puerto de Barbate.eduardo ruiz

Hay una imagen que se añora en Barbate (Cádiz). La de los barcos volviendo por la bocana del puerto y una gran nube de gaviotas nerviosas revoloteando alrededor. Una estampa que plasma el recibimiento que da la naturaleza a los pescadores. En este puerto se echan de menos las gaviotas porque apenas hay pescado. Desde que en 2011 se perdiera la posibilidad de faenar en aguas de Marruecos se recurre a la melancolía como forma de llevar las penas.

Pero ahora el sentimiento es otro. Domina la esperanza. El nuevo tratado recién aprobado por el Parlamento Europeo permitirá que 20 barcos de este muelle vuelvan a pescar en el caladero norteafricano.

Detrás de esos 20 barcos, se esconden muchos más números. Hay 400 empleos directos y 300 indirectos. Algo que en Barbate no es ninguna tontería. En noviembre las listas del desempleo se incrementaron en 291 personas. De una población de 22.000 habitantes, 5.134 están parados. El alcalde, el socialista Rafael Quirós, atribuye este incremento del 6% en noviembre a la incorporación de los pescadores que tuvieron que darse de baja por activarse la parada biológica en el Golfo de Cádiz, el frágil refugio de todos los barcos de aquí que no pueden faenar en Marruecos. “El regreso a ese caladero nos va a permitir cambiar esas estadísticas. Es algo muy bueno”, subraya Rafael Quirós.

Detrás de los barcos hay 400 empleos directos y 300 indirectos

La sangría de empleo y barcos que ha sufrido el sector pesquero no es exclusiva de Barbate. Hace dos décadas en Andalucía había 2.473 embarcaciones que daban trabajo a 16.000 tripulantes. Ahora se contabilizan 1.300 y apenas 6.000 personas navegando. Pero aunque otros pueblos han encontrado salida en otros sectores, algunos siguen mirando al mar sin poder alejarse.

El Parlamento Europeo aprobó mayoritariamente el tratado pesquero con Marruecos que va a beneficiar a Canarias y Andalucía, sobre todo, aunque Barbate es el municipio que más licencias puede acumular. 17 barcos de cerco y tres palangreros están preparados para el regreso. Deben esperar todavía a la ratificación por el Consejo de Europa y el Parlamento marroquí. Será entonces cuando se puedan pedir las licencias, aunque el presidente de los armadores andaluces, Pedro Maza, cree que todo se puede agilizar con una orden de la Junta que vaya regulando la entrega de esos permisos. “Podemos estar en esas aguas en enero si todo va bien”, vaticina.

Ahora se podrá pescar más al sur y sin límite de capturas

El problema es que Marruecos tiene prevista una parada biológica en febrero, aunque Maza cree que será posible cancelarla al ser el primer año de aplicación del convenio. El nuevo documento establece mejoras como la de poder pescar más al sur y sin límite de capturas. Es una zona más rica en boquerones, el producto estrella de este caladero, el de buen tamaño, el que permite la mayor rentabilidad.

La cofradía barbateña está haciendo cálculos y cree que semanalmente cada armador tendrá que invertir 12.000 euros en su regreso a ese caladero. Es el dinero del gasoil necesario, los víveres, los sueldos de 18 tripulantes, las cajas o las ocho toneladas de hielo. Que esta inversión sea rentable o no depende de si el caladero de Marruecos está igual que como lo dejaron hace dos años los pescadores gaditanos. Entonces abundaban los boquerones y, al no haber ahora tope de pesca, se podrían llenar los barcos con hasta 1.000 cajas, lo que permitiría ganar más en cada viaje diario. La preocupación es que durante estos dos años ha crecido la flota marroquí, aunque aún así se mantienen las expectativas en alto.

Durante estos últimos años, los barcos andaluces han tenido que sobrevivir con el caladero nacional, insuficiente para todos y para mantener todos los empleos. Con los caladeros de Marruecos cerrados, la lonja de Barbate ha visto descender sus ventas hasta en un 90%.

Las buenas noticias atraen a las autoridades, así que esta semana Barbate ha estado en boca de todos. El ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se ha felicitado por este acuerdo “fruto de una intensa labor negociadora”. La consejera de Pesca, Elena Víboras, visitó la localidad para felicitar al sector y escuchar sus reclamaciones. “Es una satisfacción muy grande que se creen posibilidades de generar empleo y de ayudar a reactivar la economía de todo un pueblo”. A quien no se espera en Barbate es al eurodiputado gaditano de Izquierda Unida Willy Meyer, quien, a pesar de su vinculación con la provincia de Cádiz, votó en contra del acuerdo en la Eurocámara. Lo hizo porque el tratado aborda las aguas del Sáhara Occidental como si fueran marroquíes. “Yo entiendo a los pescadores pero estamos hablando de un acuerdo entre Marruecos y la Unión Europea que recoge unas aguas que no son de Marruecos. Si Francia o Italia firmaran un acuerdo pesquero con aguas españolas, pondría el mismo grito en el cielo”, se ha justificado.

El alcalde, acostumbrado a aguantar el peso de las malas noticias, se ha visto rodeado de los focos pero ahora con una sonrisa en la cara. Es él el que dice que añora las gaviotas revoloteando alrededor de barcos cargados de pescado. Porque ese vuelo será el mejor reflejo de que las cosas en Barbate han cambiado.

Además de a Barbate, el acuerdo beneficia a otros 80 barcos españoles, en su mayoría artesanales, y 26 de otros países. Para España es trabajo seguro para 700 tripulantes. Los de cerco, en su mayoría barbateños, tendrán la ventaja de poder pescar más lejos, más hacia el sur, donde, a priori, la pesca es más abundante. Aunque no en las condiciones idóneas para ellos, los cerqueros podrán utilizar luces auxiliares a determinadas horas, una de sus reivindicaciones históricas para atraer más pescado hasta sus redes. Hasta cinco barcos podrán faenar en esa zona simultáneamente. Los palangreros, como los de Algeciras, también podrán viajar más al sur que en el anterior tratado. A cambio, Marruecos se lleva cuatro millones de euros más que en el anterior acuerdo, podrá embarcar más marineros de su país en los barcos europeos y descargar más mercancía en sus puertos para mejorar también sus economías locales. El tratado también establece medidas conjuntas, beneficiosas para todos, como la creación de empresas mixtas en un continente y otro. También lo recogían anteriores documentos, aunque estos proyectos no han terminado de desarrollarse del todo. El regreso determinará cómo se lleva a la práctica todo lo que se ha dejado por escrito.

La fallida diversificación

En 2000, cuando se negociaba un anterior acuerdo con Marruecos, en Barbate cayó una lluvia de promesas. El ministro era el mismo. Miguel Arias Cañete anunció un plan para diversificar la economía local. Por si aquellas negociaciones no fructificaban. Pero el empeño se quedó a medias. Se pusieron los pilares pero la casa no se terminó de construir. A la entrada del pueblo se creó un polígono industrial, en el que se han realizado proyectos interesantes como una fábrica de luces de bajo consumo, empresas conserveras e industrias que potencian el valor añadido del atún rojo. También en el pueblo hay restaurantes de atracción nacional como El Campero, pero el turismo no termina de llegar. Se diseñaron hoteles que la crisis y las pegas urbanísticas no han permitido desarrollar. Y los límites del parque natural y la servidumbre militar siguen pesando, tanto que el proyecto de una piscifactoría en 10 hectáreas del acuartelamiento del Retín sigue bloqueado porque el Ministerio de Defensa, a pesar del visto bueno inicial, se resiste a desafectar ese suelo. Así que la pesca sigue siendo el sustento del pueblo, aunque hace 13 años se empezaran a buscar alternativas.

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