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Kristau Eskola propone a los sindicatos un plan para cerrar el conflicto

La patronal defiende un aumento salarial del 0,7% sobre los módulos de financiación

Javier Rivas
Un momento de la asamblea de Kristau Eskola en que aprobó la propuesta a los sindicatos.
Un momento de la asamblea de Kristau Eskola en que aprobó la propuesta a los sindicatos.

Kristau Eskola, la patronal de los colegios religiosos concertados, que agrupa a 137 centros en los que estudian unos 100.000 alumnos, ha hecho pública una oferta a los cinco sindicatos del sector para acabar con el conflicto que vienen arrastrando desde hace más de dos años, que se agravó en julio pasado al romperse la mesa de negociación del convenio, y reabrir las negociaciones.

La patronal aprobó ayer en una asamblea en Azpeitia esta propuesta que plantea crea una comisión paritaria para gestionar la deuda que los colegios privados han ido engordando en los tres últimos años por la diferencia entre los salarios que deben pagar a sus plantillas en función del convenio de 2009, cuya vigencia acaba de ratificar el Tribunal Superior, y el dinero que reciben de Educación en función de los módulos presupuestarios. El Gobierno redujo hace tres años esa financiación de forma paralela al recorte de los salarios de los profesores de la red pública y la patronal de la concertada intentó cargar sobre sus docentes dicha reducción, pero tanto el Superior como el Tribunal Supremo fallaron de forma sucesiva en su contra.

Kristau Eskola reconoce como deuda esa diferencia que se genere a partir del próximo 1 de enero —para el periodo anterior ya existe un compromiso y unos calendarios de pago, que ahora se ratifican— y plantea gestionarla “mediante criterios claros y objetivos” en una comisión entre patronal y sindicatos “pudiendo incluir mecanismos de mediación o arbitraje”.

Los docentes de la concertada cobrarían un 0,7% más que ahora —sobre el módulo de financiación presupuestado— y el resto de la deuda —un 2,3% más de media— se supeditaría a una mejora de la financiación gubernamental, supervisada por dicha comisión, según plantea la patronal. Esta medida no afectaría a quienes cobran menos de 25.000 euros brutos anuales, para quienes se mantiene el sueldo del convenio de 2009.

Eso sí, este acuerdo no se aplicaría en el caso de los centros “con especiales dificultades económicas”, según se fijase en la comisión “con criterios claros y objetivos”. Kristau Eskola lleva tiempo insistiendo en que la deuda acumulada —unos 18 millones hasta mediados de este año— está poniendo en riesgo la viabilidad de muchos centros, en especial de pequeño tamaño. En la propuesta de acuerdo que ha hecho pública hoy insiste en la necesidad de conciliar “la legítima aspiración retributiva” de los trabajadores con “la sostenibilidad de los centros, el mantenimiento de los puestos de trabajo y la viabilidad de los proyectos educativos”.

Si se firma el acuerdo propuesto, Kristau Eskola se compromete a retirar el recurso de casación que ha planteado al Supremo contra la sentencia del Superior que a finales de noviembre concluyó que no se puede aplicar en Euskadi el convenio estatal, movimiento que la patronal intentó en julio pasado, tras romper la mesa negociadora del convenio, con el objetivo confeso de evitar que la deuda siguiese creciendo.

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El acuerdo lleva implícita la renuncia de trabajadores y sindicatos “a emprender o dar soporte a denuncias individuales, conflictos colectivos, huelgas o movilizaciones”. Y, tras la retirada del recurso al Supremo, se convocaría la mesa de la negociación del convenio vasco para renovarlo.

CC OO ha mostrado cierta "sensación de insatisfacción", entre otros puntos porque no se apunta "ni una línea sobre la posible vuelta" al convenio vasco. Además, "no hay asunción de garantías de transparencia a la hora de coincidir en un diagnóstico sobre la situación económica real de los centros". Pese a ello, apunta que la propuesta es el inicio y que "con algunos pasos más podría ser el inicio para la apertura de negociaciones".

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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