Tocar la viola con el abrigo puesto

Música para calentar el alma... y el cuerpo. A los profesores de la Escuela Municipal de Música Almudena Cano, en el distrito de Arganzuela, no les ha quedado más remedio que tocar sus instrumentos para calentarse. Con abrigo y bufanda. Los docentes de este centro, propiedad de la Junta Municipal de ese distrito, aseguran que llevan dos cursos sin calefacción. "También nos quitaron la máquina de cafés, así que tampoco hemos podido entrar en calor así", lamenta Alison Montoya, profesora de viola de esa escuela.

El año pasado, el Ayuntamiento de Madrid retiró la subvención que recibían las 13 escuelas municipales de música; lo que triplicó el precio de la matrícula. "Muchos alumnos se han ido y los que están pagan 100 euros y pasan frío", añade esta docente.

El vocal del Grupo Municipal de IU en ese distrito, Pedro Higuera, afirma, además, que en diciembre de 2012, "con la caldera ya averiada", se rescindió el contrato de la empresa encargada del mantenimiento. "La nueva lo único que ha hecho es un proyecto para valorar el alcance del desperfecto ya que, al parecer, su arreglo es caro".

Desde la Concejalía de Asuntos Sociales sostienen, sin embargo, que la calefacción se estropeó en marzo de este año y que, "como no hacía frío", no compraron convectores eléctricos hasta más tarde. Posteriormente, y ante la llegada del frío, adquirieron otros convectores más potentes que instalaron en las aulas, afirman. "En cualquier caso, la calefacción se arreglará a comienzos de año", se comprometen.

Según Montoya, la profesora de viola de ese centro, la escuela recibió 15 de esos radiadores después de reunirse varias veces con la Junta municipal; dos de ellos están colocados en las aulas grandes y el resto en las pequeñas. "Está algo más caldeado, pero los profesores pasamos aquí muchas horas y necesitamos que arreglen la caldera. Aquí hay alrededor de 400 alumnos".