El PNV tantea con EH Bildu y PSE el grado de consenso sobre su estatus

El PNV quiere retomar el centro del escenario político en Euskadi, ocupado ahora por la repercusión de las excarcelaciones de presos de ETA y que sitúa el foco de atención mediática en los movimientos de la izquierda abertzale, como ocurrió ayer con la manifestación celebrada en San Sebastián. Los nacionalistas activarán para ello su iniciativa del nuevo estatus político mediante la sucesión de una serie de entrevistas a partir de esta semana con el resto de las fuerzas políticas vascas, inserto en un calendario donde, desde luego, no primarán las urgencias. Tras los primeros contactos previos mantenidos, ahora el PNV quiere concentrar un plan de trabajo para tantear así el grado de consenso que su proyecto provoca en el resto de fuerzas parlamentarias.

Con ello, los nacionalistas cumplen con una de las propuestas planteadas por el lehendakari, Iñigo Urkullu, a partir de su investidura y que, de hecho, lo enmarcó como uno de los objetivos a desarrollar en la actual legislatura. El inicio de estos encuentros va a coincidir, no obstante, con un ambiente especialmente enrarecido en cuestiones relativas al futuro de paz en Euskadi. Pese a ello, desde Lehendakaritza se quiere proyectar una dinámica propia en la acción política sin que las ataduras del día a día condicionen sus objetivos. En este marco se inscriben las reuniones que comenzarán a lo largo de esta semana. Consciente de la dificultad que entraña aunar el consenso requerido por Urkullu para proyectar hacia Madrid el nuevo estatus resultante en el Parlamento, el PNV ha procurado evitar una sensación de urgencia. Además, PSE-EE y EH Bildu, como principales referencias para intuir el signo de las futuras negociaciones, son especialmente escépticos sobre la voluntad real de los nacionalistas.

El traje del Estatuto de Gernika se ha quedado pequeño

Mientras los socialistas no encuentran “razón” política para “embarcarse ahora en este debate”, desde la izquierda abertzale se recela de la ambición del PNV hacia un auténtico proyecto soberanista. Las tres primeras fuerzas políticas coinciden como denominador común de entrada en que el Estatuto de Gernika ha quedado superado como apuesta de futuro para Euskadi. Como indicó la pasada semana de manera gráfica Andoni Ortuzar, presidente del PNV, “el traje del Estatuto de Gernika se ha quedado pequeño” y “hay que hacer” uno nuevo. Los socialistas, en cambio, van a “observar con especial atención” el grado de aspiración de los nacionalistas aunque están “convencidos” de que “no quieren repetir el escenario de Cataluña ni la experiencia de Ibarretxe” aunque tampoco saben “hasta dónde ir”. Mientras esperan la invitación del PNV para reunirse, la coalición soberanista trata de sacudirse de la presión política que le supone dar respuesta a los escenarios de violencia registrados los últimos días en Euskadi y a los vividos hasta ahora.

De hecho, los principales líderes de la izquierda abertzale participaron ayer en la multitudinaria manifestación celebrada en San Sebastián para apoyar los derechos de los presos de ETA encarcelados en la prisión de Sevilla II, que el pasado jueves pusieron fin a la huelga de hambre que mantenían desde hace 32 días para denunciar su régimen de “incomunicación” y las condiciones en las que se encuentran. Junto a las miles de personas reunidas en la marcha, según Europa Press, estuvieron entre otros, el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, y representantes de Sortu como Rufi Etxeberria, Hasier Arraiz, Joxean Agirre o Joseba Álvarez. Precisamente el coordinador de Sortu en Gipuzkoa, Joxean Agirre, hizo un llamamiento “expreso” a “todas las instituciones” para que pidan un cambio en la política penitenciaria del Gobierno con el objeto de “situarla en el nuevo ciclo que vive Euskadi”, una modificación que considera “cada día más urgente”.

El Superior ha aplazado la declaración

En esta reivindicación, la izquierda abertzale cuenta con el apoyo del lehendakari Urkullu, quien ya ha trasladado esta exigencia al propio Mariano Rajoy. Mientras, ha quedado aplazada la toma de declaración prevista para hoy en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco a Hasier Arraiz, presidente de Sortu, por su análisis sobre las posiciones políticas que ha venido defendiendo la izquierda abertzale. El Fiscal Superior del País Vasco, Juan Calparsoro, había incoado diligencias para investigar si la interpretación de Arraiz sobre la apuesta política de Herri Batasuna “hace 35 años” pueden ser constitutivas de un delito de justificación o enaltecimiento del terrorismo.